El apagón de pantallas de Ayuso en los colegios divide a los expertos: “Lo ideal es tener tablets y dictados” i6e6t

La Comunidad de Madrid será la primera de España en apagar las pantallas de los ordenadores y tablets de los alrededor de 2.000 centros educativos y el medio millón de estudiantes sobre los que tiene competencia. Algunos centros, en concreto los concertados, ya se han pronunciado sobre esta medida. Por su parte, la comunidad de expertos se encuentra dividida en dos. Mientras unos se muestran muy a favor de esta decisión, otros abogan por la "convivencia" de soportes.   

María José Mas, neuropediatra, pertenece a esa corriente que considera que los dispositivos electrónicos no deben desaparecer de las aulas. "Son la herramienta del futuro", es uno de los principales argumentos que plantea en contra de la limitación del uso de ordenadores y tablets en los procesos de aprendizaje.

De hecho, apunta que "mientras no desaparezcan otros soportes, las pantallas tienen que convivir con estas otras disciplinas". Precisamente, el decreto busca fomentar algunas técnicas como el dictado, los cuadernos y la atención a la ortografía, aunque Mas no lo ve incompatible con los ordenadores. Defiende que también hay que aprender a usar correctamente algunas herramientas como la Inteligencia Artificial o los procesadores de texto.

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Por su parte, Montserrat Pons, también neuropediatra, considera que "el uso que se ha hecho de las pantallas en los centros no ha sido beneficioso", pues este ha sido principalmente "como soporte de los libros, pero sin investigar las habilidades que se pueden aprender a través de Internet".  Además, defiende la escritura y el uso de la mano que permite "hacer unos circuitos cerebrales que consolidan más el conocimiento que escribirlo con una máquina". En cambio, "copiar y pegar y no aporta nada", mientras que escribiendo "el conocimiento se queda impregnado".

Mas también habla sobre los métodos tradicionales, pero explica que "en otras épocas también se aprendía de forma distinta". Antes se utilizaban plumillas y ahora bolígrafos, eso "produce cambios en el cerebro" entre las generaciones.

María José Mas, neuropediatra

Si se comparasen esas dos formas de enseñanza, se verían configuraciones neuronales distintas entre las dos edades, aunque, asegura, "eso no es ningún problema".

Una de las medidas que también está prevista en esta decisión es la de no permitir que los alumnos tengan tareas en casa que necesiten del uso de dispositivos electrónicos. Mons considera que esto conseguirá que los estudiantes "se despisten menos". "Es como tener una ventana abierta", explica. Esta distracción también afecta a los adultos, y, aunque considera que pueden ser una buena herramienta, la neuropediatra acusa que, en el caso de los más jóvenes, estos "tienen menos capacidad de control". "Su lóbulo frontal no está desarrollado" y esto hace que tengan mayor riesgo a "perder el tiempo".

Montserrat Pons, neuropediatra

Por su parte, para María José Mas el problema no radica tanto "en el continente", en este caso las pantallas, como "en el contenido" de las mismas. Por ello, Mas justifica que, al contrario de lo que opinan muchos, "el tiempo de pantalla no es importante", pero sí lo es "cómo se usa".

Si es cierto, según apunta la neuropediatra, que los dispositivos electrónicos pueden llevar a un alumno a "hacer zapping de pantalla" pasando de un enlace a otro y perdiendo el hilo de sus tareas. Pero el problema vuelven a no ser los ordenadores o tablets, sino la forma en que se utilizan. "Lo que es importante es ayudar a organizar la información, cómo llega y cómo utilizarla", continúa.

Para reafirmar esto, lo compara con otros soportes, "puedes pasarte muchas horas leyendo libros o cómics que no tengan ningún contenido relevante". Pues con las pantallas pasaría igual, lo importante es qué se hace con ellas

Mons sigue sin ver necesario el uso de ordenadores o tablets en los centros de enseñanza. "En Primaria porque son muy pequeños y en Secundaria porque no entra en el currículo". Según el decreto, el uso de pantallas en primaria quedaría reducido a dos horas semanales, dependiendo del curso. En infantil, este es aún más pequeño, solo una hora a la semana. Todos siempre de manera conjunta, nunca de utilización individual.

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"Si a mí me prohíben usar algo y soy un adolescente, me dan más ganas de hacerlo", finaliza Mas con su intervención. Esta medida entrará en vigor para el próximo curso 2025/26. Ahí, los jóvenes deberán acostumbrarse a una nueva rutina sin dispositivos, algo complicado, sin duda, para la generación Z.