El economista Gonzalo Bernardos.

El economista Gonzalo Bernardos. 1o1j1n

Sociedad

Gonzalo Bernardos, economista: “Los compradores de vivienda deberán disponer de un ahorro de al menos...” s5u1t

Si vas a pedir una hipoteca, toma nota. Estas son las cinco claves que van a tener en cuenta los bancos para dártela o no según el experto. 2d1050

Más información: Daniel Lacalle, economista: “Llega el euro digital y el objetivo es el control de tu dinero” 23441j

Publicada

La vivienda es uno de los principales problemas para los españoles. Así queda reflejado en las últimas encuestas del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). El economista Gonzalo Bernardos ha puesto sobre la mesa cuáles son las causas que hacen que el banco deniegue la hipoteca a los interesados en comprar un piso.

En concreto, y en un artículo publicado en Crónica Global, enumera las cinco causas por las que una entidad financiera puede denegar la hipoteca a aquellas personas que estén interesadas en conseguirla. La primera es un insuficiente ahorro. “Los compradores deberán disponer de un importe ahorrado de al menos 77.500 euros para obtener la hipoteca y adquirir el inmueble deseado”, afirma.

Cantidad que sería la adecuada para una vivienda de 250.000 euros a la que habría que añadir otros gastos como el IVA, notario o gestoría, entre otros. Con ellos, el gasto sería de 277.500. Por norma, el banco suele ofrecer el 80% del total. Es decir, que esa persona se hipotecaría por 200.000 euros y necesitaría tener unos ahorros de 77.500 euros.

Solvencia y edad 2di32

Son otros dos puntos que el economista remarca. “Por regla general, los bancos estiman que una familia es solvente si destina como máximo el 35% de sus ingresos netos al pago de sus préstamos”, indica. Y apunta a los siguientes: la hipoteca, los relacionados con la compra de un automóvil, electrodoméstico, viaje...

Pero matiza: “Dicho criterio es incumplido por las entidades financieras si los prestatarios disponen de unos elevados ingresos netos. Así, si estos ascienden a 6.000 euros mensuales, la mayoría de los bancos estarán dispuestos a conceder al anterior hogar una hipoteca cuya cuota mensual se sitúe en 3.000 euros (el 50% de sus ingresos)”.

Respecto a la edad, a partir de los 60 años es casi ‘misión imposible’ obtener la hipoteca. “Dado un idéntico endeudamiento, la cuota a sufragar por los que están a punto de jubilarse será bastante más elevada que la pagada por los jóvenes. El motivo será el distinto plazo inicial del préstamo. Para los primeros, se situará por debajo de los 15 años; para los segundos, si así lo desean, llegará a las 30 anualidades”, explica Gonzalo Bernardos en Crónica Global.

No es la única causa. El economista añade otra, que es la disminución de los ingresos de estas personas al dejar de percibir su salario y recibir una pensión. “Si su jubilación supone una importante merma de su renta neta, numerosos bancos le denegarán la hipoteca al solicitante, especialmente si creen que en el futuro será difícil venderle nuevos productos o servicios complementarios”, remarca.

Otras causas 6a1y5i

Aquellas personas que tienen unos ingresos netos irregulares también tendrán más complicado obtener una hipoteca del banco. Y ahí se pueden encuadrar tanto a los asalariados con contratos temporales como a una parte de los autónomos.

“Los primeros porque constituye una incógnita la remuneración que obtendrán después de la finalización del actual acuerdo con la compañía. Puede que los haga fijos y les aumente el salario. No obstante, también es posible que la empresa no renueve su vinculación con el trabajador y a este le cueste varios meses encontrar un nuevo empleo”, apunta Bernardos.

Y, respecto a los autónomos, menciona que los bancos dividen a los autónomos entre los que poseen ingresos netos regulares y los que no. Los primeros los compara con los asalariados. Pero, para los segundos, “cuanto mayor es la variabilidad de su retribución neta, menor es la posibilidad de lograr una hipoteca”.

Por último, el economista remarca el hecho de que la vivienda no le guste al banco. ¿Por qué? Porque considera que ese inmueble será difícil de vender sin efectuar un elevado descuento en el precio, “si su propietario pasa por apuros económicos. Por tanto, la garantía asociada al préstamo no es buena y existe un mayor riesgo de morosidad del deseable”.