Un consenso que desborda el Estatuto: PSOE y PP han votado juntos la mitad de las leyes de Castilla-La Mancha desde 2023 a3r2z

El acuerdo sobre la propuesta para la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha ha puesto de acuerdo a los dos grandes partidos. El entendimiento, además, se ha proyectado desde ambas formaciones como ejemplo de voluntad pactista. El consenso es la idea que nutre el relato con que PSOE y PP presentan a la ciudadanía el plan que el próximo jueves validará el Parlamento regional.

Por una parte, la convergencia de ambas marcas se antoja como una posibilidad improbable en temas muy concretos, especialmente en aquellos que trascienden la gestión y tienen una mayor carga política. Por otra parte, se adivina una complejidad añadida de cara a una hipotética traslación al ámbito nacional. El choque permanente en el Gobierno central y la oposición alejan una aquiescencia que en el caso de la región emerge como algo más o menos frecuente.

Durante la pasada legislatura, extendida entre 2019 y 2023, las Cortes de Castilla-La Mancha aprobaron 44 leyes, una veintena sin votos en contra. Los dos partidos tradicionales y Ciudadanos contaban entonces con representación. El ciclo que se inició tras las elecciones autonómicas de 2023 consagró la mayoría absoluta de los socialistas y al PP como principal bloque de la oposición. Ciudadanos abandonó la Cámara y entró, con cuatro representantes, Vox.

En todo caso, la nueva distribución no ha alterado el vínculo entre los dos grandes. Mediada la legislatura, los grupos parlamentarios de PSOE y PP han coincidido en la mitad de las normas aprobadas por la Cámara regional: de las diez aprobadas, se han entendido en cinco (50 %). Por su parte, Vox, ha censurado todas con su voto.

Las leyes referidas a la designación de senadores, la reforma de ley sobre la violencia de género, la concesión de un crédito extraordinario para sufragar los gastos de los últimos comicios autonómicos, la Integridad Pública o el Consejo Social de la Universidad han sido respaldadas por el principal partido de la oposición.

Los diputados de esta formación también han refrendado un convenio relacionado con la sanidad entre la región y la Comunidad Valenciana, y dos de colaboración por el control interno autonómico con las dos comunidades insulares, amén de algunas resoluciones puntuales.

En cualquier caso, las leyes en las que el PP se ha retratado junto al PSOE tienen, más allá de la reforma del marco en violencia de género, escasa proyección política. Entretanto, la formación de centroderecha se ha opuesto a dos presupuestos anuales, también a la ley de transformación digital, la de aguas de Castilla-La Mancha y la más reciente de medidas istrativas y tributarias.

No obstante, el acuerdo de mayor calado afecta al Estatuto de Autonomía. La intención de renovar la norma institucional, una proposición presentada por el grupo socialista, fue aprobada en julio del pasado año por 29 votos a favor, la suma de los 17 del PSOE más los del PP. Los cuatro representantes de Vox se manifestaron en contra. Tras un prolongado parón, y salvado el escollo del número de diputados, la norma cubrirá su periplo castellanomanchego rumbo a las Cortes Generales con el respaldo abrumador que, si no media sorpresa, recabará el día 29.

Las Cortes de Castilla-La Mancha aprobarán el jueves, con un 88 % de apoyo, el nuevo Estatuto pactado por PSOE y PP

La entente del bipartidismo y el rechazo de Vox, la fotografía que deja la negociación por el cambio de Estatuto, ha aflorado en el decálogo legislativo aprobado. Sus cuatro diputados han impedido un beneplácito absoluto.

Asimismo, Vox ha tendido a rechazar las votaciones relacionadas con asuntos como el Día Internacional de la Mujer o sobre materias como la igualdad.

Sin la avenencia de los tres 4o5n1b

Por tanto, la unanimidad parlamentaria ha resultado inusual. La primera vez que los 33 parlamentarios votaron de forma conjunta fue el 31 de agosto de 2023, cuando brindaron un sí coral a la relación de nombres propuestos para convertirse en del Consejo de istración del ente público de radiotelevisión regional.

Del mismo modo, una propuesta de resolución presentada por el PP en favor de la gratuidad temporal de la autopista R-5 también fue refrendada por las tres formaciones en febrero.

Aunque se han dado acuerdos a dos o incluso a tres, las cuestiones parlamentarias con mayor carga política se han solventado sin tales pactos. Los dos presupuestos de Castilla-La Mancha, correspondientes a 2024 y 2025, salieron adelante aupados por la mayoría socialista; las enmiendas a la totalidad planteadas por las dos formaciones de la oposición fueron negadas por los mismos 17 diputados que aprobaron las cuentas.

Mientras que el rechazo al plan de Vox para los presupuestos de 2025 unió en su negativa a los diputados de PSOE y PP, los parlamentarios del partido que en Castilla-La Mancha preside David Moreno optaron por abstenerse ante las propuestas efectuadas por los diputados de la formación que lidera Paco Núñez. Cabe reseñar cómo ambas alternativas resultaban imposibles sin el concurso de los socialistas.

Tampoco las propuestas de resolución, una herramienta parlamentaria con la que los grupos establecen sus posiciones ideológicas, han generado acuerdos, más allá de las que se habían acordado previamente por las tres formaciones. Cuando se han presentado por cualquiera de los partidos de forma individual, han tendido a recabar un apoyo relacionado con el peso proporcional de cada cual en el hemiciclo.

Antes leyes que resoluciones 4k6u1b

Con carácter general, la vida parlamentaria en la región muestra un mayor grado de coincidencia entre partidos, significativamente entre los dos mayoritarios, cuando se tienen que refrendar leyes previamente pactadas y debatidas en comisión. También hay entendimiento en asuntos de carácter institucional, como en la propuesta de senadores por designación autonómica o en la renovación de algunos organismos públicos.

Por el contrario, las disonancias se destapan cuando la vida política pasa por las Cortes, es decir, en acontecimientos como el debate sobre el estado de la región o la tramitación presupuestaria. Igualmente, es muy extraño el entendimiento en el caso de las resoluciones, donde se tiende a decidir por bloques ideológicos.

Así, la conformidad de PSOE y PP para la revisión del Estatuto supone un ejemplo de consenso, aunque no es el único que se produce en Castilla-La Mancha.