Los bares de La Romareda, huérfanos de fútbol los próximos dos años: "Cada 15 días teníamos nuestra MotoGP" 3l1l

La vieja Romareda albergó este domingo su último partido oficial antes de ser demolida para dar paso a un nuevo estadio que verá la luz en 2027. Por el momento, y durante dos temporadas, el Real Zaragoza se mudará a un campo portátil en el Parking Norte, algo que permitirá acelerar las obras que comenzaron en julio de 2024.

Despedirse de La Romareda no fue fácil para los aficionados blanquillos que tantos recuerdos guardan ahí y quienes quisieron llevarse algún obsequio al acabar. Sin embargo, las obras afectan más allá del fútbol, tanto a los vecinos como a los comercios de la zona.

En ese sentido, los bares situados en los aledaños del estadio pierden un público enorme. Estos locales son conscientes de los ingresos que dejan de tener, pero aun así son positivos con la situación y ven nuevas oportunidades de mercado.

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En el caso del bar Terraza Los Porches, el punto de encuentro de los aficionados del Real Zaragoza en las previas de los partidos, el dueño Iñaki asegura que no contar con partidos le afecta "enormemente". "Pierdo un porcentaje de mi facturación", detalla.

"Quisiera que nos dieran la oportunidad a los bares afectados por las obras de montar una barra en los exteriores del campo modular", agregaba el propietario.

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Desde otro punto lo ve Juan José Sánchez, camarero del Duende Azul 4, uno de los bares de la plaza Eduardo Ibarra. Consideraba que va a haber mucha gente que va a ir a trabajar en las obras del nuevo feudo y eso se va a notar en el consumo diario: “El fin de semana seguramente bajará mucho, el pasado no cabía ni una hormiga, pero entre semana ganaremos con los trabajadores”.

“No se sabe todavía cómo nos va a repercutir, cómo se va a notar”, reflexionaba. “El negocio funciona bien, el fútbol nos suma mucho, sobre todo cuando hace buen tiempo, pero esperamos que no se note tanto en el cómputo”, sumaba el propietario.

"Se va a notar" 1516t

Por su parte, otro de los grandes iconos del zaragocismo, el bar Rogelios (plaza Eduardo Ibarra), considera más importante la merma. El propietario, Luis Soler, lamenta despedirse de La Romareda y tener que pasar dos años sin fútbol. “Es fuerte para nuestros ingresos y nuestra supervivencia”, confiesa.

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“Cada 15 días tenemos una MotoGP como Alcañiz. Se juntan unas 3.000 o 4.000 personas en la zona, consumen mucho y eso se nos va”, asegura Luis.

El bar funciona bien igualmente, pero se va a notar. Así pues, apunta a que van a prepararse y mejorar todo lo que puedan para que cuando esté el nuevo campo todo esté perfecto. Para entonces, las expectativas son altas: “Se multiplicará por 3 o 4. Esperemos que el Real Zaragoza suba a Primera para que se multiplique por 10. Son dos años malos, pero cuando pase se multiplicará y lo recuperaremos”.

Además, el dueño cuenta que van a abrir otro local en el Seminario para poder funcionar bien con ambas bazas.

Por último, la cervecería Tramsburgo, también en la misma plaza, afronta la situación de manera diferente. El actual responsable del negocio que fundó su abuelo, Iván, se muestra satisfecho por la ausencia de fútbol, ya que así estará mucho más tranquilo. Eso sí, revela que está esperando para traspasar el negocio y posiblemente, no comenzará ya próxima temporada al frente del establecimiento.

No obstante, desde su perspectiva y experiencia cree que se va a percibir, pero no en exceso, porque en la zona se trabaja mucho cuando llega el buen tiempo, gracias a la terraza.

En definitiva, la mudanza del Real Zaragoza al Parking Norte dejará estragos en la hostelería zaragozana, pero esta está más que preparada para cualquier reto.