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Consumo

Aprender a cuidar el medio ambiente jugando: ¿cuántas vidas tiene una botella de vidrio? 82f40

Coca-Cola implica a los consumidores en la tarea de reutilizar su icónica botella mediante un minijuego interactivo que explica todo el proceso. 165c4

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El cambio en la conciencia medioambiental que hemos vivido como sociedad desde hace unos años ha conseguido que todos tengamos en mente el reciclaje como un paso lógico y necesario para culminar el ciclo de vida de infinidad de objetos de nuestra vida cotidiana. Y aunque el vidrio es un elemento que responde concienzudamente a este paradigma, Coca-Cola está haciendo hincapié en otra práctica que puede marcar la diferencia en cuanto al respeto hacia el planeta y el uso de los recursos: la reutilización de sus botellas de vidrio.

Si ya de por sí el perfil de la botella de Coca-Cola es un icono, la compañía la ha dotado, además, de un simbolismo añadido. Y es que en torno a este envase ha articulado una campaña en la que se aboga por la reutilización del vidrio como una medida práctica, sencilla y que permite ahorrar no solo en costes, sino también en el uso de este material y en todo lo que implica su fabricación.

Así pues, Coca-Cola se centra en la concienciación en base a su compromiso con los envases más sostenibles. Es en este contexto donde se ubica este impulso al vidrio retornable en el canal de la hostelería, que es donde se pone el foco en este caso. Esta mirada nace fruto de la ambición de concienciar pero, al mismo tiempo, de aportar igualmente un componente práctico al que todos los ciudadanos y los consumidores están invitados.

Reutilización antes del reciclaje final 543i1j

Pero ¿en qué consiste realmente el proceso de reutilización? No deja de ser una paradoja que el reciclaje, aun siendo algo más complejo técnicamente, sea algo tan popular y esté tan interiorizado. Por eso, lo de volver a usar una botella de refresco no debe sorprender: es tan fácil como parece. Por supuesto, el diseño de este envase de Coca-Cola ya anticipa las necesidades de este momento de su ciclo de vida: puede ser rellenada hasta en 25 ocasiones y facilita su lavado y posterior llenado sin comprometer la seguridad.

A fin de implicar y acercar este proceso a los consumidores, Coca-Cola invita a todos ellos a involucrarse en esta actividad. Pero no, no habrá que cargar con decenas de botellas, sino coger el móvil y lanzarse a participar en un minijuego digital en el que se gamifica cada paso del viaje de uno de estos envases de vidrio retornable de principio a fin… o de fin a principio, según se mire. [Accede desde aquí]

Los s pueden iniciar esta aventura con ‘Container washing’ o, lo que es lo mismo: la limpieza. Esta primera fase nos concede el poder de controlar el movimiento de una cinta transportadora en la que van apareciendo las botellas usadas. Nuestra destreza se pone a prueba en la medida en la que consigamos alinear la boca de los envases con el chorro de agua que la deja como nueva. Cuantas más hagamos en un tiempo dado, mejor será la puntuación antes de pasar a la siguiente pantalla.

En este segundo paso, la tarea es rellenar estas botellas -‘Filling’-. Nuevamente tendremos que hacer un ejercicio de coordinación entre el ojo y el botón que acciona el refresco, tratando ahora no solo de alinear el recipiente sino de no superar el nivel adecuado. La idea es ser lo más rápido posible y no desperdiciar ni el líquido ni la botella.

A continuación llega el momento para organizar las botellas rellenadas y listas para su distribución. Para ello hay que ser ágiles para mover una caja que va recogiendo los envases de Coca-Cola que caen del cielo en la tercera fase, que se ha denominado ‘Grouping & Palletizing’. Y, sin ánimo de hacer spoilers, el final es el principio: hecho el empaquetado, un camión las vuelve a llevar a un bar para recomenzar todo este recorrido.

Pantallazo de uno de los minijuegos

Pantallazo de uno de los minijuegos

Que Coca-Cola apueste por este sistema como paso previo a un reciclaje final es otra idea en un catálogo de medidas que refuerzan el compromiso de la compañía con el medio ambiente. En este caso, la reutilización es una línea fundamental en todo este ecosistema para gestionar el impacto ambiental que, además, viene refrendada por sus propios consumidores. Según estudios elaborados por CS On Research, el consumo de este refresco en botella de vidrio en bares acapara el 82% de las preferencias de los españoles.

Y más allá de los aspectos que inciden en la sostenibilidad, en este informe también se apuntan aspectos clave para el disfrute de la consumición que el vidrio garantiza: son la fidelidad al sabor original y la frescura, por ejemplo. Además, los encuestados señalan que si se acompaña de mucho hielo (85%) y en un vaso ancho (69%), sabe mucho mejor.

Innovación para el consumo del futuro 4f3z3z

El planteamiento de rellenar una botella de nuevo es muy sencillo, como demuestra la realidad y este minijuego, pero no deja de ser una idea que obedece a la ambición de la compañía por mejorar los envases de todos sus productos, haciéndolos más sostenibles en base a su ligereza, durabilidad o, por supuesto, el empleo de materiales reciclados.

Pero esta ingente labor de investigación que hay detrás de un gesto tan cotidiano como beber una Coca-Cola tiene aún mucho que decir en el futuro. La innovación -y la imaginación- es clave para explorar nuevas formas de disfrutar de las bebidas en las que la participación también tiene su peso. ¿Cómo serán los envases del futuro (si los hay)? La compañía trata de responder a esta pregunta a través de ideas que podrían parecer ciencia-ficción, pero que cada vez están más próximas en los puntos de dispensación.

Una es la propuesta de Coca-Cola freestyle®, que se adentra en el terreno de la personalización de la bebida: el consumidor puede elegir no solo la cantidad que desea, sino la intensidad del sabor en el momento de rellenar su vaso reutilizable. Otra iniciativa es la de Pour My Beverage, cuyo programa piloto se prueba en España, precisamente. En este caso, se trata de un sistema de autoservicio pensado para estadios, parques de atracciones, restaurantes, oficinas o cafeterías que, entre otras características, permite a las personas rellenar y pagar sus bebidas sin necesidad de hacer colas.