Cigarrillo electrónico.

Cigarrillo electrónico. Wolf von Dewitz / dpa 601450

Salud

Los expertos piden restringir el cigarrillo tradicional en lugar de la nicotina para acabar con el tabaquismo en la UE 3p5p6a

Especialistas reunidos en el webinar 'El panorama regulatorio europeo en evolución: retos y oportunidades' abordan la nueva directiva europea. xh52

Más información: EEUU autoriza la venta de 20 tipos de bolsas de nicotina al considerar que ayudan a dejar de fumar 3s1l37

E. E.
Publicada

Existen grandes diferencias en la forma en que las distintas jurisdicciones europeas han decidido definir y regular el abanico de productos de nicotina sin combustión. La categoría del producto varía entre 'producto del tabaco', 'derivado del tabaco', 'bien de consumo' y 'medicamento'. El estatus legal abarca desde la prohibición de venta e importación, venta sólo con receta, restricciones a los sabores o límites en el contenido de nicotina, mientras que otros mercados apenas imponen restricciones.

Incluso en los países que han logrado reducir el tabaquismo a un nivel bajo mediante una sólida infraestructura para el control del tabaquismo junto a la disponibilidad de alternativas con nicotina están restringiendo el al mercado de los productos sin combustión. El objetivo original de una sociedad sin humo en Reino Unido o Noruega se ha ampliado hasta alcanzar el objetivo futuro de una sociedad sin nicotina. Expertos reunidos en el webinar 'El panorama regulatorio europeo en evolución: retos y oportunidades' abordan la cuestión.

Así, Damian Sweeney, de la New Nicotine Alliance Ireland, ha valorado que el objetivo de lograr 'una UE sin tabaco para 2040 es erróneo. "Lo que debería ser es un objetivo sin humo", ha manifestado. "Sabemos que unos de los principales causantes de cáncer es el humo que se genera al quemar tabaco. Y por ejemplo el tabaco calentado puede ofrecer una salida o una alternativa".

Si el objetivo es luchar contra el cáncer, sostiene, las prohibiciones deberían centrarse en los productos de combustión frente a otros productos que pueden ayudar a dejar el cigarrillo tradicional: "tabaco calentado, cigarrillos electrónicos, bolsas de nicotina, etc.. Sweeney advierte que la prohibición de los sabores en estos productos puede desincentivar a dejar el cigarrillo ("a los adultos le gustan las cosas que sepan bien") e insta a garantizar la accesibilidad para evitar el comercio ilícito.

"Sabemos que el daño que genera el cigarrillo es enorme: fumar mata de manera prematura a unos 8 millones de personas al año en todo el mundo, unas cifras similares a las del COVID" denuncia Clive Bates, director de Counterfactual. "La UE cuenta con instrumentos muy poderosos, pero se centran en la prohibición, estigmatización...". Frente a ello, destaca que la gente fuma por la nicotina ("una sustancia psicoactiva con efectos estimulantes") pero muere por el alquitrán.

En los productos sin combustión, el reduce la exposición a sustancias químicas tóxicas que contiene el humo del cigarrillo al quemarse, destaca. Poniendo el caso de Suecia, con bajo tabaquismo pero alto de uso de nicotina, señala que tiene la mitad de casos de cáncer de pulmón y de boca que Alemania, ya que consumen el snus en lugar del cigarrillo tradicional. En Reino Unido, el servicio de salud pública británico ha usado vapeadores para acelerar el descenso de las tasas de fumadores.

"La regulación del tabaco y la nicotina es el arte de sortear concesiones y efectos no deseados", cita. "El único tipo de regulación que funciona para la salud pública es la proporcionada al riesgo de cada producto. Que sean mucho más restrictivas para los productos de combustión como el cigarrillo, y a la vez medidas que protejan al consumidor y que les alienten a cambiar a productos menos nocivos. Y, por supuesto, proteger a los menores de su uso".

El jefe del Departamento de Alergias, Enfermedades Pulmonares y Enfermedades Internas del Instituto Nacional de Medicina del Ministerio del Interior de Varsovia, Andrzej Fal, terminó repasando la nueva directiva europea. "Los estados deben llevar a cabo estudios sobre el grado de daño de cada producto que cubra la directiva, así como cualquier nuevo producto de estas categorías que se introduzca en el mercado", sostiene.

Mientras tanto, la legislación debería basarse en la experiencia internacional de países como Suecia, aplicando impuestos especiales para que los precios de los cigarrillos sean lo suficientemente altos como para hacerlos menos asequibles. "Puede ser útil introducir un precio mínimo en relación con el salario medio de cada país para que no sean excesivamente baratos, como en Polonia", apunta.

Esta fiscalidad en base a la salud debería establecerse según el principio de "menor daño, menor impuesto". Fal insiste en que "los vapeadores deben estar disponibles solo para aquellos que fuman, para ayudarles a dejar el cigarrillo", incluyendo "una red de venta de estos productos" regulada según la directiva europea que sea "uniforme, limitada y en base a licencias".