
Robert F. Kennedy Jr en un evento de campaña de Donald Trump celebrado en el Madison Square Garden. ri3p
El remedio avalado por Kennedy JR. para el sarampión que está provocando daño hepático en niños en EEUU j1f6p
Los expertos advierten de que la única herramienta realmente eficaz para combatir esta patología es la vacunación. 6e3w
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Las crisis sanitarias suelen acabar acompañándose en algún momento de terapias alternativas y opciones que, aunque puedan ir contra la ciencia, se extienden gracias al boca a boca y los mensajes en redes sociales e, incluso, medios de comunicación. Estados Unidos no está exento de estos riesgos y, en medio del mayor brote de sarampión en décadas, se está convirtiendo en un ejemplo claro de lo que ocurre cuando la población sigue indicaciones no respaldadas por los expertos.
El país norteamericano había registrado hasta el pasado martes 350 casos de esta patología, 320 solo en el estado de Texas, 43 en Nuevo México y 7 en Oklahoma. Sin embargo, los sanitarios que luchan para hacer frente al virus se están encontrando con más problemas. A los hospitales han empezado a llegar niños con daño hepático. No lo causa la patología, sino el exceso de vitamina A que sus padres les dan como remedio o medida preventiva.
Todo empezó hace unas semanas con la aparición de Robert F. Kennedy Jr., secretario del Departamento de Salud y Servicios Sociales (equivalente al ministro de Sanidad), en la Fox News. En una entrevista para la cadena habló sobre el sarampión y defendió el uso de vitamina A para combatirlo. Dijo que había oído que podía ser una "recuperación casi milagrosa e instantánea" y que la forma "más segura" de tomarla era a través del aceite de hígado de bacalao.
Menos de un mes después, las consecuencias de este mensaje ya son palpables en algunos de los hospitales de Texas. Sus médicos ya han informado que han visto pacientes con piel amarillenta y niveles elevados de enzimas hepáticas en sus análisis de sangre, que son signos de daño hepático
"Cuando alguien habla de vitaminas suena muy bien, pero la hipervitaminosis tiene consecuencias", advierte Raúl Salmerón, responsable del grupo de trabajo de Salud Pública de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Ese exceso puede causar náuseas, vómitos, mareos, daños hepáticos, piel seca y descamada, caída del pelo y, en raras ocasiones, convulsiones y coma. Además, el riesgo es mayor si se combina con medicamentos hepatotóxicos, añade.
La vitamina A también cuenta con la característica de que es liposoluble. A diferencia de otros tipos de su familia, no se elimina el exceso a través de la orina, se queda en el tejido adiposo. "Se queda en reserva, es mucho más difícil [de expulsar]", agrega Salmerón.
Vitamina A y sarampión: ¿realidad o mito? 6e734n
Todo este tipo de recomendaciones, a veces, tiene algo de verdad. En este caso, la vitamina A puede tener beneficios en pacientes que sufren un déficit de la misma, pero no es el caso de poblaciones como la estadounidense.
Esto ocurre en ciudadanos de países menos desarrollados, como algunos en las zonas de África, Asia y Sudamérica, explica Pedro Gorrotxategi, presidente de Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap). "En estos territorios puede ayudar a prevenir el contagio, pero no es un tratamiento eficaz", añade.
En países desarrollados, puede emplearse esta suplementación, pero "en casos muy concretos", cuenta el presidente de la AEPap. Por ejemplo, en niños pequeños ingresados por una neumonía causada por el sarampión. También se puede emplear en niños menores de seis meses con la enfermedad y factores de riesgo como alteraciones gastrointestinales o desnutrición.
Las recomendaciones solo llegan hasta los dos años de edad y lo aconsejable son tres dosis, en tamaños variables según la edad del pequeño. Las dos primeras dosis se aplican en dos días consecutivos y la tercera dos semanas después.
Lo que ocurre en Estados Unidos, sospechan Salmerón y Gorrotxategui es que los pequeños tienen concentraciones altas de vitamina A porque se les da todos los días a través de suplementos u otros productos como el aceite de hígado de bacalao alabado por Kennedy.
Salmerón indica que el daño hepático que han sufrido estos niños puede ser o no reversible. "Habría que ver cada caso a nivel individual". Según la cantidad de vitamina A que haya tomado, lo que haya sufrido el órgano y la edad del niño, puede mejorar cuando se elimine ese exceso o pueden quedar secuelas, desgrana el médico de familia.
Ambos sanitarios coinciden en que la única forma realmente efectiva de protegerse contra el sarampión es la vacuna. "Con las dosis recomendadas el riesgo disminuye mucho más de un 90%", destaca Salmerón. La vitamina A puede ser una ayuda, pero "lo esencial es vacunar", hace hincapié.
El sanitario recuerda que antes de que se introdujera la inmunización contra esta patología morían dos millones y medio de personas al año. Ahora, gracias a la llegada de este pinchazo en los años sesenta, brotes como el de Estados Unidos son algo anecdótico. "El sarampión tiene una solución muy rápida, la vacuna", añade Gorrotxategui.
Ambos sanitarios están de acuerdo en que un mensaje como este viniendo de un personaje público como Kennedy Jr y con un altavoz con Fox News puede ser muy peligroso para la salud de la población. "Se le envía un mensaje al paciente que puede malinterpretar", advierte el médico de la SEMG. Por su parte, el presidente de la AEPap lo acusa de populista: "Va en contra de la actividad médica y de los conocimientos. No beneficia ni a su país ni a los niños", sentencia.