
Los participantes, en el foro. 1l2yn
El SOS de los pueblos más turísticos de Aragón: "La falta de vivienda es el principal freno a nuestro crecimiento" 2f5q5x
Los alcaldes de Boltaña, Aínsa, Beceite y Daroca analizan piden ampliar los plazos de los fondos europeos, menos burocracia y unidad para "salir de esta". 1t681o
Más información: Aragón no quiere ser Ibiza: su plan para que los pueblos más turísticos no mueran de éxito por la falta de vivienda. 5v5h25
La vivienda se ha convertido en uno de los mayores problemas en Aragón y en el conjunto de España. La escasa oferta y el elevadísimo precio de los alquileres amenaza con asfixiar a los principales municipios, que ven en esta problemática el mayor freno a su crecimiento. Esto ocurre, sobre todo, en los más turísticos, donde los trabajadores empiezan a tener serias dificultades para encontrar alojamiento sin arruinarse.
En este contexto, EL ESPAÑOL DE ARAGÓN ha querido reunir a los alcaldes de cuatro de las localidades más turísticas de la Comunidad para profundizar en sus inquietudes y explorar las soluciones que las distintas istraciones están poniendo sobre la mesa. ¿Se llegará a tiempo? ¿Se agravará el problema en los próximos años? José María Giménez, alcalde de Boltaña; Enrique Celma, regidor de Beceite; Miguel García, máximo representante de Daroca y Enrique Pueyo, primer edil de Aínsa, no tiran la toalla, aunque avisan de que, para salir de esta, “todos” tendrán que involucrarse al máximo y piden a Europa “más plazo” para terminar los proyectos que beberán de los fondos europeos.
I Foro El Español de Aragón.
“A Boltaña querría venir más gente a trabajar, pero no sabemos dónde meterlos. Hablamos de maestros, guardias civiles… Falta vivienda para poder acoger a este tipo de perfiles”, ite Giménez.
En Aínsa, a siete kilómetros, la situación es muy similar. “Llevamos desde 2007 sin que se construya ningún edificio. Es decir, 18 años. Tenemos mucha demanda de trabajo, pero falta lo más importante”, lamenta Enrique Pueyo. Todo se paró con la crisis de 2008, con edificios incluso “a mitad” y, desde entonces, ninguna empresa se ha atrevido a llevar sus grúas.

Los alcaldes de Aínsa y Boltaña, durante el foro. E. E.
La Sareb ha sacado adelante dos parcelas que tenía en su poder para poner a la venta más de una veintena de pisos. Esto ha hecho que el mercado, que estaba “totalmente colapsado”, haya cogido “un poco de aire”, pero, aún así, la inquietud persiste.
En el caso de Beceite, las cifras hablan por sí solas. El municipio tiene 580 habitantes y oferta alrededor de 600 plazas turísticas. “Tenemos una falta importante de vivienda social de alquiler, tanto para trabajadores como para gente que quiere instalarse”, expone Enrique Celma.

Los regidores de Daroca y Beceite explican la situación de sus municipios. E. E.
Daroca también es eminentemente turístico. “Con una población de aproximadamente 1.950 habitantes, tenemos alrededor de entre 300 y 400 personas que a diario van y vienen desde Zaragoza para cubrir los servicios básicos. A esto se une la declaración de Conjunto Histórico Artístico, que complica la rehabilitación”, dice su alcalde, Miguel García.
Todo esto ha hecho que los ayuntamientos se hayan convertido en auténticas agencias inmobiliarias. “La pandemia hizo que la gente de las ciudades mirase a los pueblos. Muchos nos llaman diciendo que les gustaría instalarse y te conviertes en el nexo entre quienes quieren venir y quienes tienen un piso o una casa disponible”, explica el primer edil de Boltaña.
En Aínsa, hay personas que han ido para hacer sustituciones o trabajar en verano y se han encontrado verdaderas dificultades. “Eso nos llevó a alquilar, por iniciativa propia, viviendas para que esos profesionales tuvieran un lugar donde ir. Si no, sería imposible que pudieran desarrollar su labor en nuestro municipio”, ite Pueyo.
