
Julia Farré, nutricionista recomienda las sardinas en lata. iStock x1a6u
Julia Farré, nutricionista: "Comer una lata de sardinas proporciona el doble de calcio que un vaso de leche" 2g28a
A pesar de ser un alimento "humilde", su valor nutricional es increíble. Completas, accesibles, deliciosas y sorprendentemente saludables, no pueden faltar en tu despensa. 6s3v2e
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Son tantas las ocasiones en las que nos bloqueamos en la cocina, pensando qué comer sano, fácil y listo en cualquier momento, que tendemos a pasar por alto algunos de los productos más accesibles (en todos los aspectos), que resultan ser una auténtica fuente de propiedades para nuestro organismo.
Las sardinas en lata es uno de esos alimentos saludables, deliciosos, fáciles de almacenar en tu cocina y un auténtico aliado para tu salud ósea, muscular y cardiovascular. Este clásico de despensa, económico y al alcance de todos, esconde un verdadero tesoro nutricional. Uno de los últimos expertos en salud, ha sido la nutricionista Júlia Farré quien ha puesto el foco en sus espectaculares beneficios, apoyándose en diferentes estudios que lo confirman.
Las sardinas en conserva son un verdadero superalimento que no puede faltar en tu dieta. Tienen más calcio que la leche, están repletas de proteínas de alta calidad y son una fuente natural de omega-3, vitaminas esenciales y minerales clave.
Las sardinas: más calcio que la leche 5v5e6a
Durante décadas, se nos ha dicho que la leche es la "reina del calcio". Sin embargo, tal como explica la nutricionista Júlia Farré, "comer sardinas en lata, con espinas, proporciona el doble de calcio que la leche. Es algo que recomiendo muchísimo". ¿La clave? No desechar las espinas, ya que es ahí donde se concentra gran parte de este mineral.
Los datos son contundentes: 100 gramos de sardinas en lata con espinas aportan aproximadamente 380 mg de calcio, frente a los 120 mg por cada 100 ml de leche. En raciones habituales, 85 g de sardinas te dan unos 325 mg de calcio, más que los 240 mg que aporta un vaso de leche (200 ml). Esto no solo las convierte en una excelente alternativa para quienes no consumen lácteos, sino en una opción más eficiente.
Además del papel fundamental del calcio en la salud ósea, Farré destaca que también es esencial para la función nerviosa: "regula la liberación de neurotransmisores en las sinapsis y permite que las neuronas interaccionen eficazmente". En otras palabras, tu sistema nervioso también se beneficia al abrir una simple lata de sardinas.
Cóctel de proteínas, vitaminas y minerales 66v6x
Más allá del calcio, las sardinas en conserva son una fuente excepcional de proteínas de alto valor biológico. Esto significa que contienen todos los aminoácidos esenciales que tu cuerpo necesita para formar y reparar tejidos. Por eso, son ideales para niños en crecimiento, mujeres embarazadas, deportistas y personas mayores.
Pero no se quedan ahí. Estas pequeñas joyas del mar también están cargadas de:
- Vitamina B12, crucial para el sistema nervioso y la producción de neurotransmisores. Muy beneficiosa para mujeres embarazadas y para prevenir la fatiga mental.
- Vitamina B3 (niacina), que ayuda a reducir el colesterol y puede ser útil en la prevención de enfermedades como la artritis.
- Vitamina D, esencial para el sistema inmunitario y para absorber adecuadamente el calcio, además de ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer.
- Fósforo, que fortalece huesos y dientes, regula el pH de la piel y mejora la función cerebral.
- Yodo, fundamental para el metabolismo y para la salud del cabello, las uñas y la piel.
Omega-3: tu corazón también se beneficia 6v1v3r
Al ser un pescado azul, la sardina está cargada de ácidos grasos omega-3. Estos compuestos tienen un potente efecto antiinflamatorio y anticoagulante, lo que los convierte en aliados clave para la salud cardiovascular.
Consumir omega-3 con frecuencia se ha relacionado con menor riesgo de infarto, mejora en la salud cerebral y menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas. Pero hay más: las sardinas también son beneficiosas para personas con diabetes, ya que contribuyen a regular los niveles de glucosa y a reducir triglicéridos y colesterol en sangre.
Además, las sardinas en lata no solo son saludables, también son increíblemente prácticas. No requieren refrigeración, se pueden llevar a cualquier parte y son muy versátiles en la cocina. Desde tostadas y ensaladas hasta pastas o bowls proteicos, encajan en infinidad de platos.
Si no te gusta el sabor de esta joya del mar o los lácteos, puedes optar por alternativas vegetales ricas en calcio como la rúcula, las semillas de chía, los frutos secos, los garbanzos o las alubias. Pero si estás buscando una forma fácil, sabrosa y completa de reforzar tu ingesta de calcio, proteínas, omega-3 y vitaminas esenciales… las sardinas en lata siguen siendo una de las opciones más inteligentes.