
La actriz y su hija, en un posado para Magas. Esteban Palazuelos s452l
Paz Vega y su hija Ava Salazar, talento y orgullo mutuo: "Somos diferentes, pero congeniamos bien” 6g3q2r
La actriz y su hija se sinceran por primera vez sobre su relación. Ambas comparten complicidad, confidencias y un interés común hacia lo artístico. 5e14v
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Paz Vega y Ava Salazar tienen en común que se sienten distintas. Lo primero que destacan no son sus parecidos, sino la diferencia armoniosa que existe entre ambas. Las describen como una especie de vibración. Como si de los ojos de la actriz saliera un rayo hecho a base de los flashes y luces cinematográficas que ha visto, y como si toda esa energía se reflejara en las pupilas de su hija, como una luz nueva compuesta de partículas de futuro.
"Le damos diferentes valores a ciertas cosas, pero al mismo tiempo nos entendemos", dice Ava. Para ella, las palabras que mejor describen a su madre son "divertida, juvenil, trabajadora y apasionada".
"Somos diferentes, pero congeniamos muy bien", afirma Paz. Lo que más le sorprende de su hija es "lo madura que ha sido siempre". De hecho, no tiene móvil. "Hace un tiempo se le rompió y dijo que no quería otro nuevo, que no lo necesitaba. ¡Tiene 15 años!", exclama con orgullo. "Se interesa más por la espiritualidad, por la conexión con la naturaleza, con los demás y consigo misma. Lee mucho. Me pide que le busque libros sobre esos temas y, además de estar pendiente de las amigas, de salir y de entrar, ¡es feliz con un libro!", añade.

La actriz y su hija posan en el patio de butacas. Cedida
Vega siente que hoy, siendo madre de tres hijos, vive su momento más dulce. "Quizás lo disfruto más porque me he perdido otros, cuando eran pequeños, por estar trabajando y viajando. Eso es algo de lo que me arrepiento muchísimo, pero no puedes dar marcha atrás al reloj. Ahora que por mi trabajo y mis circunstancias estoy pasando más tiempo con ellos... es tan bonito. Es un tiempo de calidad y creo que por eso estamos tan bien, porque ¡son tres adolescentes! Siento mucha tranquilidad como madre. Nunca he tenido problemas con ninguno de ellos", asegura.
La sevillana, que ha interpretado papeles protagónicos en más de 50 películas y series internacionales, que ha rodado bajo la dirección de Almodóvar, Aranda o Medem, que ha ganado un Goya por Lucía y el sexo y ha compartido elenco con actrices como Nicole Kidman o Scarlett Johansson, ha ido enseñando gradualmente a sus hijos algunas de sus interpretaciones clave de su carrera.
"Lo he hecho con toda la naturalidad del mundo. No les he escondido, ni expuesto al trabajo que he hecho. Poco a poco se encuentran con alguna película y les aconsejo verla porque creo que ya les puede gustar. Hace un mes vieron The OA, que habla de otras dimensiones y es algo que le fascina a mi hija, y me preguntaron: '¿Mamá, tú sales en una serie en la que está Zendaya?'. De repente, descubren un trabajo mío porque lo comparto con alguien que les gusta", cuenta.
Para Ava Salazar, de nombre cinematográfico, las producciones favoritas de su madre son The OA y Spanglish, en una es una superheroína y, en otra, una chica que busca su sitio en el mundo. "Spanglish -añade Paz- es una carta de amor de una hija a una madre, en la que cuenta todos los esfuerzos que tuvo que hacer para que pudiera tener estudios universitarios dignos en un país tan complicado como Estados Unidos. Es muy bonita la relación que muestra entre ambas. No es fácil, nada edulcorada, hay muchos conflictos, pero es bonita. La vi con mi hija hace un par de años y le encantó. Creo que puede haber muchas que se puedan identificar".
Ava asegura que encuentra en Paz "la capacidad de solucionar cualquier problema de manera rápida, ya que las dos somos muy listas y resolutivas y normalmente tenemos una perspectiva parecida en el tema artístico". Y se nota que la actriz se derrite con ella. A su hija le gusta mucho la música, compone y tiene un repertorio de una calidad sorprendente.
"Me inspiro en mis emociones y en cómo me hace sentir la melodía de la música en la que estoy trabajando. Cuando tengo tiempo libre, investigo sobre temas que me interesan, escribo mis pensamientos y compongo", explica.
Ha heredado el gusto por la creatividad y la moda. La joven ha sido portada de Vogue kids, ha protagonizado una campaña para Zara y una serie de 20 capítulos para Disney, titulada Campamento Newton. "A mí la moda me dice mucho de las personas y, sabiendo eso, intento encontrar mi propio estilo", declara. "Tiene muy buen criterio de forma natural, pero no es algo que le obsesione, ni está todo el día delante del espejo", añade Paz.