Lo mismo ocurre en Beceite. “Hay gente que, gracias al teletrabajo, vendría largas temporadas a vivir aquí, pero no hay disponibilidad de vivienda para ese público”, señala su regidor.
Para Daroca, la cercanía a Zaragoza es un problema a la hora de fijar población, ya que la gente tiende a ‘hacer rueda’ desde la capital. “La falta de vivienda es el factor número uno que nos impide crecer. En nuestro caso, la última promoción de vivienda de protección oficial terminó en 2004. Llevamos dos décadas sin una nueva”, afirma.
“Todo lo que se construye se vende” 4g1v2r
En Boltaña sí se ha construido, pero todo lo que se construye se vende. El gran ‘pero’ de estos municipios viene con el alquiler, que ha llegado a cifras “casi inalcanzables” para la gente que acude a trabajar. “Hay poca oferta y mucha demanda, lo que hace que los precios vayan para arriba. La falta de obra nueva también ha encarecido la segunda mano. El alquiler medio lo tenemos ya entre los 600 y los 650 euros, una barbaridad para un pueblo. Antes solía estar entre los 350 y los 400”, agrega el alcalde de Aínsa.
En Beceite, toda la vivienda que se construyó en su día “era de compra”. “Para el alquiler nunca ha habido oferta. Como consecuencia, se ha encarecido muchísimo, más del doble”, comenta Celma.
García, por su parte, pone un ejemplo real: “Entre finales de febrero y principios de marzo habrá una rotación de 90 funcionarios del centro penitenciario y muchos no se podrán quedar”. Como en Boltaña, el Ayuntamiento hace las veces de agencia inmobiliaria. “Todas las semanas vienen entre dos y tres personas a preguntar si hay alguna vivienda disponible. Muchos se tienen que ir a las poblaciones cercanas”, apunta.
Una de las soluciones que se está imponiendo en localidades como Boltaña, especialmente entre los más jóvenes, es compartir piso. Los problemas se intensifican, sobre todo, en verano, lo que ha llevado a las empresas con más recursos a comprar alojamientos para sus trabajadores, una alternativa inasumible para las más humildes. “Hay negocios a los que les está costando encontrar gente de fuera porque no les pueden ofrecer vivienda”, completa el máximo representante de Beceite. “También afecta a los puestos de categorías superiores, lo que hace que exista mucha temporalidad e inestabilidad”, completa su homólogo de Daroca.
Las soluciones 186349
Todos estos municipios se beneficiarán, en mayor o menor medida, del plan ‘Más vivienda, mejor turismo’ del Gobierno de Aragón. “En Boltaña se construirán 15 más otras cinco que vendrán por otra línea de subvención. Nos permitirá tener vivienda pública a un precio de cinco euros el metro cuadrado. ¿Serán suficientes? Para empezar, yo pienso que sí”, avanza Giménez. Beceite también confía en que esta iniciativa frene el problema en el corto y medio plazo. “Lo paliaremos temporalmente, por lo menos cinco o diez años”, señala.
En Daroca se construirán 15 viviendas, una cifra que, como dice su alcalde, tiene que verse en perspectiva. “Tenemos 1.900 habitantes. Con lo cual, es como si se construyeran alrededor de 6.000 en Zaragoza”, explica.
Los cuatro alcaldes creen que todas las istraciones deben involucrarse al máximo. “Los ayuntamientos disponemos de suelos. Las diputaciones, la DGA y el Gobierno de España deben sumar esfuerzos”, coinciden. Si no, Aragón corre el riesgo de vivir situaciones como las que se están produciendo en Ibiza, con trabajadores viviendo en caravanas por no poder permitirse un alquiler.
“Esto está empezando a suceder ya aquí. Si vas a Formigal verás un montón de gente en autocaravanas en el parquin de entrada a la estación de esquí. Son las personas que trabajan allí en invierno y que no tienen dónde poder alojarse, la situación es ya muy crítica”, advierten desde Aínsa.
