Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. EFE 595i1i

Sociedad

Hacienda lo confirma: impondrá multas para quienes tengan más de una vivienda y no cumplan este requisito 55116u

Poseer una vivienda en España sigue siendo símbolo de estabilidad, pero también conlleva obligaciones fiscales que no conviene pasar por alto. 304e5o

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Tener una vivienda en propiedad ha sido, durante décadas, uno de los grandes objetivos de muchas familias en España.

Más allá del valor emocional, también implica una serie de obligaciones fiscales que, si se ignoran, pueden acarrear sanciones económicas.

La declaración de la Renta es uno de los momentos clave del año en el que los contribuyentes deben rendir cuentas con Hacienda, y 2025 llega con novedades importantes, especialmente para quienes poseen más de una vivienda.

España es propietaria 49h48

Según un estudio de Fotocasa Research, el 76% de los ciudadanos reside en una vivienda de su propiedad (ya sea como titular o con derecho de uso), mientras que solo un 24% lo hace en régimen de alquiler.

La distribución, sin embargo, varía notablemente según la edad: apenas un 10% de los menores de 25 años tienen casa propia, mientras que más del 80% de los mayores de 55 sí cuentan con una vivienda en propiedad.

Esta diferencia generacional se traduce también en una mayor exposición a las obligaciones fiscales para los propietarios de más edad. De hecho, muchos de ellos disponen no solo de una, sino de varias propiedades. En concreto, el 16% de los españoles posee dos viviendas, y un 4% declara tener tres o más.

A raíz de estas cifras, la Agencia Tributaria ha puesto el foco en las segundas residencias. Y ha dejado claro que, aunque no estén alquiladas ni en uso, deben incluirse obligatoriamente en la declaración de la Renta. Ignorar esta obligación puede suponer una infracción sancionable.

Cuando una segunda vivienda está alquilada, los ingresos que se obtienen deben declararse como rendimientos del capital inmobiliario. La ley permite aplicar ciertas deducciones a estos ingresos, como los gastos de comunidad, reparaciones o intereses de hipoteca, siempre y cuando se cumpla con el marco legal establecido.

No obstante, una de las dudas más comunes surge cuando esa vivienda no está alquilada ni genera ingresos. En esos casos, también debe declararse en el apartado correspondiente a ‘Bienes inmuebles no afectos a actividades económicas’ en la declaración de la Renta.

En estas situaciones, el impuesto no se calcula en base a ingresos reales, sino aplicando un porcentaje sobre el valor catastral del inmueble. Este porcentaje varía en función de si dicho valor ha sido revisado recientemente o no, lo que puede influir directamente en el importe a pagar.

Muchos propietarios desconocen este detalle y creen erróneamente que, al no obtener beneficios, no tienen obligación de declarar esa segunda vivienda. Sin embargo, esta omisión puede considerarse una infracción tributaria, y Hacienda advierte que no incluir la propiedad en la declaración puede acarrear sanciones.

Multas de Hacienda 1y5zm

Las multas, además, pueden superar los 100 euros, y eso solo en los casos más leves. La Agencia Tributaria cuenta con herramientas tecnológicas avanzadas que le permiten detectar discrepancias entre lo declarado y la información que maneja a través del cruce de bases de datos. Por tanto, el margen de error o de 'despiste' es cada vez más reducido.

Cuando la propiedad no declarada está además generando rentas de forma encubierta (por ejemplo, a través de alquileres no registrados), las sanciones pueden ser mucho más severas.

En los casos más graves, si se demuestra que ha existido una intención deliberada de ocultación, la infracción puede escalar a la categoría de delito fiscal, con consecuencias legales de mayor envergadura.

En definitiva, declarar correctamente todas las propiedades, estén o no alquiladas, es fundamental para evitar problemas con Hacienda. Este 2025, la vigilancia se intensifica, y las consecuencias de un descuido (o de una omisión intencionada) pueden ser mucho más costosas que el simple hecho de cumplir con la obligación fiscal desde el principio.