La Seguridad Social lo confirma: rebajará la pensión a estos trabajadores pese a tener 40 años cotizados 3u2w44

En España, la Seguridad Social permite a ciertos trabajadores con largas carreras de cotización acceder a la jubilación anticipada.

Esta opción, conocida como jubilación anticipada voluntaria, permite retirarse hasta dos años antes de la edad legal ordinaria.

Pero, aunque suene tentador, no es gratuita: conlleva recortes importantes en la pensión mensual.

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En el año 2025, la edad ordinaria para jubilarse será de 66 años y 8 meses. Este es el límite general establecido para quienes no cumplen ciertos requisitos de cotización.

No obstante, las personas que hayan cotizado al menos 38 años y tres meses podrán acceder a la jubilación a los 65 años, adelantando así su retiro sin penalización.

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En relación a la jubilación anticipada, esta puede solicitarse de forma voluntaria a partir de los 63 años, siempre que se hayan cotizado más de 38 años y tres meses.

Si no se alcanza ese periodo, la edad mínima es de 64 años y 8 meses, con al menos 35 años cotizados, de los cuales dos deben estar comprendidos en los últimos 15 años.

Por su parte, la jubilación anticipada involuntaria puede solicitarse desde los 62 años y 8 meses, con al menos 33 años cotizados, si el cese fue por causas ajenas al trabajador y se ha estado inscrito como demandante de empleo al menos seis meses.

Finalmente, en profesiones penosas, peligrosas o insalubres (como mineros, bomberos o policías), se puede acceder a la jubilación anticipada desde los 52 años, con derecho al 100% de la pensión gracias a coeficientes reductores específicos.

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Un detalle importante es que la pensión resultante debe ser superior a la pensión mínima que correspondería al beneficiario según su situación familiar a los 65 años.

Este requisito busca asegurar que la persona no quede desprotegida económicamente.

Las penalizaciones detrás del anticipo 346i6u

Muchos trabajadores se preguntan por qué se penaliza a quienes han contribuido tanto al sistema. La respuesta radica en que, al cobrar la pensión durante más años, el coste para el sistema público aumenta.

Para proteger las finanzas del sistema, la Seguridad Social aplica recortes proporcionales. Además, las reformas recientes de Pedro Sánchez buscan frenar las jubilaciones anticipadas y premiar las demoradas.

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De esta forma, los coeficientes reductores aplicables en 2025, establecidos en la reforma de 2022, pueden suponer un recorte de hasta un cuarto de la pensión.

Así, dependiendo de los años cotizados y de cuánto se adelante la jubilación, la reducción varía:

• Si se han cotizado menos de 38 años y 6 meses, adelantar dos años la jubilación puede reducir la pensión hasta un 21%; si solo se adelanta un mes, la reducción ronda el 3,26%.

• Para quienes tienen entre 38 años y 6 meses y 41 años y 6 meses cotizados, el recorte es del 19% con dos años de anticipo, o del 3,11% si es solo un mes.

• Si se acumulan entre 41 años y 6 meses y 44 años y 6 meses cotizados, la reducción es del 17% por dos años de adelanto, o del 2,86% por un mes.

• Finalmente, quienes superan los 44 años y 6 meses cotizados enfrentan una penalización del 13% al adelantar dos años, y del 2,81% si es solo un mes.

Estos porcentajes se aplican una vez calculada la base reguladora de la pensión, que determina el valor inicial sobre el cual se hacen los ajustes.

Es decir, el recorte que se aplica es significativo y afecta directamente al importe mensual que se percibe, reduciendo así los ingresos del jubilado de manera notable durante toda su etapa de retiro.

¿Existe una jubilación anticipada sin recortes? i2f4

En la modalidad voluntaria, no es posible evitar los recortes. Sin embargo, el sistema contempla ciertas excepciones para casos específicos.

Profesionales que desempeñan trabajos excepcionalmente duros, peligrosos, tóxicos o insalubres, y que presentan altas tasas de enfermedad o mortalidad, pueden acogerse a regímenes especiales de jubilación anticipada con reducción de edad.

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Además, las personas con discapacidad pueden anticipar su jubilación sin que se recorten sus años de cotización. Dependiendo del grado de discapacidad, es posible jubilarse incluso a los 52 o 56 años.

En resumen, la jubilación anticipada voluntaria es una opción reservada para quienes han acumulado una larga vida laboral, pero viene con costes.

Las reformas recientes buscan reforzar la sostenibilidad del sistema público de pensiones, desincentivando el retiro temprano y fomentando, en cambio, que los trabajadores permanezcan activos el mayor tiempo posible.