Un práctica no recomendable por los expertos.

Un práctica no recomendable por los expertos. Istock

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Veterinarios advierten del peligro que supone acercar tu cara a la de tu perro: "Puede ser amenazante"

Este gesto, muy común entre los dueños y sus mascotas, podría suponer un riesgo para las personas aunque se haga de forma inintencionada.

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Muchos dueños de mascotas consideran a sus perros como parte de la familia y tienden a demostrar su afecto como lo harían con una persona: abrazándolos, acariciándolos e incluso dándoles besos. Sin embargo, los expertos en comportamiento animal advierten que este tipo de gestos, aunque bien intencionados, pueden generar un gran malestar en los perros, e incluso provocar respuestas agresivas.

Así lo ha explicado el etólogo Tom, quien ha alertado sobre los riesgos de acercar el rostro a la boca de un perro. Y es que aunque la escena de una persona besando a su mascota es algo muy común de ver, no siempre es segura ni adecuada desde el punto de vista del animal.

La principal razón de este comportamiento es que los perros no entienden el lenguaje humano del afecto. Pues, mientras que para nosotros un beso o un abrazo es una simple muestra de cariño, para ellos puede resultar algo "incómodo o incluso amenazante".

Un gesto muy común.

Un gesto muy común. Istock

Invadir su espacio personal sin advertencia puede generar ansiedad o miedo, sobre todo si el animal no ha sido socializado adecuadamente desde cachorro. "Estos gruñen o incluso marcan con un mordisco. Aunque no te quiera hacer daño, puede dejarte una marca seria en el labio, muy distinta a una en la mano", comienza explicando el experto.

Los signos que indican que un perro se siente incómodo pueden ser muy sutiles y fácilmente pasados por alto. Relamerse repetidamente, apartar la mirada, bostezar sin motivo o tensar el cuerpo son algunas señales claras de que algo no va bien.

De hecho, "muchos propietarios lo hacen por cariño, pero sin saberlo están ignorando señales claras de incomodidad", añade el especialista. Sin embargo, si son ignoradas, el perro podría sentirse acorralado y reaccionar con un gruñido o incluso con un pequeño mordisco, lo que en su lenguaje es una forma de decir "basta".

No obstante, cabe destacar que no todos los perros reaccionan igual. Algunos toleran el o más cercano sin mostrar signos evidentes de molestia, pero eso no quiere decir que lo disfruten o que sea seguro hacerlo.

Según explican los especialistas, en estos casos, el perro puede simplemente estar soportando la situación, pero eso no garantiza que no reaccione de forma inesperada en algún momento. "Por eso, lo más sensato es respetar su espacio, y especialmente con niños", concluye el experto.

Los veterinarios coinciden en que lo mejor para mantener una buena relación con nuestras mascotas es aprender a leer su lenguaje corporal y respetar sus límites. Y es que el amor hacia los perros se demuestra también dándoles seguridad y espacio cuando lo necesitan.