
Los líderes de Reino Unido, Francia, Alemania, Polonia y Ucrania, en Kyiv. Gleb Garanich Reuters 2o85i
Europa desata las manos a Ucrania para atacar cualquier posición militar dentro de Rusia con sus misiles de largo alcance 2e1j14
La nueva postura coincide con la visita de Zelenski a Berlín y se produce tras el mayor ataque aéreo ruso desde el comienzo de la guerra. 511b2z
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Ucrania tiene ahora vía libre para golpear objetivos militares dentro del territorio ruso con armamento occidental de largo alcance. Lo ha confirmado este lunes el canciller alemán, Friedrich Merz, al señalar que no existen ya restricciones sobre el alcance de los misiles entregados por aliados clave como Alemania, Francia, el Reino Unido o Estados Unidos. “Esto significa que Ucrania puede ahora defenderse, por ejemplo, atacando posiciones militares en Rusia”, declaró durante un foro europeo organizado por la cadena pública WDR.
La medida, que supone un giro relevante respecto a la política anterior de contención, se produce en un contexto marcado por la intensificación de los ataques rusos sobre zonas urbanas ucranianas. Solo este domingo, al menos 13 personas murieron en un bombardeo aéreo contra edificios civiles. Moscú continúa disparando misiles contra ciudades, guarderías y hospitales, denuncia Merz.
Hasta hace pocos meses, Washington, París y Londres apenas permitían el uso de misiles como los ATACMS estadounidenses o los Storm Shadow británicos contra objetivos rusos en territorio ucraniano ocupado. Esa política se relajó a finales de 2024, cuando la istración de Joe Biden y sus aliados europeos autorizaron su utilización contra instalaciones militares rusas próximas a la frontera. Ahora, con la eliminación de cualquier límite territorial, Ucrania puede ampliar su capacidad de respuesta estratégica.
El anuncio coincide con una visita clave del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a Berlín, prevista para este miércoles, donde se reunirá con Merz y el presidente Frank-Walter Steinmeier. El encuentro busca reforzar el compromiso germano con la defensa ucraniana y llega en un momento en que la coalición de apoyo militar a Kiev se encuentra bajo presión por la creciente agresividad rusa.
Desde Moscú, la reacción no se ha hecho esperar. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó la decisión como “muy peligrosa” y contraria a cualquier intento de alcanzar un acuerdo político. “Estas decisiones, si es que se han tomado formalmente, van directamente en contra de nuestras aspiraciones de paz”, advirtió. Aunque desde Berlín se matiza que la postura alemana “no representa un cambio”, sino que simplemente confirma una práctica ya vigente, el impacto político y diplomático es evidente.
Mientras tanto, la cuestión de los misiles Taurus alemanes, capaces de alcanzar objetivos a 500 kilómetros, sigue sin resolverse. Merz, que en su etapa como líder de la oposición criticó duramente a Olaf Scholz por vetar su envío, evitó confirmar si su Gobierno autorizará finalmente su entrega. La política alemana sobre transferencias militares se ha vuelto más opaca en los últimos meses, y las autoridades ya no detallan públicamente el tipo de armamento que remiten a Ucrania.