
La neurocientífica y divulgadora Nazareth Castellanos.
Castellanos, neurocientífica: "Cuando leemos un libro en España, hacemos que el cerebro funcione como una orquesta"
Según esta experta, cuando nos paramos a respirar el cerebro se ordena y está mejor preparado para llevar a cabo sus funciones.
Más información: Doctor Cano, el 'sabio' de la ansiedad: "La sociedad acepta y demanda el uso de psicofármacos"
Hasta hace unos pocos años, la meditación era considerada como una práctica exótica que nada tenía que ver con España. Sin embargo, en los últimos años hemos observado el surgimiento de múltiples estudios que sostienen que esta práctica cuenta con beneficios reales para nuestro cerebro. Sobre todo, cuando nuestra vida diaria está marcada por los horarios apretados y los continuos estímulos de las pantallas.
Entrenar la atención y mantenerla en el momento presente, por tanto, no sólo sirve para intentar alcanzar el nirvana. Sino que puede ayudarnos a reducir la ansiedad y a ser capaces de ejecutar funciones de una manera más eficiente. En este sentido, la neurocientífica Nazareth Castellanos ha intervenido en una conferencia de Aprendiendo Juntos 2030 de BBVA para hablar sobre cómo calmar nuestra mente.
Castellanos comienza hablando de una anécdota que se produjo durante una visita de Albert Einstein a Madrid. El popular científico ofreció una conferencia y acabó con una frase que ha quedado para la posteridad: "Bueno, no espero que nadie me haya comprendido, pero no importa. Lo importante es que, en el intento de comprenderme, he introducido orden en sus cerebros", relata la neurocientífica.
¿A qué se refería Einstein con esta frase? Castellanos explica que, "cuando hacemos ese esfuerzo de 'voy a leer un libro', 'voy a prestar atención a algo', estoy haciendo que mi cerebro funcione como una orquesta", resume esta experta. "Nuestro cerebro aprende a aprender. Aprende a ordenarse". Es decir, que proponerse estas actividades puede ayudar a transformar nuestro cerebro, a volverlo más eficiente.
"Una de las maneras del cerebro para ordenarse es la respiración. Nosotros respiramos normalmente de una manera muy desordenada. Entonces, ¿qué es lo que se ha visto? Que hay unos núcleos en el cerebro, que son los núcleos predictores de la respiración. Como respiramos muy desordenadamente, esos núcleos predictores no saben cuándo va a llegar la siguiente inspiración", explica Castellanos.
Esa falta de predicción, precisamente, provoca que el cerebro se encuentre en situación de alarma, le resta cierta capacidad para mantenerse atento a sus funciones. "Por tanto, una forma de calmar al cerebro es sentarse durante 10 minutos simplemente a respirar con un ritmo", destaca la neurocientífica. La experta no especifica ningún ritmo en concreto, pero podemos proponernos, por ejemplo, emplear los mismos segundos en inspirar que en exhalar.
"Es decir que la respiración induce orden, coordinación, sincronización en nuestro cerebro. ¿Y por qué es importante que haya ese orden, esa sincronización y esa coordinación en nuestro cerebro? Pues porque para que nuestro cerebro pueda procesar información y pueda ejecutar sus funciones necesita estar orquestado", responde Castellanos. El cerebro alcanza, por tanto, un mejor estado para estar presente cuando respiramos con un orden.
La respiración es un recurso que se encuentra de manera permanente accesible y que puede ser útil en momentos de ansiedad o cuando esta produce palpitaciones. El psiquiatra David Amen también recomendaba en sus redes sociales que cuando sintiéramos que nuestros pensamientos van demasiado rápido practiquemos la siguiente respiración: "Inspira durante cuatro segundos, aguanta la respiración un segundo y medio, expira lentamente durante ocho segundos y, por último, mantente sin inhalar otro segundo y medio".
Por su parte, el cardiólogo Aurelio Rojas también recomienda una técnica de respiración para los momentos en los que presentamos palpitaciones leves. Se conoce como la maniobra de Valsalva y consiste en "contraer fuertemente el abdomen y hacer como que vas a echar todo ese aire, pero sin hacerlo. Te puedes ayudar tapándote la nariz. Vas a contar hasta 10, te vas a poner muy rojo y luego vas a echar el aire bruscamente". La exhalación debe ser "como si quisieras inflar un globo bloqueado".