
Félix Rodríguez de la Fuente. 47542
La joya natural de Guadalajara que enamoró a Félix Rodríguez de la Fuente: allí grabó sus documentales 2q5g5b
Este paraje, situado a menos de dos horas de Madrid, fue uno de los escenarios preferidos del divulgador. 3qw5w
Más información: El tesoro natural de Guadalajara donde se grabó una de las series más famosas 3qk5j
A tan solo unos kilómetros de la histórica villa medieval de Sigüenza, se esconde uno de los parajes naturales más espectaculares de Castilla-La Mancha: el Barranco del río Dulce. Este impresionante cañón no solo destaca por su riqueza paisajística y ecológica, sino que también tiene un profundo valor simbólico por haber sido escenario de los célebres documentales de Félix Rodríguez de la Fuente.
En la pedanía de Pelegrina, un pequeño núcleo de apenas 15 habitantes, los vecinos quisieron rendir homenaje al naturalista más emblemático de la televisión española. En 1980, tan solo unos meses después de su trágica muerte, construyeron un mirador en su honor con impresionantes vistas.
Este se encuentra ubicado en la carretera GU-118, a solo 9,3 kilómetros de Sigüenza, y dispone de un pequeño aparcamiento para facilitar la visita.
Un paraíso natural 1j6tx
El paisaje que se divisa desde allí es sobrecogedor. Farallones calizos, hoces profundas y formaciones kársticas moldeadas durante millones de años conforman un entorno que parece sacado de un documental. Y lo fue.
Aquí se grabaron numerosas escenas de la serie El Hombre y la Tierra, lo que contribuyó a convertir este rincón de Guadalajara en un icono de la divulgación ambiental.
Desde 2003, el barranco cuenta con la figura de Parque Natural, y forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Castilla-La Mancha. Además, está incluido en las figuras de protección europeas LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), lo que lo convierte en un enclave fundamental para la conservación de la biodiversidad.
Observación de aves 4cj3u
Uno de los mayores atractivos del Barranco del río Dulce es, sin duda, la observación de aves. Desde el mirador es habitual avistar buitres leonados, alimoches, halcones peregrinos, y especies más pequeñas como las chovas piquirrojas, aviones roqueros o los vencejos reales.
Las acrobacias de estas aves sobre el cañón son todo un espectáculo para los aficionados a la ornitología, que encuentran en este mirador un punto privilegiado para la contemplación y la fotografía de fauna.
Visitar el Barranco del río Dulce no es solo adentrarse en un espacio natural protegido, sino también en la memoria de un país que aprendió a amar la naturaleza gracias a la voz y la mirada de Félix Rodríguez de la Fuente.