
Cineasta marcadamente político, con ficciones como 'El joven Karl Marx' (2017) y documentales como 'I Am Not Your Negro' (2016), regresa con un estudio sobre la vida y la obra del fotógrafo sudafricano Ernest Cole. fx4p
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En 1967, el fotógrafo sudafricano Ernest Cole lanzó su libro House of Bondage, donde reveló al mundo los horrores del apartheid. Aquella publicación lo forzaría a exiliarse primero en Nueva York y después en Europa, para no regresar jamás. Medio siglo después, en 2017, se hallaron 60.000 de sus negativos en una caja fuerte de un banco sueco.
En su nuevo documental, Ernest Cole: Lost & Found, el cineasta haitiano Raoul Peck (Puerto Príncipe, 1953) da la oportunidad al artista de hablar de su propio viaje personal, frustrado por la inacción de Estados Unidos frente la barbarie en su país y por su encasillamiento como retratista de la miseria.
Pregunta. ¿Qué motivó este filme, Ernest Cole o el misterio tras sus fotografías perdidas?
Respuesta. Todo empezó cuando la fundación de Ernest Cole se puso en o conmigo después de ver mi película I Am Not Your Negro (2016), pero yo ya estaba desarrollando la serie documental Exterminad a todos los salvajes (2021) para Prime Video. No obstante, les ayudé a proteger parte de los negativos y les apoyé económicamente para la creación del archivo.
»Dos años después, leyendo libros y artículos, pensé: “vaya, aquí hay una película con la que me identifico y a través de la que podría decir algo”. Averigüé que Ernest había sido famoso y había hecho grandes fotos, pero que terminó paranoico y sin hogar. La pregunta me asaltó: una persona no acaba como un sintecho sin más, ¿qué le había sucedido?
Un artista exiliado 13c21
P. Usted también es un artista exiliado, ¿con qué otros aspectos de la biografía de Cole se sintió identificado?
R. Identifiqué su viaje personal con el que han vivido muchos artistas. Yo también he pasado por eso y he sufrido, pero no me quedé en la calle. En mi país, Haití, hubo una dictadura salvaje hasta 1986, así que sé de qué hablo. El segundo aspecto biográfico que compartimos es que cuando eres un joven artista y abandonas tu país, el cambio no consiste en conseguir una visa, sino que has de hacer un gran esfuerzo. Cuando llegas al llamado mundo libre, empiezas a descubrir sus limitaciones, que son peores de las que podías temer. Amas tu país y has dejado atrás a tu familia, a amigos, tu infancia… y te instalas en otro lugar donde no eres bien recibido.
P. ¿Hasta qué punto agudizó esas limitaciones su raza?
R. En sus sueños, su modelo era Henri Cartier-Bresson y su trabajo en el fotolibro The People of Moscow, pero a Cole se le consideró, por encima de todo, un fotógrafo negro. Quería moverse por el mundo como lo hacía el francés, pero aprendió por las malas que no iba a ser su caso. Los fotógrafos negros estadounidenses no recibían reconocimiento, a pesar de su cobertura de los movimientos de derechos civiles. La única excepción fue Gordon Parks, que era más conocido en Hollywood. Ernest era ambicioso, pero se dio de bruces con de mundo occidental, donde siempre quieren encasillarte.
P. Usted se ha convertido en su propio productor. ¿Ha sido su manera de evitar ese encasillamiento?
R. Así es. Me convertí en productor porque eso me proporciona libertad. Aprendí pronto, a través de James Baldwin, que no hay que dejar que nadie defina quien eres. Nunca he hecho una película por obligación. He rechazado largometrajes aunque necesitara el dinero, porque no he querido ser lo que la industria esperaba de mí. No me arrepiento de ninguno de mis proyectos. Sé por qué me embarqué en cada uno de ellos.
Demasiado paternalismo 174z36
P. La cantidad de material en el que tuvo que bucear para montar esta película es apabullante. ¿Hubo alguna serie específica de fotografías que le ayudó a encauzar su narrativa?
R. Tomé el fotolibro House of Bondage y extraje todo el texto que necesitaba para poder contar la historia, porque la principal decisión fue que Ernest contara su historia, ya que de esa forma volvería a tomar el control sobre el relato de su vida. Ha habido mucha gente hablando en su nombre y demasiado paternalismo. No quería bustos parlantes ni expertos, porque he leído lo que muchos de ellos han escrito sobre Ernest Cole y no creo que hayan hecho un retrato acertado. El resto fue sencillo. Estuve clasificando fotos y distribuyendo por montones: parejas mixtas, mendicidad, mujeres, amor... para ir mapeando.

Una imagen de la película 'Ernest Cole: Lost and Found'
P. ¿De dónde proceden las palabras en off de Ernest Cole que no tomó de House of Bondage?
R. Realicé un esquema y empecé a escribir frases como “¿Por qué me siento así?”. Ese fue el punto de partida: tratar de escribir sobre un hombre que estaba al límite. También indagamos, intentamos encontrar a amigos, a gente que lo conociera. Quería alejarme de anécdotas que no dicen nada y encontrar frases con fondo que usar en el texto. Para entonces ya estaba entrenado para pensar como Ernest Cole y escribir como él lo hubiera hecho: una mezcla de poesía, lenguaje directo, discernimiento político y arte.
P. La película también aborda la repatriación de los negativos encontrados en Suecia, pero no aporta una explicación a un suceso que ha sido objeto de intensa especulación. ¿Por qué?
R. Tengo una teoría sobre lo que sucedió, pero si no está en la película es porque he de probarlo antes de hacerlo público. No obstante, mi intención es que Cole cuente su historia. No me importa quién
mintió, omitió o maquilló la realidad, allá ellos con su conciencia, lo que me importa es que todo su trabajo está de vuelta a casa. Dar espacio a los responsables de esa desaparición en la película hubiera sido darles importancia.
P. En los últimos años, varios documentales han ganado el premio principal tanto en la Berlinale como en Venecia. ¿Cuál es, bajo su parecer, el estado de salud del género?
R. No nos engañemos, ha habido una proliferación de propuestas a las que llaman documentales, pero, bajo mi criterio, no lo son, ni en términos éticos ni artísticos ni financieros. Son productos. Yo aprendí que si haces un documental sobre una comunidad, has de pasar al menos seis meses en esa comunidad y no sacar tu cámara, porque de lo contrario, estás echando a perder el proyecto.
»Hoy en día puedes disponer de dispositivos de bolsillo con los que grabas con una aproximación de cámara oculta. Con eso, CNN hace documentales, pero en realidad, es periodismo. Un documental se construye con tiempo: escuchas, comprendes y elaboras, no capturas ni robas.