
Ave Barrera y su libro 6f6h6e
Hay libros que elegimos escribir, los planeamos, nos ponemos a investigar sobre un tema, armamos una historia que explore sus matices, le damos un tratamiento literario con técnica y oficio. Hay otros libros que se imponen, que exigen ser escritos, que no piden permiso, dicen “quítate, que ahí te voy”, y no queda más remedio que rendirnos a ellos.
Escribir Notas desde el interior de la ballena fue una auténtica necesidad, como respirar, como empezar a nadar para no ahogarse. Trabajaba en una novela de aventuras, donde una joven viaja al golfo de California en busca de ballenas, y fue ahí cuando la ballena me devoró a mí.
El tema de la madre comenzó a aparecer de forma cada vez más recurrente, las mutuas ausencias, el conflicto, la deuda, la culpa, el duelo. Tuve que entender que se trataba de otra cosa, un proyecto mucho más personal en donde había que hacer frente a los fantasmas del pasado, en especial el de mi madre. Fue así como nació esta novela.
Si algo he podido aprender del feminismo en estos años es que no estamos solas, no hace falta sufrir en soledad, y menos cuando se trata de atravesar el abismo. Es por eso que decidí recurrir a mis amigas, a mis comadres escritoras, a la lectura de autoras que se habían planteado el tema de la relación materno filial para comenzar a escribir notas, al principio dispersas como quien tantea en la oscuridad.
No se puede, no se debe atravesar el duelo en soledad, es por eso que este libro se escribe de manera colectiva, las voces de muchas mujeres me ayudaron a cuestionar qué significa ser hija, los complejos matices entre amar y controlar, entre la separación y el apego, entre la herencia y la creación de una identidad propia.
El resultado es una novela fragmentaria que va tejiendo notas, memorias, reflexiones acerca de la relación de una hija con su madre, escenas del pasado que van configurando su universo y dan forma a la historia.
Una mujer que se había ido de casa vuelve porque a su madre le han encontrado un tumor canceroso en el cerebro. Luego de la cirugía, la protagonista descubre que ya no puede hablar con su madre, ha perdido el lenguaje, no pueden reconciliarse y saldar las deudas que quedaron pendientes.
De modo que, para reconstruir el vínculo dañado, la protagonista deberá recurrir a la escritura, hacer uso del lenguaje, tomar la estafeta de las palabras que su madre perdió. Lo que hace entonces es recurrir a la memoria, no solo para reconfigurar el pasado juntas, sino para examinar las emociones, las tensiones y los conflictos.
La madre fallece y deja tras de sí no solo el vacío y el desconsuelo de la muerte, sino que no encontraron la manera de vivir juntas. La relación entre hijas y madres puede llegar a ser muy compleja, derivamos de su cuerpo, tejemos con ellas una genealogía cuya herencia y herida se tiende muy lejos en el pasado.
Necesitamos de su amor para existir, para afirmar nuestra presencia en el mundo, sin embargo ese amor no siempre llega de la manera que necesitamos o esperamos. Quieren vernos crecer y convertirnos en persona, pero eso implica alejarnos del modelo de origen, y con mucha frecuencia decepcionar sus expectativas.
Su cuidado nos ampara y nos protege, pero ¿en qué punto la línea de vida se convierte en cadena? Su amor cubre, aunque el riesgo puede ser la asfixia, o si, por el contrario, se nos deja a nuestro aire, podemos resentir ese abandono.
Quizá nuestras madres sintieron que era su deber advertirnos de las reglas con las que se rige este mundo (y que a nosotras nos toca romper), había que ser delgada, ir con los cánones sociales, formar una familia, darlo todo, exigirnos demasiado.
Y llega un punto en el que tal parece que nada de lo que hagamos será suficiente. También llega un punto en el que decimos “basta”, tenemos que romper, tenemos que alejarnos. Pero nuestras madres también fueron hijas, también a ellas les tocó romper paradigmas anquilosados, hacer el mejor de los esfuerzos para librar la vida e intentar la felicidad.
A cada generación le toca mirar al pasado y cuestionar la tradición, a la nuestra le ha tocado muy especialmente romper con los silencios, unirnos en comunidad para alzar la voz y crear vínculos en torno a la ternura y el cuidado.
Notas desde el interior de la ballena es una novela sobre la desobediencia y la rebeldía que a veces hace falta para defender nuestro lugar en el mundo. Pero también es una novela que busca atravesar del otro lado del abismo de forma conciliadora y honesta, desde una aceptación compasiva y la búsqueda de una empatía profunda.
La protagonista, ya en la edad adulta, se da cuenta de que no ha terminado de cerrar su proceso de duelo y decide hacerlo por medio de la escritura, notas, recuerdos y preguntas que compartimos muchas, porque a final de cuentas, todas somos hijas, a todas nos toca vivir de cierta manera muy particular el vínculo con nuestra madre.
Se trata de una novela muy personal, sí, pero no es mi historia lo que importa, sino la tuya, la manera en que tu lectura puede reflejarse en estas páginas, en este juego de espejos que somos todas y que nos une.