
Imagen del vehículo en el momento en el que se procedía a extraerlo del canal en el que quedó atrapado. Bomberos de Huelva. 6f6f31
El coche en el que se ahogaron tres veinteañeros en Cartaya no había pasado la ITV: la corriente los arrastró 400 metros 3u6j3g
Se trata de un BMW Serie 3 de 1999 que no había pasado la inspección técnica desde el pasado mes de febrero. Aún se desconocen las causas del accidente. 43194i
Más información: Los fallecidos hallados en un coche hundido en un canal de Cartaya son tres jóvenes de 26 y 27 años vecinos de la localidad. 563qa
Cartaya amaneció este lunes empapada en luto. En las primeras luces del día, una llamada al 112 alertaba de lo que después sería una noticia imposible de digerir: tres jóvenes del municipio, dos de 27 años y uno de 26, habían aparecido muertos dentro de un coche volcado en el canal del Piedras. Un cauce de aguas bravas que nace en la presa del mismo nombre y que, como una arteria encauzada, atraviesa los campos hasta llegar a Huelva capital.
El vehículo, un BMW Serie 3 de 1999, fue localizado a las 8:22 horas, sumergido y bocabajo, con los tres cuerpos en su interior. Según informó Huelva Información, la corriente arrastró el coche más de 400 metros desde el punto de impacto hasta una zona cercana a la carretera HU-3401 —conocida en la zona como la carretera de Tariquejos—, donde un vecino lo divisó y dio la voz de alarma. Los testigos y vecinos coinciden en lo mismo: ese canal no da tregua.
Pero lo que en un primer momento parecía un trágico accidente más en las carreteras andaluzas ha adquirido otra dimensión. Según ha podido conocer EL ESPAÑOL, el coche no contaba con la ITV en vigor. El historial técnico del vehículo revela que la última inspección fue el 30 de enero de 2024, con fecha de caducidad el 2 de febrero de 2025.

El canal donde fue encontrado el vehículo, justo antes de que las autoridades bajaran su nivel dos metros para poder extraerlo.
Además, una revisión detallada del expediente muestra múltiples inspecciones desfavorables en los últimos años —hasta cinco desde 2016— con defectos graves repetidos, entre ellos en el sistema de dirección y alumbrado: fallos que, según fuentes técnicas consultadas, pueden comprometer seriamente la seguridad al volante, especialmente en condiciones nocturnas o de baja visibilidad como las que probablemente concurrieron en este caso.

Sevilla
Un coche con historial 3v6h2r
El titular del vehículo, C. G. S., según consta en el informe de la Dirección General de Tráfico, figuraba como propietario desde octubre de 2024. El coche, con más de 423.000 kilómetros a sus espaldas, había pasado por al menos diez manos distintas desde su matriculación en 1999. Un turismo veterano, mantenido en circulación entre inspecciones técnicas favorables y otras tantas desfavorables. Un coche con historia, pero quizás no con futuro.
Cinco bomberos del Consorcio Provincial, llegados desde los parques de Aljaraque y Ayamonte, descendieron al agua con trajes de neopreno y cuerdas. Tocaron los cuerpos antes de verlos. Solo al remolcar el coche hacia la orilla confirmaron lo inevitable: tres varones jóvenes, atrapados en el habitáculo. El canal, con sus muros verticales de hormigón, había sido su encierro final.

"El coche estaba completamente volcado, con las ruedas hacia arriba. Tuvimos que asegurar la zona y acercarlo con maniobras de cuerda", explicó el subinspector Rafael Rodríguez, jefe del parque de bomberos de Huelva. Desde los servicios de mantenimiento se bajó el nivel del agua unos dos metros para facilitar el rescate, una tarea compleja y dolorosa.
La Guardia Civil ha abierto una investigación para determinar las causas del accidente. La hipótesis principal es una salida de vía en uno de los tramos del canal sin protección lateral. Pero no se descarta ninguna otra: velocidad, cansancio, alcohol, un fallo mecánico… o quizá un conjunto de factores, incluidos los antecedentes técnicos del vehículo.
Tres días de luto 1u582m
Los tres fallecidos eran vecinos de Cartaya, un municipio de poco más de 20.000 habitantes que este lunes quedó enmudecido. Las banderas ondean a media asta y el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto oficial. "Ha sido una mañana trágica", declaró el alcalde Manuel Barroso. "Cartaya está de luto. Tres hijos del pueblo se han ido de la forma más cruel". El Consistorio ha suspendido todas las actividades festivas y ha ofrecido apoyo directo a las familias.
El accidente reabre el debate sobre la seguridad vial y el control técnico de vehículos en circulación. Con estas tres muertes, ya son nueve los fallecidos en las carreteras onubenses en lo que va de año. Según datos de la Subdelegación del Gobierno, el año pasado a estas alturas se contabilizaban diez víctimas mortales, pero el leve descenso no consuela.

Un vehículo hundido en un canal de Cartaya.
El 19 de febrero, un hombre de 38 años moría en Valdelamusa tras salirse de la vía. El 30 de marzo, dos vecinos de Valverde del Camino fallecieron en un choque múltiple en la N-435. Y el 21 de abril, un joven cayó de un remolque por una imprudencia al volante. La lista sigue, y cada nombre arrastra una historia que ya no podrá contarse.
Tres cuerpos, una salida 6r5o7
Los cuerpos han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Huelva. Solo la autopsia podrá aclarar si alguno de los chicos falleció por el impacto, o si los tres murieron ahogados. Encerrados bajo el agua, sin poder salir, en una cabina hermética convertida en trampa mortal.
Mientras tanto, el pueblo se organiza para rendirles homenaje. Una misa, una concentración, una vela encendida en silencio. En los bares se habla poco. En las redes, se llora con palabras. "Se fueron juntos", dice un mensaje. "No puedo creerlo", repite otro. Las amistades se cruzan en la plaza sin atreverse a abrazarse.
En la memoria colectiva de Cartaya quedará la imagen del coche blanco siendo izado por la grúa, aún goteando, mientras un guardia civil observa en silencio. Y el murmullo del agua, constante, seguirá ahí. Bajo el Puente Sifón. Recordando que a veces no hace falta velocidad ni violencia: basta una curva, un fallo mecánico o un instante de oscuridad para que todo se hunda.