Doctor Longo, experto en longevidad: "Quienes dejan la dieta occidental viven hasta 13 años más en España"

La información sobre qué es una alimentación saludable cada vez es más completa y más accesible. Por desgracia, esto nos sugiere que durante años no hemos comido tan bien como habría sido posible.

En los últimos años, la dieta occidental —caracterizada por el consumo frecuente de carne roja y alimentos ultraprocesados— se ha impuesto en países que, como España, tenían una dieta tradicional saludable.

La dieta mediterránea que nuestros abuelos sí respetaban era una dieta, ni más ni menos, basada en productos vegetales. La presencia de carne en ella es indiscutible, pero era mucho menor que ahora.

Sin embargo, los estudios científicos parecen indicar que nunca es tarde para cambiar nuestra dieta. Es decir, que por muchos años que llevemos acumulados de dieta occidental, dejarla es beneficioso.

Los beneficios de volver a una dieta basada en alimentos vegetales, como la mediterránea, tienen que ver con un mejor estado de salud, un menor peso corporal y, sobre todo, menos riesgo de enfermedades.

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Los vegetales son ricos en fibra y en antioxidantes y, por eso, cuando abundan en la dieta somos capaces de reducir las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares o incluso algunos tipos de cáncer.

Al final, tener una menor probabilidad de enfermar repercute en un aumento de la esperanza de vida. Es decir, estas dietas basadas en vegetales están relacionadas con la longevidad.

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Sobre esto sabe mucho Valter Longo, director del Instituto de la Longevidad de la Facultad de Gerontología de la Universidad de California del Sur, en Estados Unidos. Él mismo ha diseñado una "dieta de la longevidad".

Recientemente ha publicado en su perfil de Instagram un vídeo en el que interviene en un podcast para hablar de la importancia de mejorar nuestra dieta sea cual sea la edad que tengamos.

Cambiar de dieta

"Hay un estudio noruego que analizó a millones de personas en China, en Europa y en Estados Unidos y demostró con estadísticas que las personas que cambiaron a los 20 años su dieta occidental vivían más".

El experto señala que estas personas pasaban de tener un patrón alimenticio acorde a la dieta occidental a otro muy similar a la dieta de la longevidad que él mismo ha diseñado. "El aumento de esperanza de vida fue de 11 a 13 años".

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"Y todo ello sin hacer ayuno intermitente y otras muchas cosas de las que ahora hablamos, sólo cambiando la dieta diaria a una muy similar a lo que llamo la dieta de la longevidad", destaca Longo.

Pero, ¿en qué consiste la dieta de la longevidad? Longo enumera: "Muchas legumbres, muchos cereales, nada o muy poca carne roja, muy poca carne, pescado neutro o un poco, un poco de huevos…".

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Es decir, más de una década de vida si cambiamos nuestra dieta al cumplir los 20 años. Pero ¡ojo! porque el estudio también encontró mejoras en la esperanza de vida en quienes hacían el cambio más tarde.

"Si el cambio ocurría a los 60 años de edad, el aumento de la esperanza de vida rondaba los ocho o nueve años extra. Incluso, si se hacía a los 80 todavía se producía un aumento", subraya.

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Quienes se pasaron a la dieta de la longevidad tras cumplir 80 años demostraron vivir hasta tres o cuatro años más. Vamos, que se observó cómo la vida se expandía en todos los rangos de edad.

"Luego si le sumas todo lo demás", dice en referencia a los ayunos intermitentes y otros trucos que comparte en sus redes y libros. "Probablemente estemos hablando de una diferencia de 20 años más de esperanza de vida".

Y añade: "Y probablemente de una diferencia de entre 30 y 50 años en calidad de vida. Así que vivirás unos 30 o 40 años más con menos enfermedades y menos problemas físicos", concluye.