
Rafael Clavero (izquierda), Carlos Pérez del Pulgar (centro) y José María Ortega (derecha); en el XXXII Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga. Lorenzo Carnero 18lq
“Aún incipiente, pero con un futuro prometedor”: el ecosistema espacial malagueño despega 3n5h37
Investigación, talento joven y colaboración público-privada impulsan desde Málaga una nueva era tecnológica con la vista puesta en el universo. n4g49
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Cuando el director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, presentó el proyecto de este periódico en Málaga, destacó el dinamismo de la ciudad mencionando la participación de su Universidad en proyectos de investigación espacial. “Sí, de Madrid al cielo, pero de Málaga a Marte”, afirmó. Aunque este sector no es el más reconocido en el ecosistema tecnológico local, no son pocos los proyectos que se desarrollan desde la Costa del Sol hacia el Universo.
La multinacional española Indra trabaja desde el parque tecnológico en el sistema europeo de navegación por satélite Galileo, el laboratorio de Robótica Espacial de la Universidad de Málaga (UMA) desarrolla para la Agencia Espacial Europea (ESA) distintos proyectos de exploración planetaria, la joven iniciativa Green Moon Project investiga la posibilidad de la agricultura en órbita y en la Luna. Todos ellos fueron protagonistas en el XXXII Encuentro Tecnológico de EL ESPAÑOL de Málaga, celebrado este lunes con el respaldo de Cervezas Victoria e Impact Hub.
"El sector espacial surgió en Indra Málaga por casualidad, pero a día de hoy está muy consolidado, con casi más de 100 profesionales en la oficina, y esperamos que más en los próximos años", explicó el responsable del Centro de Excelencia de Desarrollo SW de Indra Espacio en Málaga, Rafael Clavero. Esta sede abrió en 2003, inicialmente enfocada en el sector IT. Tras el Brexit, la compañía asumió parte del desarrollo espacial que antes se realizaba desde Reino Unido. Indra Málaga se convirtió en parte del sistema Galileo, el GPS europeo, y participa en proyectos de observación de la Tierra y vigilancia espacial.
El laboratorio de Robótica Espacial de la UMA comenzó en 2016 y desde entonces tienen su foco principal puesto en mejorar los vehículos de exploración de Marte o la Luna. "En la Universidad de Málaga se ve que hay más investigadores que se empiezan a mover a este campo. Es un crecimiento a nivel mundial, cada vez hay más inversión y es un mercado con mucho potencial", desarrolló su responsable, Carlos Pérez del Pulgar.
"Nosotros estamos enfocados en la agricultura espacial porque entendemos que va a ser una necesidad para toda esa nueva colonización del espacio en la que nos vamos a adentrar", relató el fundador de Green Moon Project, José María Ortega, cuyo proyecto nació también en el ámbito universitario en 2016. Se presentaron a una competición en la India, en la que fueron finalistas, e incluso firmaron un acuerdo de colaboración con la agencia espacial china. Actualmente, trabajan con proyectos espaciales españoles para poner en órbita un invernadero pionero.
Rafael Clavero subrayó que, aunque Málaga cuenta con "un ramillete importante" de iniciativas dedicadas al espacio, esta especialización es "aún incipiente" en el ecosistema tecnológico local que tiene delante de sí un futuro prometedor. "El sector trae abundancia. La Agencia Espacial Española viene con su sede en Sevilla, y eso para Andalucía es brutal", resumió Ortega, que repasó algunas de las iniciativas internacionales de desplegue de grandes cantidades de satélites públicos y privados.
"El conocido como New Space está permitiendo lanzar satélites más pequeños, con costes más reducidos por kilo", señaló Pérez del Pulgar. Ese Nuevo Espacio es un enfoque novedoso en la industria que permite democratizarla y comercializarla de forma más barata y ágil, liderada por empresas privadas estadounidenses como Starlink, de Elon Musk; pero también españolas como PLD Space y sus cohetes Miura: "Hay un montón de nuevas aplicaciones y servicios que están por venir", adelantó.
Aún así, el "Old Space" —la visión tradicional de este sector, impulsada por proyectos públicos de gran ambición— tiene todavía "mucho recorrido" y está viviendo "una gran pujanza" por la creciente importancia que está tomando la soberanía tecnológica y de defensa europea, subrayó Clavero.
"El primer problema que tenemos es la falta de talento", analizó el responsable del centro espacial de Indra en Málaga, que también señaló a la falta de infraestructura e inversión: "Tenemos que cubrir muchas posiciones muy especializadas, es algo común en todo el sector tecnológico. Para eso tenemos que trabajar con la Universidad". El responsable del laboratorio de robótica espacial de la UMA coincidió: "La industria espacial malagueña nos debe ayudar y plantear un máster según las áreas en las que hagan falta. Podemos atraer estudiantes talentosos a nuestras empresas y que trabajen ahí".
"Quiero soñar con una España en que la gente pueda quedarse aquí con su familia y con trabajo de calidad. Ahora es posible pensar en ese plan de carrera mirando al espacio desde Málaga", sintetizó el fundador de Green Moon Project, José María Ortega. De la Costa del Sol al infinito.