
Montaje de Abel Marín (en el círculo) con dos personas revisando papeles. up48
Abel Marín, abogado: “La reforma del impuesto de Sucesiones es, a todas luces, una nueva subida” 1l6q6u
Te contamos los argumentos del letrado sobre la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez de armonizar el impuesto. 215m2e
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El Impuesto de Sucesiones y Donaciones grava todo incremento patrimonial obtenido a título gratuito por donación, herencia o legado. “Se produce”, según explica BBVA, “cuando hay una transmisión de bienes y/o derechos de una persona física a otra, en este caso ‘mortis causa’ (por causa de muerte) y a título gratuito”.
Es decir, lo que popularmente se conoce como herencia. “Cualquier ciudadano también está obligado a pagar un impuesto cuando existe una donación ‘inter vivos’ (entre personas vivas)”, añaden desde la entidad financiera.
En la actualidad, el Gobierno de Pedro Sánchez ha lanzado una propuesta de reforma de dicho impuesto. ¿Cuáles serían las consecuencias si la misma se lleva a buen puerto? Abel Marín, socio de Marín & Mateo Abogados, nos da la respuesta.
Armonizar el impuesto de Sucesiones h1q56
Antes de entrar en detalle sobre la cuestión, conviene recordar que la gestión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones recae en las comunidades autónomas (CCAA). Un hecho que, según Abel Marín, “ha generado diferencias significativas en su aplicación según la región”.
En su opinión, la reforma propuesta (que básicamente consiste en armonizar dicho impuesto) “rebasa cuestiones fundamentales como el derecho a la propiedad privada y el derecho a la vivienda”. Y remarca que se trata de un tributo “con una gran carga ideológica”.
Por eso, aquellas CCAA gobernadas por fuerzas políticas ‘progresistas’, como Asturias o Cataluña, tienden a imponer tasas más altas. En el extremo opuesto, aquellas otras dirigidas por fuerzas ‘conservadoras’, como Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía, aplican bonificaciones “prácticamente en la totalidad del mismo”.
En este contexto, y según Marín, la iniciativa del Gobierno “busca establecer un tipo mínimo común para todas las comunidades autónomas, evitando así las disparidades actuales en la tributación de herencias y donaciones”.
Pero se hace la siguiente pregunta: “¿Dónde está el truco?”. A lo que responde: “La propuesta busca recentralizar parcialmente este impuesto para generar una mayor equidad fiscal entre los ciudadanos independientemente de su lugar de residencia”.
Y añade: “Es a todas luces una nueva subida de impuestos, en este caso el impuesto por morirte, pues se intenta evitar las bonificaciones de las CCAA que lo rebajan”.
Modificar el impuesto de Sucesiones 3h3m
Para poder modificar la gestión de impuestos se requiere una reforma de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de septiembre, de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA). Y debe hacerse mediante un proceso legislativo complejo que necesita consenso político.
Sin embargo, Marín reconoce que “la propuesta, a modo de ‘globo sonda’, ha generado un intenso debate político y social, sobre todo porque ha rebasado un par de derechos fundamentales que artificiosamente se pretenden confrontar: el derecho a la propiedad privada y el derecho a la vivienda.”
El letrado pone de manifiesto los argumentos de quienes están a favor de la reforma que “apuntan como una injusticia, y causa del problema de la vivienda a que unos ciudadanos hereden casas y otros no”. También de sus detractores, que consideran que “se desplaza el foco del problema en busca de un enemigo al que culpabilizar”.
Por último, Abel Marín indica que “el problema de la vivienda es que falta vivienda, y se soluciona construyendo más, no confiscando la existente mediante subida de impuestos”.