
Manolo García y Quimi Portet, de El Último de la Fila, durante una rueda de prensa este martes en la Casa de Vacas, en el parque de El Retiro, Madrid. Foto: Ricardo Rubio/Europa Press 1b6e6q
El Último de la Fila: "Encarecer las entradas de los conciertos en función de la demanda es repugnante" 3ov3z
Manolo García y Quimi Portet avanzan que están componiendo nuevas canciones antes de la gira con la que resucitarán en 2026 una de las bandas más importantes del pop-rock español. 52cx
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27 años después de su disolución en 1998, Manolo García y Quimi Portet han decidido resucitar El Último de la Fila, una de las bandas más importantes del pop-rock español de los años 80 y 90. Lo anunciaron hace un mes, y este martes han dado una rueda de prensa en Madrid para avanzar algunos detalles de la gira, que se celebrará en 2026.
El tour pasará por grandes recintos de nueve ciudades. Se iniciará en el ciclo Marenostrum de Fuengirola (Málaga) el 25 de abril de 2026 y continuará el 3 de mayo en Barcelona (estadio olímpico de Montjüic), el 16 de mayo en Roquetas de Mar (estadio municipal Antonio Peroles) y el 23 de mayo en Madrid (en un recinto que se anunciará el próximo 16 de junio).
Después la gira continuará en Bilbao el 30 de mayo (Bizkaia Arena BEC), A Coruña el 13 de junio (estadio de Riazor), Avilés el 20 de junio (exterior del Pabellón de la Magdalena), Sevilla el 27 de junio (estadio La Cartuja) y finalizará el 4 de julio en Valencia (estadio Ciutat de València).
Las entradas saldrán a la venta el próximo 29 de mayo a las 10 de la mañana a través de Ticketmaster, excepto las del concierto de Madrid, que saldrán a la venta el mismo día en que se dará a conocer el recinto, el 16 de junio.
En cuanto al precio de las entradas, estas oscilarán entre los 65 y los 90 euros y saldrán a la venta a partir de este jueves a través de Ticketmaster. García y Portet consideran esta horquilla de precios razonable, en comparación con la tendencia alcista de los conciertos multitudinarios.
“Hay cosas que suceden actualmente con los precios de las entradas que nos parecen desmesuradas, disparatadas: encarecerlas según la demanda es algo socialmente muy injusto. El que corre menos paga más caro, y también pasa con los trenes y los hoteles. Esta modalidad ultracapitalista nos parece repugnante”, opina con rotundidad Manolo García.
“La situación actual es muy injusta para muchísima gente. Vemos las terrazas en Madrid, Barcelona o Sevilla llenas de gente tomando cervecitas y aperitivos, pero hay millones de personas en este país que las pasan putas, y poner un precio caro a las entradas sería un insulto, iría contra nuestros principios”, insiste el músico.
Ante el reto de tocar después de tantos años ante públicos masivos que sin duda acudirán atraídos por el “efecto nostalgia” tan en boga en los últimos tiempos —véase, por ejemplo, la histeria mundial provocada por la vuelta de Oasis, el 40.º aniversario de Celtas Cortos o la gira de Mikel Erentxun por los 40 años de Duncan Dhu—, el dúo fundador de El Último de la Fila no siente ningún miedo, sino ilusión. "No estamos acojonados, pero sí circunspectos", afirma Portet para indicar que se están tomando muy en serio su regreso a los escenarios.
“Esto va a ser como ese grupo de amigos de la universidad que se reúne años después para hacer una paella, solo que a esta acudirán varios miles de personas”, señala García con total tranquilidad.
“Va a ser algo bonito y emotivo volver a cantar aquellas canciones. La nostalgia no siempre es un ejercicio nefasto, a veces tiene un punto dulce. Vamos reír y a procurar quitarle hierro. Vamos a cantar y a tocar rock and roll, pop, lo que hemos hecho siempre. Y lo vamos a hacer con todo el cariño y con todas las ganas porque es nuestra pasión”, afirma el cantante.
“El objetivo es hacerle pasar un grato agradable a mucha gente que está inmersa en una cantidad asfixiante de chorradas y asquerosidades en el día a día. Siguen bombardeando a la gente en Gaza, este político ha dicho esto, ahora Trump ha dicho lo otro. Estamos hasta los cojones todos. La vida son cuatro días y lo nuestro va a ser un poquito de risa, un poquito de alegría, unos guitarrazos bien dados y ganas de ver a la gente feliz”, recalca García.
Aunque no han revelado el repertorio de estos conciertos, no cabe duda de que sonarán grandes éxitos de la banda como Insurrección, Como un burro amarrado en la puerta del baile y Lápiz y tinta, porque “nuestras canciones favoritas coinciden con las de nuestro público”, sostiene García.
También entrarán en el setlist algunas canciones de Los Burros y Los Rápidos, los dos grupos anteriores de García y Portet de los que surgió El Último de la Fila, como Huesos. “Aunque aquellos grupos no tuvieron tanta difusión comercial, tuvieron un poder importantísimo en nuestra relación con la música”, recuerda Portet.
Durante la rueda de prensa, los músicos han revelado que, además de sacarle brillo a su antiguo repertorio, están trabajando actualmente en composiciones nuevas. “Alguna cosita estamos haciendo. Quimi tiene una incontinencia compositiva maravillosa, le gusta estar en el estudio y yo a veces voy y canto. Tendremos alguna cosa para el año que viene antes de la gira”, ha confesado García.
Según ha informado Portet, tocarán con su formación original: él a la guitarra, Manolo García a la voz, Ángel Celada a la batería, Antonio Fidel al bajo, Josep Lluís Pérez a la guitarra eléctrica, Pedro Javier González a la guitarra acústica y Juan Carlos García a la percusión, teclados y otros instrumentos. El sonido será, dicen, el que siempre mostraron en directo: “tirando a incendiario, tirando a crudo”, señala Portet.

Sobre los cambios en la industria musical en todos estos años, el auge de las redes sociales y las nuevas exigencias del marketing, Portet afirma que ellos siempre han estado “en una burbuja” que les mantiene al margen de todo eso de puertas para adentro. “Nosotros nos basamos en las canciones, en el placer de interpretarlas, de ensayar y de preparar un repertorio. Nos dedicamos a la música popular de la forma en que la sentimos, no de la que nos requiere un mercado, una generación o unos medios”.
Esa manera de concebir el oficio musical fue lo que les llevó a decidir, en la cúspide de su éxito, dejar de girar por Latinoamérica. “Abortamos la operación a pesar de que nos sentíamos muy agusto allí. Lo hicimos por nuestro amor a hacer canciones y a nuestra burbuja y para no ser arrastrados por la vorágine y convertirnos en esclavos del éxito. La compañía se quedó pasmada cuando dijimos que parábamos y que volvíamos a puerto para seguir haciendo discos”, recuerda García.
“Cuando hay un desequilibrio entre la promoción y la creación, llega un momento en que dejas de ser un grupo y te conviertes en una agencia de publicidad, y surge un sentimiento de ridículo ante esa situación”, añade Portet, antes de regresar a su burbuja para seguir preparando hasta el año que viene el triunfal regreso de El Último de la Fila a los escenarios.