El de Pueyo fue un Ayuntamiento “pionero en Aragón” a la hora de regular las viviendas de uso turístico. “Pasamos de tener tres en 2016 a 40 en 2023. Los números estaban disparados, y aunque nos pusieron problemas desde Turismo, conseguimos modificar el plan general y frenar todo en seco. Otra de las cosas que hemos hecho ha sido inspeccionar todas las que salen en los distintos portales inmobiliarios para comprobar que ninguna se está alquilando de forma fraudulenta”, añade.
Los proyectos, al detalle 6l2d53
Boltaña tenía concedida desde 2022 una ayuda de 850.000 euros de fondos europeos, pero asumir la parte restante era “complicado”. Esto les llevó a ceder el suelo y la subvención al Gobierno de Aragón, que ejecutará los trabajos a través del citado plan. Con vivienda a precio asequible, la localidad espera “atraer a más gente”.
Mientras, en Aínsa tienen casi 900.000 euros de subvención para 22 viviendas. El proyecto, no obstante, subía a cerca de 3,3 millones de euros, lo que les llevó a hablar con el Ejecutivo autonómico. Empezaron ya con el de Javier Lambán, y han continuado haciéndolo con el de Jorge Azcón.
Las viviendas salieron a licitación el pasado 12 de febrero, un plazo que acabará este próximo 4 de marzo y que tiene en vilo a los municipios. El principal temor es que los concursos queden desiertos. “Hemos hablado con un montón de empresas y, o bien dicen que no les da tiempo o que no tienen capacidad para poder llevarlas a cabo. Ninguna nos ha dicho que vaya a presentarse. En estos momentos tenemos un problemón. O se prorroga el plazo dado por Europa o va a ser muy difícil que podamos construirlas antes de junio de 2026”, avisa Pueyo.
Si se pierde la subvención será “muy complicado” poder llevar a cabo un nuevo proyecto de estas características, con garajes y sótanos de nueva planta, de ahí su preocupación. “Pedimos que, por lo menos, alarguen el plazo hasta finales de 2026 o, si es posible, hasta junio de 2027. Sería un alivio para los ayuntamientos”, afirma.
El caso de Beceite es algo distinto. Ellos tenían una subvención de 289.000 euros para un proyecto de seis viviendas de dos y tres habitaciones que, aunque inicialmente iban a asumir con fondos propios, ha terminado acogiéndose al plan autonómico. Esto hace que ya tengan el proyecto, lo que les lleva a confiar en que salga adelante.
Daroca, por su parte, espera 15 viviendas. “Se ubicarían en el antiguo convento de La Merced, en una parcela de más de 2.000 metros cuadrados, pero el proyecto todavía está en fase de redacción. Por otro lado, dentro del ‘Plan 700’ optamos a nueve más. Aquí, es el Ayuntamiento el que tiene que completar el coste, y si no llegan subvenciones recurrir al endeudamiento”, aclara su regidor.
Los cuatro alcaldes ven muy complicado que se reactive el interés de la iniciativa privada, especialmente en lo que respecta al mercado del alquiler, de ahí la importancia del apoyo de las istraciones. Tampoco hay excesivas facilidades para la rehabilitación. Especialmente en municipios como Daroca, donde llevan desde 2015 intentado aprobar una revisión del plan general.
“istrativamente, nos morimos todos en papel y en tramitaciones. Tener que estar 10 años para esto me parece fuera de lugar, porque cuando terminemos la revisión habrá que empezar otra vez para actualizarlo. El tratamiento que tenemos los municipios pequeños es igual que el de capital, y eso no puede ser. Habría que dar una vuelta a los planes generales. Deberían ceñirse más a nuestras necesidades y circunstancias”, opina Miguel García.
Futuro próximo 6c5bn
Pese a los problemas existentes, los regidores creen empezar a ver la luz al final del túnel. “Yo quiero pensar que si generamos 20 viviendas públicas tendremos un colchón para muchos años. Ojalá dentro de un año y medio podamos empezar a sonreír y decir que ya están todas construidas”, comentan desde Boltaña.
Lo importante, agregan desde Aínsa, es que Europa acceda a retrasar la fecha límite de los fondos europeos, dado que, de lo contrario, los pueblos "van a sufrir mucho".