
Una mujer jubilada descansando en el banco de un parque. IA 1r2b5u
Juliana Jiménez, viuda y jubilada: "Si no hubiera sido por la pensión de mi marido me hubiera muerto de hambre" 6pc17
Esta pensionista de 93 años recibe una prestación muy baja, pero puede salir adelante gracias a la pensión de viudedad. 6i1t3n
Más información: Pau Antó, inversor inmobiliario: "Con 30.000 euros en el banco, esta sería mi estrategia para duplicarlos rápido" 184x2d
En España, existe un sistema de pensiones que te asegura cobrar una prestación digna siempre y cuando se haya cotizado un mínimo de años. No obstante, muchas de las jubiladas actuales, debido a la estructura familiar del siglo XX en que el hombre trabajaba y la mujer cuidaba de los hijos, no tuvieron la oportunidad de trabajar lo suficiente.
Un ejemplo es Juliana Jiménez, jubilada de 93 años que vive en un piso de San Sebastián de los Reyes (Comunidad de Madrid). Hace más de 20 años, su marido falleció por un cáncer de colon y se quedó viuda. Hoy en día, a pesar del peso de los años, se mantiene lo suficientemente sana para vivir de forma más o menos independiente, aunque, eso sí, con la inestimable ayuda de sus hijas.
"Si no hubiera sido por la pensión de mi marido me hubiera muerto de hambre", confiesa a EL ESPAÑOL. Juliana ha preferido no desvelar su rostro, pero sí que ha tenido paciencia para explicar a este periódico cómo es su vida de jubilada y cómo se las arregla para llegar a fin de mes.
Pensión de viudedad 5a5r37
"Mi marido y yo estuvimos viviendo en Alemania durante seis años. Allí estuve trabajando y aún recibo una pequeña pensión de aquellos años". Y añade: "La verdad es que no me quejo de la pensión, pero es gracias a la viudedad de mi marido. Si no, no hubiera podido mantener la casa".
Esta madrileña, con 5 hijos e infinidad de nietos, cobra una pensión de 300 euros. ¿Y cómo sobrevive? Gracias a la pensión de viudedad de su marido, que asciende hasta los 958 euros. Además, como hemos comentado previamente, recibe 168 euros mensuales de su etapa en Alemania.
Así, es perceptora de una pensión media que le permite vivir sin agobios. "Vivo bien porque no voy a cines, teatros, no salgo de cena. Cuando mi marido vivía, con su sueldo, teníamos más ocio. Ahora, no salgo mucho de casa", narra.
Además, se muestra preocupada sobre la gran subida de los precios, mucho más altos que en su juventud. "Cuando voy a comprar con mis hijas, veo que está todo muy caro, por eso pienso que deberían subir los sueldos", indica.
"Todo el mundo tiene derecho a vivir bien" 3l5c6b
Juliana intenta salir todos los días de casa a dar un paseo, pero cada pocos minutos tiene que parar en un banco a descansar. Aun así, mantiene una actitud fuerte y evita la queja. No obstante, se muestra frustrada sobre la situación económica, en especial la de algunos pensionistas.
"Las pensiones deberían subir, todo el mundo tiene derecho a vivir bien", sentencia. Es cierto, en este sentido, que el Gobierno revaloriza anualmente las pensiones -un 2,8% en 2025- para que los jubilados no se vean afectados por la inflación. Pero, a la luz de este caso y de muchos otros, algunos pensionistas no ven reflejado este aumento en su calidad de vida. Sobre todo las mujeres que no pueden disfrutar de la pensión de viudedad.