Trump y Zelenski se reúnen durante el funeral del Papa para una charla "simbólica" que podrá ser "histórica" 5r134l

Apenas 24 horas después de que el Kremlin se confesara satisfecho tras la reunión con Steve Witkoff, el constructor convertido en diplomático por Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos ha mantenido una reunión en el Vaticano con Volodimir Zelenski. Justo antes, claro, del funeral por el papa Francisco. Lo ha contado el portavoz del ucraniano, Serguí Nikíforov, a la agencia pública ucraniana de noticias. Al terminar la misa, ambos líderes han vuelto a hablar sobre el futuro de Ucrania desde posiciones muy alejadas.

Zelenski —engalanado con una guerrera negra, ovacionado por los feligreses en la plaza de San Pedro— ha definido la charla como "simbólica" a la espera de poder decir que es "histórica". Trump, poco después, ha viajado de vuelta a Washington. Su indumentaria ha sido, también, motivo de comentario. Eligió un traje azul metálico para diferenciarse del resto de líderes occidentales. El protocolo requería algo más oscuro: de luto.

Es cierto que no hay más detalles sobre el contenido de las conversaciones. Tampoco es esperable que fuesen demasiado largas. Pero ganan importancia al ser la primera vez que el presidente ucraniano y el estadounidense se ven frente a frente tras la encerrona que Trump y su vicepresidente, JD Vance, le hicieron al presidente ucraniano en el Despacho Oval. Luego lo echaron de malas maneras.

Tras la bronca, Elon Musk cortó la señal de sus satélites a las tropas ucranianas que combaten la invasión rusa y el Pentágono dejó de compartir información. Esta ayuda es crítica para Kyiv. Sólo la disculpa pública de Zelenski y el compromiso a cederle buena parte del negocio de los minerales críticos sirvió para reactivar una colaboración que, en cualquier caso, ya no es tan intensa como en la época de Joe Biden.

Volodimir Zelenski, en la Plaza de San Pedro. Reuters

Hay más. Para Trump, es el primer viaje oficial al exterior desde que volvió a la Casa Blanca, hace 100 días. La muerte de Francisco I ha trastocado su voluntad inicial. Comenzar su gira por el mundo por Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, en ese orden: una confirmación de prioridades.

Quien no ha aterrizado en Fiumicino, como contamos en este periódico, es Vladímir Putin. El futuro del presidente ruso peligraría en caso de que pusiera un pie en Italia, uno de los países signatarios del Estatuto de (precisamente) Roma que reconoce la legitimidad de la Corte Penal Internacional. En marzo de 2023, el Tribunal de La Haya emitió una orden de arresto contra Putin y contra su comisionada presidencial para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova. Por eso, el jefe del Kremlin sería detenido. Ha enviado en su lugar a su ministra de Cultura, Olga Liubímova. Perfil bajo.