La actriz y su hija comparten su pasión por la interpretación.
Con Orson Salazar, el marido de Paz Vega y padre de Ava, pasan mucho tiempo juntos. "Ahora, cuando estoy escribiendo, paso más tiempo en casa, y eso me permite vivir con ellos. Somos una familia muy piña y nos encanta meternos en un coche e irnos a una playa a hacer surf o a la montaña. Hacemos muchos planes sencillos. Cualquier día empiezan a volar; llegan los 18 años del mayor ya, el pequeño tiene 14 y es tenista y músico. Que se vayan me genera tristeza, esperemos que nunca se acabe del todo"; dice la intérprete.
Y añade: "A través de la maternidad, conectas con tu propia infancia desde otro lugar, revisitas cómo eras tú o te descubres en el carácter o en ciertas actitudes de tus hijos". También destaca lo inesperado de ser madre: "Tú intentas hacer una crianza equilibrada e igualitaria, pero cada uno viene con un disco duro configurado. Por mucho que a los tres los quiera y trate igual, les exija las mismas responsabilidades, cada uno responde de una manera diferente. Cada uno tiene una personalidad".
"Los bebés llegan sin libro de instrucciones y no valen las normas con las que a ti te educaron. La dificultad es cómo educar en el mundo de ahora, no en el que fuimos educados, que creo que era mucho más sencillo. Ahora puedes tener en décimas de segundo a mucha información. Eso, cuando eres joven, hay que saber gestionarlo y a veces puede ser contraproducente. No solo los adolescentes, sino que nosotros mismos estamos saturados de información y eso puede provocarnos daño psicológico, porque esa hiperconectividad en el fondo es falsa. Está demostrado que, en realidad, la gente está más sola que nunca", confiesa Paz.
Según sus propias palabras, es "muy pesada con el tema de la alimentación. Insisto en que se alimenten bien y le den al tema la importancia que tiene, que intenten huir de la comida basura. En eso sí soy muy estricta y un poco obsesiva, cuando descubro que se lo compran a escondidas".
También cuenta que, de niña, era muy procaz. Cuando iba en verano a casa de sus abuelos en Ronda, en Málaga, donde nació su madre, se escapaba al pajar y allí escalaba, inventaba historias y se dejaba caer. Luego, iba a que su progenitora curase sus heridas. "De chica me gustaban el campo y los animales; era muy activa, muy nerviosa, no podía estar quieta. De adolescente, también. Cuando descubrí el teatro, fue una manera de canalizar esa energía hacia un propósito. Fue maravilloso porque dije: 'Esto es'. Había un porqué", relata.
La actriz está descansando ahora de la promoción de Rita, su primera película dada a luz como directora, con la que ha tenido un éxito doble, de crítica y de público. Versa sobre una visión femenina de una infancia en Sevilla, con luces y sombras. "Desde que se estrenó en Locarno, Suiza, hasta los premios Goya, ha ido muy bien. Prácticamente, no hemos parado, y seguimos con ella. Ahora que ya está estrenada en plataformas, Apple TV o Max, más gente podrá verla también en casa. He tenido la posibilidad de viajar a festivales y me ha sorprendido cómo la gente empatizaba. Aunque se trate de otra época y se hable otro idioma, la historia llega a conectar con muchos públicos", asegura.
Ava pertenece a la generación Alfa y Paz, a la X. Sobre esa idea, explica la actriz que "nosotros somos un poco bisagra, nos hemos tenido que adaptar a un cambio muy fuerte, estando en medio de dos mundos, el analógico y el digital. Es una generación compleja la nuestra". Su hija vio Rita muchas veces y fue conociendo el proceso de montaje sin sonorizar ni talonar, y versiones previas, participando en estas decisiones con sus hermanos.

Una imagen que muestra la complicidad entre la actriz y Ava. Cedida
"Les pido opinión y me sirve. Tienen una mirada de ahora, diferente a nosotros. Lo que les gusta es ver cómo nos divertíamos. Ellos han jugado en la calle, pero no como en nuestra infancia. Tampoco saben lo que es un cromo, ni que los coleccionábamos en álbumes", remata.
"Hay algo que me preocupa -incide-, y es el hecho de que los niños, en general, ya no se aburran. Siempre tienen algo que mirar en una pantalla. En el fondo es terrible, porque cuando no te aburres, no proyectas, no te visualizas en el futuro, no divagas. Imaginar otras alternativas es maravilloso, te hace buscar tu camino, y ahora no tienen tiempo para eso porque están hiperestimulados. Quizá Rita es esa vuelta atrás y ese homenaje a nuestras infancias. Me gusta la idea de poner en valor cómo fuimos niños".
Paz Vega inicia ahora un emocionante camino hacia su segundo largometraje como directora. Aunque lo compaginará con su labor como actriz, está volcada en este proyecto y en la maternidad.
"A la hora de escribir, me doy cuenta de que vuelvo a insistir en ciertos temas, en mis propias obsesiones, en cosas que tengo que purgar. Pero la nueva película tendrá otra atmósfera y otra manera de narrar. Historias hay muchas, la clave está en cómo las cuentas. Esta se va a rodar en República Dominicana; es muy bonita y tiene un trasfondo universal. También hablo de la infancia, de la hermandad, de cuidar a los demás. Supongo que escribes sobre lo que te emociona", adelata.
Y Paz Vega envía un mensaje a su hija: "En la vida todo tiene que ver con buscar la felicidad en ti, no en el exterior. Ahí está el secreto: levántate cada día para hacer algo que tenga que ver con tu yo interno y no con nada material. Busca la verdad y la belleza en ti".