
Fernando Hierro, Cristiano Ronaldo y Mohammed bin Salman, en un fotomontaje Diseño: Deportes EE 214j4e
Cristiano Ronaldo, Arabia Saudí y Al Nassr, un triángulo con intereses cruzados: el Mundial es clave y la solución será rápida 1v5y31
El futuro del portugués depende de una encrucijada que depende de factores más políticos y económicos que deportivos. La FIFA y Arabia le quieren en EEUU, pero el Al Nassr debería venderlo a su eterno rival: Al-Hilal. 5oo43
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A dos semanas de que comience el Mundial de Clubes en Estados Unidos, el incierto futuro de Cristiano Ronaldo no solo dependerá de los objetivos deportivos del jugador.
La FIFA y el portugués quieren unir sus fuerzas para dar caché al nuevo torneo y perseguir un último reto en su dilatada carrera, pero los actores implicados tienen intereses contradictorios.
Arabia Saudí también desea que el jugador promocione al país ante los ojos del mundo, pero el único club con billete a EEUU es el Al-Hilal, eterno rival del Al Nassr de Ronaldo.
El propio jugador ya daba pistas sobre su intención de salir del Al Nassr el pasado lunes al escribir el siguiente mensaje en sus redes sociales:
“Este capítulo ha terminado. ¿La historia? Todavía se está escribiendo. Agradecido con todos”.
Horas antes, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, deslizó que el jugador estaba en conversaciones para fichar por alguno de los 32 equipos que disputarán el Mundial de Clubes.
Pero la situación no es tan sencilla. El contrato de Cristiano acaba el 30 de junio y el Mundial de clubes empieza el día 13. La FIFA abrirá una ventana de traspasos excepcional, del 1 al 10.
Los equipos podrán reforzarse antes del Mundial, pero si Al Nassr —que no juega el torneo— se niega a dejarlo ir antes y continúa intentando convencerlo para renovar.
En las últimas semanas, se ha vinculado al portugués con los cuatro clubes brasileños que disputarán el Mundial.
También ha sonado una vuelta al Sporting de Portugal e incluso con un regreso exprés para disputar el torneo con el Real Madrid.
A la espera de que se anuncie su decisión, es probable es que el portugués cambie de club, pero sin salir de Riad.

Neymar, en un partido con el Al Hilal. REUTERS
El Al-Hilal ha sido el gran dominador del fútbol árabe en los últimos años. Todo ello a pesar de que su gran golpe en el mercado (Neymar Jr.) apenas pudo disputar partidos por sus problemas físicos antes de regresar al Santos.
Su vacío, más simbólico que deportivo, ha llevado al club a buscar a una estrella en el mercado. Mohamed Salah y Kevin De Bruyne sonaron con fuerza, pero el primero ha renovado con el Liverpool y el segundo está cerca del Nápoles.
Continuar en Arabia le permitiría seguir ligado a sus objetivos empresariales en el país, no desplazar a su familia y, sobre todo, continuar en una liga en la que le sería mucho más fácil alcanzar la meta de los 1.000 goles en su carrera.
Para los aficionados del Al-Nassr, la idea de que su estrella vista la camiseta de su enemigo histórico representaría un caso parecido al del fichaje de Luis Figo por parte del Real Madrid.
Sin embargo, la abundancia económica de los clubes saudíes tiene un precio en forma de falta de autonomía.

Benzema, con el Balón de Oro en su presentación con el Al Ittihad Cordon Press
Los cuatro principales clubes de Arabia (Al-Hilal, Al-Nassr, Al-Ittihad y Al-Ahli) son propiedad del Fondo de Inversión Pública (PIF) con la que el estado está financiando su conquista del deporte mundial.
En junio de 2023, el PIF adquirió una participación mayoritaria (del 75%) en cada uno de estos clubes, mientras que el 25% restante quedó en manos de fundaciones sin ánimo de lucro vinculadas a los clubes.
La operación se enmarcó en el plan estatal de privatización de clubes deportivos, con el objetivo de transformar el fútbol saudí en una liga de primer nivel y utilizar el deporte como herramienta para mejorar la imagen del país.
La participación estatal en estos cuatro clubes ha generado una creciente desigualdad en la Saudi Pro League y despertado el recelo de otros clubes.
Mientras los equipos grandes logran atraer estrellas mundiales en cada ventana de traspasos, el resto padecen estrictas reglas de control de gasto.
Contar con el apoyo del estado también conlleva que, si Arabia considera que la presencia de CR7 en EEUU con la camiseta del Al-Hilal es beneficiosa para el interés nacional, el Al Nassr podría resignarse a dejarlo ir antes de que acabe el contrato.

Cristiano se lamenta por una ocasión fallada. Reuters
Frustración deportiva 5s3b46
Tras casi tres años como punta de lanza de un equipo capaz de fichar a otros cracks como Sadio Mané, Marcelo Brozovic o Jhon Durán, Ronaldo no ha logrado conquistar ninguno de los 11 títulos a los que ha optado en su aventura árabe.
Aunque decepcionante a nivel colectivo, el periplo del portugués en el Al-Nassr sí que ha sido prolífico a nivel anotador (99 goles en 111 partidos).
Superado por el Al-Hilal y el Al-Ittihad en la Saudi Pro League, Cristiano ha sido incapaz de levantar ningún título tras dos años y medio en Arabia.
A estas alturas de su carrera, unirse a un torneo sin mucha historia ni prestigio pero con grandes recompensas económicas y una buena nómina de estrellas (Haaland, Mbappé, Julián Álvarez, Harry Kane...) es un incentivo para Ronaldo.
Al Nassr se resiste 1x5i3l
Fernando Hierro, director deportivo de Al Nassr, dio este jueves una rueda de prensa bajo gran expectación mediática por la posibilidad del anuncio de la salida de CR7.
No fue así. El directivo español recalcó que el club trabaja en su renovación y que todo el país estaba empujando para que no se marchase de Arabia.
"Se está trabajando para que continúe con nosotros. Todo el país está empujando fuerte para que siga y eso va a ser importante para él. Hay que entender lo que significa para esta liga y este país. Él fue el pionero y gracias a él han llegado jugadores de primer nivel", explicó.
Sin embargo, el criterio deportivo del club y las decisiones de fondo no tienen por qué ir de la mano.
Su marcha al Al-Hilal despertaría el rechazo de su afición y daría munición a quienes consideren que tomó la decisión fácil: marcharse al equipo grande del país árabe tras fracasar con el Al Nassr.
Pero si se tiene en cuenta el atractivo comercial del Mundial de Clubes, la figura de Cristiano Ronaldo, la magnitud económica del país y la participación de la familia real en el deporte, la operación va mucho más allá de lo futbolístico.
Mientras se vincula a Ronaldo con todo tipo de equipos, se disputa una partida de ajedrez al más alto nivel y de cuyo resultado final dependerá la camiseta que el portugués vista en el futuro próximo.