Samanta y su hijo Ian, disfrutando de los nuevos columpios en el parque El Palmeral de Alicante

Samanta y su hijo Ian, disfrutando de los nuevos columpios en el parque El Palmeral de Alicante 724v5z

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Ian ya puede disfrutar de los primeros columpios adaptados para niños con discapacidad en Alicante: "Es un gran paso" 61233

Samanta, su madre, lleva años luchando para que su hijo pueda disfrutar de los juegos como "todos los niños". 5d43c

Más información: La lucha de Samanta para tener columpios adaptados en Alicante para su hijo: "Tenemos que coger el coche para jugar" bv4q

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Hay veces en las que una voz sí puede cambiar un mundo. Y no estamos hablando de cambiar el mundo, sino un mundo, en este caso el mundo de Ian.

Samanta, su madre, lleva años luchando para que el Ayuntamiento de Alicante instale columpios inclusivos y adaptados para los niños que sufren algún tipo de discapacidad.

A sus 9 años de edad, Ian padece Grinpatía, una enfermedad rara producida por mutaciones patogénicas que se producen en alguno de los genes denominados GRIN, una condición que le hace depender de sus padres para cualquier movimiento.

La Grinpatía de Ian le impide moverse solo y necesita ir en una silla de ruedas que le respalda hasta la altura del cuello. Una condición que le obliga a adaptar su día a día, como ir al colegio Infanta Elena para niños paralíticos cerebrales en El Campello, donde se lo pasa "fenomenal", según afirma Samanta, su madre.

Sin embargo, cuando llega la hora de volver a casa, Ian no puede ir a jugar con otros niños a los columpios que tiene cerca de su casa en el Boulevar de El Pla de Alicante. Y no puede hacerlo porque estos juegos no están adaptados para niños en silla de ruedas, lo que impide que pueda divertirse y socializar, como cualquier otro niño de su edad.

Son ya años los que lleva Samanta luchando para que su hijo pueda disfrutar de su derecho a la infancia y a divertirse como todos los niños, sin tener que desplazarse hasta San Vicente del Raspeig, la localidad más cercana donde Samanta había encontrado columpios inclusivos y adaptados.

Una lucha de la que se ha hecho eco EL ESPAÑOL y el partido político Compromís de Alicante, gracias al cual Samanta ha podido contar la situación de su hijo en el pleno municipal ante el equipo de gobierno.

"El Ayuntamiento nos decía que en Alicante ya existían columpios inclusivos, pero era falso y contar mi situación ha permitido que se den cuenta de la realidad", asegura en una conversación con este periódico.

Acto seguido, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad la instalación de columpios inclusivos y adaptados en toda Alicante.

Una votación positiva que ya ha dado sus frutos en el parque de El Palmeral de la ciudad, al que Samanta ha acudido con su hijo hace unos días.

"Ha sido un gran paso y estamos muy emocionados", se sincera Samanta.

Ian, en los nuevos columpios del parque El Palmeral de Alicante.

Ian, en los nuevos columpios del parque El Palmeral de Alicante.

Sin embargo, ante la novedad de dichos columpios, muchos son los niños que corren para poder disfrutarlo, lo que hace el a ciertos juegos "muy difícil".

"Tengo la sensación de que Ian no ha disfrutado tanto como me lo esperaba, pero seguramente ha sido porque se agobió al ver a tantos niños", asegura su madre. "Creo que en estos casos se podría indicar que los niños con discapacidad tienen prioridad a la hora de subirse a los columpios, para no tener que hacer cola", añade.

Entre los juegos, figura el gran columpio de balanceo que tanto deseaban, así como una rueda giratoria que permite el a la silla de ruedas y otros juegos como un xilofón gigante.

Queda camino por recorrer 212a28

La instalación de estos columpios es una victoria para Samanta, sin embargo, asegura que "todavía queda mucho por hacer":

Y es que, si bien esta es la primera instalación de columpios inclusivos y adaptados en la ciudad de Alicante, no deja de estar lejos de su casa y del centro de la ciudad: "Seguimos teniendo que coger el coche para jugar", lamenta.

"Por mi parte, voy a seguir luchando para que se instalen unos columpios en El Pla, para que Ian pueda disfrutar del juego cerca de su casa como todos los niños de su edad que viven cerca de nuestra zona, concluye Samanta, con un tono firme y esperanzador.