Horneo Eón devuelve a Alicante a la cima del balonmano español tres décadas después 5c4z6z

Alicante, cuna del balonmano español, recupera su lugar en la élite gracias al Horneo Eón, que este sábado certificó su ascenso en la pista del UBU San Pablo Burgos, rival directo por la gloria. Al equipo de Fernando Latorre le bastaba con el empate o una derrota mínima, pero fue a por todas para cerrar el curso regular con grandeza y como un campeón (32-35).

El conjunto alicantino, líder durante gran parte del campeonato, supo soportar la presión y a un gran rival en un ambiente hostil para convertir en realidad el sueño de Pepe Sánchez, padre y mecenas del proyecto, que ocho años después ve convertido en realidad lo que un día imaginó.

Pieza esencial en el ascenso es el entrenador, al que el club fichó por tres años para esto. Jaime Cremades ‘Ñago’, presidente de Horneo Eón, sedujo a Latorre con una gran oferta, pero también con un gran proyecto en el que él sería el líder. El técnico escapó de su zona de confort en Benidorm, donde ya había conseguido todo, para asumir un nuevo reto y lograr, 11 años después, un nuevo ascenso.

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Y eso que el partido no arrancó nada bien. El equipo burgalés aprovechó la energía que le transmitió su afición para llevar la iniciativa en el marcador. UBU San Pablo, obligado a ganar por dos tantos de ventaja para ascender, alcanzó ventajas de cuatro goles en varias fases del encuentro, pero el equipo de Latorre no se puso nervioso y logró minimizar los daños antes del descanso (16-14).

Latorre apretó las clavijas, sobre todo en defensa, y el segundo tiempo fue un festival del Horneo Eón. Un parcial de 0-4, apoyado en la buena actuación del argentino Forlino en portería, permitió al conjunto de Latorre conquistar la iniciativa en el juego y el marcador.

El argentino Parker, un látigo desde la larga distancia, y Arzoz, con siete goles cada uno, fueron una pesadilla para la defensa burgalesa. Ni siquiera necesitó el Horneo Eón la mejor versión anotadora de Torriko, máximo goleador de la competición.

El conjunto burgalés fue perdiendo fe y precisión con el paso de los minutos y el Horneo Eón pudo incluso vivir un final de partido tranquilo. El equipo de Latorre supo jugar con el cronómetro y la ansiedad de su rival para estirar el marcador hasta los cuatro goles. Los últimos segundos, ya con todo decidido, fueron una fiesta para el Horneo Eón y para la ciudad de Alicante, que recupera, tres décadas después, su lugar entre la nobleza del balonmano español.

Este domingo, el equipo alicantino celebrará su ascenso con todos sus aficionados en el pabellón Pitiu Rochel a las 19 horas.