
Los gestos de los gatos tienen diferentes significados que, bien interpretados, nos ayudarán a relacionarnos con ellos. iStock 3xe42
Los gatos pueden hablar con los humanos: estas son las claves para entender qué nos dicen con sus orejas o cola 6n3u6k
Los etólogos aseguran que desentrañar la comunicación felina es fundamental para convivir con estos animales. 43b2c
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Ni son tan despegados e independientes como nos creemos. Ni ignoran por completo a sus humanos. El problema está en que no entendemos a los gatos.
Existen cientos de leyendas urbanas en torno a los felinos, y la mayoría de ellas surgen por la falta de comprensión de un elemento clave en su comunicación: el lenguaje no verbal.
Pero desde ENCLAVE ODS nos hemos propuesto descifrar la manera en que estos animales de compañía hablan con las personas con las que conviven. Así, la próxima vez que se le quede mirando fijamente su mascota, sabrá qué le intenta decir.
Tal y como explica el veterinario canadiense Gary M. Landsberg en un artículo publicado en la publicación especializada Manual de MSD, factores como "ser arisco o tímido" se heredarían por el linaje paterno de los gatos.
Sin embargo, especifica que los cachorros de entre dos y siete semanas "que son manipulados por personas son más amistosos, más extrovertidos y pueden ser menos agresivos". También está en sus genes, asegura el experto, los juegos de depredador, basados en acechar y abalanzarse.
Morder, jugar a pelearse y cazar son entretenimientos normales para los gatos. De la misma manera, arañar o afilarse las garras antes, después o durante el momento en el que usan el arenero es un comportamiento también lógico, que tiene mucho que ver con sus "ancestros silvestres".

Uno de los comportamientos más habituales de los gatos es el marcaje. iStock
Sería, en concreto, su manera de "marcar o reclamar territorio", como lo hacían en el desierto del que son originarios los Felis silvestris catus o gatos domésticos.
Asimismo, según Landsberg, "los gatos están muy influenciados por el papel del olor en su entorno, y marcan con orina, heces y glándulas olorosas especiales bajo la barbilla y en las patas".
Pero no solo se comunican a través de su marcaje o sus juegos. Su cuerpo dice también mucho de los gatos.
Orejas que hablan 5h4k3t
Las orejas felinas son, según los etólogos, uno de los indicadores más precisos del estado emocional de un gato. Por eso, es importante que cualquiera que conviva con un minino reconozca sus gestos más comunes.
Por ejemplo, si las mantiene erguidas y orientadas hacia adelante, el gato está tranquilo y relajado, así que estaría receptivo a la interacción con los humanos e, incluso, otros animales.
Sin embargo, si sus orejas están tensas y dirigidas hacia atrás, el animal estaría a la defensiva y podría llegar a ser agresivo. Esto se magnifica si esta posición se compagina con otros signos de rigidez y tensión corporal.
Además, los veterinarios y etólogos afirman que unas orejas planas y dirigidas hacia abajo son una señal inequívoca de miedo.

Las orejas aplanadas en los gatos muestran miedo. iStock
Estos apéndices pueden incluso llegar a aplanarse por completo contra la cabeza, hasta el punto de quedar prácticamente invisibles. En esos casos, el lenguaje corporal del gato está mostrando puro terror.
Los etólogos también documentan una posición de las orejas bastante curiosa, como que cada una de ellas apunte a una dirección diferente. Por ejemplo, una hacia adelante y otra hacia un lado.
En estos casos, los expertos aseguran que el felino se encontraría en estado de ansiedad o preocupación.
La cola dice mucho 8593d
Según los expertos de la marca de alimentación para mascotas Purina, la cola dice mucho de lo que nos intenta comunicar un gato. Se trata de un verdadero barómetro de su bienestar.
Por ejemplo, cuando los gatos colocan la cola en forma de signo de interrogación (hacia arriba pero un poco flexionada), nos están diciendo que quieren jugar.
Si la cola está recta y hacia arriba, nos está diciendo que se siente seguro y quiere interactuar. Asimismo, si enrosca la cola alrededor de una persona u otro animal, inequívocamente está afirmando que siente afecto por el otro.

La cola en forma de interrogación suele significar ganas de jugar. iStock
Por el contrario, si la esconde, el felino estaría sintiendo miedo o incertidumbre. Ese es el momento de darle espacio y evaluar de dónde podría venir la fuente de su intranquilidad.
Cuando se le eriza el pelo de la cola y este se vuelve puntiagudo, el gato está diciendo que está asustado o agitado. A no ser, claro, de que ocurra durante un momento de juego, en cuyo caso podría denotar emoción.
Hablar con los ojos 15733p
Diversos estudios recientes aseguran que existen patrones específicos de comunicación visual entre felinos y humanos. Y las pupilas gatunas tienen mucho que decir.
Desde la marca especializada en productos felinos Feliway aseguran que la mirada es un buen indicador en estos animales. Y es que el "o directo y visual prolongado puede ser visto como agresivo por tu gato", por eso recomiendan no mirarle directamente a los ojos.
Por el contrario, "un parpadeo o un medio cierre de ojos son señales de que tu mascota está relajada y feliz", así que le puedes corresponder con un gesto similar.
Esto, según un estudio de la Universidad de Sussex publicado en la revista Nature, hace que los gatos reaccionen de manera positiva. Un experimento demostró que incluso en felinos desconocidos por el humano, es más probable que se acerquen a una mano extendida si primero la persona parpadea lentamente.
A la manera en que nos miran los gatos habría que añadirle lo que hacen con sus bigotes. Cuando están relajados y en posición neutral, indican tranquilidad. En cambio, si se orientan hacia adelante, puede significar alerta o tensión.
El miedo se refleja en los bigotes tensos hacia atrás. Gesto que también muestran en situaciones de defensa.
Ronroneo y maullido 6w6v1x
La comunicación no verbal de los gatos se complementa, como explican desde el centro veterinario Clínica Animal, con los "diferentes tonos, volúmenes y patrones de maullidos" que utilizan para comunicarse con los humanos.

Un gato ronroneando. iStock
Por ejemplo, un maullido agudo y corto se puede interpretar como señal de saludo o petición de atención. Uno largo y profundo puede indicar dolor o malestar (suelen maullar así, por ejemplo, cuando están a punto de vomitar).
Por su parte, el ronroneo representa una señal de bienestar y comodidad. Además, no solo es símbolo de satisfacción, también funciona como mecanismo de autorregulación emocional. Porque, como indican en Clínica Animal, "les permite tranquilizarse al ser una reminiscencia de cuando las madres ronronean a sus crías tras el parto".