
Un fotograma de la serie 'Adolescencia' 2m2a4j
Las macabras conexiones entre el asesinato de Nantes y la serie 'Adolescencia' 256v63
El caso del adolescente que acabó con la vida de una compañera de instituto en la ciudad sa arroja paralelismos con la teleficción de Netflix. 101j66
Más información: Una estudiante muerta y otros tres heridos en un ataque con cuchillo en un instituto de secundaria de Nantes 58x55
Un adolescente asesina a una compañera de su instituto con un arma blanca. Esta acción corresponde a un suceso ocurrido este jueves en Nantes (Francia) y es la palanca que activa la trama de Adolescencia, la serie de ficción de Netflix estrenada el pasado mes de marzo convertida en fenómeno global. Más allá de la identidad de los homicidas (adolescentes varones) y las víctimas (alumnas del mismo centro educativo) y la coincidencia en el arma homicida, las similitudes entre el caso de Nantes y el que atañe a Jamie Miller (Owen Cooper), personaje protagonista de Adolescencia, residen en el móvil de los crímenes y las circunstancias que orbitan en torno ellos.
El asesino de Nantes acabó con la vida de la chica con un cuchillo y dejó malheridos a otros tres compañeros. Si no hubiera sido por la intervención de unos profesores del instituto, la tragedia podría haber sido mayor. El homicida, de 15 años, vestía de negro y llevaba casco y pasamontañas. El protagonista de la serie, ambientada en una localidad de Inglaterra, parecía tener su crimen menos planeado. Harto de que una chica que lo había rechazado anteriormente se burlara de él a través de Instagram, decide apuñalarla en un parking y a cara descubierta.
Las motivaciones de ambos criminales son distintas, pero guardan ciertos paralelismos. Algunos alumnos del instituto Notre-Dame-de-Toutes-Aides, en Nantes, han revelado a la prensa sa que el homicida era una persona depresiva, frágil y aficionada al Fortnite, un videojuego que destaca por la violencia. Es difícil no imaginárselo encerrado en su habitación, como a Jamie Miller, incubando rencor hacia una sociedad que, según creen, les detesta. "Reservado, negativo y oscuro" son algunos de los apelativos que atribuyen al asesino de Nantes. "Tenía uno o dos amigos, pero no era normal". Además, "nos enviaba vídeos de suicidios", añaden otros testimonios.
Miller, por su parte, emponzoñaba su mente en internet y las redes sociales, espacios donde a menudo se cultiva el odio, que se proyecta en varias direcciones: género, raza, religión... El caso del protagonista de Adolescencia corresponde a la misoginia. Convencido de su nulo atractivo físico, culpa a las mujeres de su propio fracaso a la hora de mantener relaciones de cualquier tipo con ellas. La serie desliza que el chico podría estar absorbido por los incels, un perverso movimiento que remite al "celibato involuntario" de los hombres. Estos consideran que el feminismo ha fagocitado todo el poder y las mujeres son las culpables de todos sus males.
El asesino de Nantes presumía de que Hitler era su amigo, lo que nos lleva a localizar el nexo en las ideologías tradicionalistas, muy proliferantes en la red, de ambos criminales. En este sentido, ambos homicidas echan la culpa al sistema: el de la serie, a una sociedad condescendiente con la mujer, su principal enemiga; el de Nantes, a un mundo que desprecia el medio ambiente. Horas antes de perpetrar el crimen, envió un correo electrónico a sus compañeros con un documento de trece páginas al que denominó Acción inmunitaria. Aunque la Policía no vincula el manifiesto con las acciones del atacante, este denuncia un "ecocidio globalizado".
Según el homicida, estamos inmersos en un "sistema tecnoindustrial global", esto es, un "tumor en expansión que destruye las condiciones de viabilidad del organismo de la Tierra". Además de sus reivindicaciones, llama repetidamente a la "rebelión ecológica", pues "no es una elección moral: es una necesidad biológica". La única frase que parece tener sentido en el texto es la que reza: "El sistema no sólo destruye los ecosistemas: destruye las psiques".
"Esta tragedia nos concierne a todos, no es un suceso, es un problema social", ha asegurado el ministro del Interior francés, Bruno Retailleau. Una declaración que vuelve a remitirnos a la serie de Netflix, aclamada tanto por sus virtudes técnicas —todos los capítulos están grabados en plano secuencia— como por su capacidad para poner encima de la cosa cuestiones espinosas relativas a la adolescencia. Stephen Graham, creador de Adolescencia, ha afirmado en más de una ocasión que no se inspiró en un caso real, sino en casos consecutivos de adolescentes que apuñalan.
El caso de Nantes, igual que ocurrió con la serie el pasado mes de marzo, ha vuelto a reabrir debates como la necesidad de regular el espacio digital a los adolescentes o respetar su intimidad, la regulación legislativa en los casos de menores criminales y el cometido de los padres y educadores, entre otros.