
Una mujer jubilada trabajando en la cocina. IA 545h55
Carolyne, viuda y jubilada: “Si los precios continúan subiendo, va a ser imposible que algún día pueda dejar de trabajar" 4ki4s
Tras jubilarse a los 60, esta pensionista tuvo que volver a trabajar tras la muerte de su marido para poder pagar las facturas de su familia. 5p151j
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Los mayores se pasan media vida trabajando, ya sea como asalariados o en el cuidado de sus hijos. En España, las pensiones están garantizadas y además suben en base a la inflación. Aunque, debido al aumento de la esperanza de vida, en el futuro va a ser complicado preservar la sostenibilidad del sistema.
En Inglaterra, por su parte, tienen un sistema de pensiones menos generoso. Así lo confirma Carolyne Martin, jubilada de 76 años nacida en Milton Keynes que a pesar de retirarse a los 60, ha tenido que volver a trabajar para ayudar a su familia y sufragar los gastos del hogar.
En una entrevista en el diario The Sun, la jubilada ha contado que cobra una pensión de 914 libras al mes (unos 1.101,97 euros, al cambio). Para cubrir sus gastos era suficiente, pero cuando se quedó viuda en 2011, tuvo que empezar a afrontar ella sola todos los gastos familiares.
“Busco trabajo constantemente porque la pensión no llega para todo”, menciona Carolyne al diario inglés. Durante su carrera laboral, ha trabajado en atención al cliente y ventas en tiendas de cocina, además de colaborar en un negocio familiar que había impulsado junto a su esposo.
"Habíamos planeado jubilarnos juntos, vender nuestra casa y usar parte del dinero para complementar nuestras pensiones, pero los planes cambiaron de repente”, expresa. Además, se queja de que los precios han subido tanto que, incluso con una pensión, no se puede vivir.
Vive con su hijo y sus nietos 95j6a
Una vez que su marido falleció a causa de un tumor cerebral, la jubilada comenzó a buscar trabajo a tiempo parcial desesperadamente. "Es fundamental aprender a ahorrar y a gestionar el dinero desde temprano. No pensé que necesitaría tanto dinero para mantenerme a mí y a mi familia, pero es la realidad”, reflexiona.
Actualmente, comparte casa con su hijo Darryl, de 50 años, y sus nietos adolescentes. Aunque comparte gastos con su hijo, aun así no le es suficiente para disfrutar de su jubilación tras una vida trabajando. Y añade: “No puedo permitirme dejar de trabajar ahora, pero estoy haciendo todo lo que puedo para ofrecerles algo mejor a mis hijos y nietos”.
Finalmente, Carolyne ha reflexionado acerca de lo complicado que se ha convertido para las personas de su generación, incluidas sus amigas, vivir únicamente con la pensión que les garantiza el Estado.
"Ahora mis amigas y yo estamos obligadas a volver a trabajar porque nos sentimos más pobres que nunca", afirma. Y concluye con una sentencia poco esperanzadora para los jubilados: "Si los precios continúan subiendo, va a ser imposible que algún día pueda dejar de trabajar".