
Un embalse.
La mejor playa de interior cerca de Zaragoza: aguas cristalinas, sol y naturaleza para un día perfecto sin salir de Aragón
A menos de una hora de Zaragoza, esta playa de interior ofrece aguas cristalinas, actividades al aire libre y tranquilidad para disfrutar del verano sin salir de Aragón.
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Cuando el verano aprieta en Zaragoza y el termómetro se dispara por encima de los 35 °C, no hace falta recorrer cientos de kilómetros para encontrar un lugar donde refrescarse. A menos de una hora de la capital aragonesa, existe una opción perfecta para escapar del calor sin pisar la costa: hablamos de la playa de La Loteta, uno de los secretos mejor guardados del interior de Aragón. Aguas cristalinas, vistas abiertas y un entorno natural sin masificaciones la convierten en la mejor playa de interior cerca de Zaragoza.
El embalse de La Loteta se encuentra entre los municipios de Gallur, Luceni y Pedrola, en la comarca de la Ribera Alta del Ebro. Aunque inicialmente fue concebido como un embalse de regulación, con el tiempo se ha convertido en un espacio ideal para el turismo activo, el baño y la desconexión al aire libre.
Sus aguas claras y su amplitud hacen que muchos lo comparen con un pequeño mar interior. La zona más frecuentada por bañistas es la conocida como La Playa de La Loteta, ubicada en la orilla este, donde se concentran las mejores condiciones para disfrutar de un día completo bajo el sol.
¿Por qué es ideal para el verano? En primer lugar, por las aguas limpias y tranquilas: aunque se trata de un embalse, la calidad del agua es excelente, y su transparencia en los días soleados sorprende a quienes la visitan por primera vez.
También porque hay mucho espacio y poca masificación: al ser una zona amplia, permite mantener la distancia y disfrutar del entorno sin agobios ni ruidos excesivos. Además, es perfecto para familias y grupos: con zonas donde se puede colocar sombrilla, hacer picnic o practicar deportes acuáticos, es ideal para pasar el día entero.
Una de las grandes ventajas de La Loteta es que no es solo para bañistas. También se ha consolidado como un referente nacional del kitesurf y windsurf en interior, gracias a su orientación y los vientos constantes que recorren la cuenca del Ebro.
Además se pueden alquilar kayaks o practicar paddle surf. Es una zona perfecta para el senderismo y la bici, con caminos naturales que rodean el embalse. Las puestas de sol desde la orilla oeste son espectaculares, especialmente en verano.
Aunque La Loteta ha ganado popularidad, su entorno sigue siendo relativamente virgen. La flora autóctona y la presencia de aves lo convierten en un lugar de interés para quienes disfrutan del turismo ornitológico o de la fotografía de naturaleza. Además, al tratarse de un espacio con valor ambiental, se recomienda recoger siempre los residuos y no dejar huella.
¿Qué llevar para pasar el día? Para aprovechar tu jornada en esta playa de interior, es recomendable llevar:
- Sombrilla o toldo: no hay muchas zonas de sombra natural.
- Agua y comida: no hay chiringuitos fijos, así que lo mejor es ir preparado para un picnic.
- Calzado adecuado para el agua: algunas zonas tienen piedra y no arena fina.
- Protección solar, gafas de sol y gorra: el sol pega fuerte y no hay brisa marina que suavice el ambiente.
- Binoculares si te interesa el avistamiento de aves.
Desde Zaragoza, solo necesitas unos 45 minutos en coche para llegar a La Loteta. Basta con tomar la A-68 en dirección Logroño y salir en Gallur. Desde ahí, hay indicaciones hacia la zona del embalse. Se puede aparcar cerca de la orilla y el es gratuito.
¿Por qué elegir La Loteta este verano? Es la playa de interior más completa cerca de Zaragoza, no hay agobios ni turistas masivos. Además, permite bañarse, navegar, hacer deporte y descansar en plena naturaleza. Asimismo, es gratuita, accesible y perfecta para una escapada de un día
En definitiva, si estás buscando un plan diferente para este verano en Aragón, la playa de La Loteta es una opción excelente: cerca, económica, sin masificaciones y con el encanto de un paisaje amplio, limpio y con espíritu de libertad. Porque no siempre hace falta mar para vivir un día de playa inolvidable.