La barra principal del bar. c67l
El bar 'sauna' de Madrid oculto en una vieja pensión secreta donde se ha rodado la última película de Paco León 2p676f
Marc Álvarez y sus socios gestionan este local de tres plantas que está desarrollando uno de los primeros menús degustación de cócteles de la capital. 526p5b
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Una mujer con gafas de sol y turbante escolta la entrada de lo que parece ser un hostal de mala muerte del centro de Madrid. Se hace llamar La Patrona y tiene cara de pocos amigos. "Me das asco", escupe cuando le preguntas por una habitación libre para dos personas. "Pero tienes suerte: me das más pena que asco, así que voy a ver si queda algo vacío", accede con desgana.
Sorprendentemente, esta pensión tan poco acogedora se ha vuelto muy popular en poco tiempo. ¿La razón de su éxito? Ni su privilegiada ubicación (a pocos metros de la Puerta del Sol) ni el hipnótico cardado de su amable recepcionista. La clave de su fama reside en que, en realidad, no es una pensión.
Cuando entras en el desvencijado ascensor que debería trasladarte a tu habitación, topas con otra puerta que comunica con un ambiente radicalmente distinto. La moqueta polvorienta que te recibió en el hall se ha transformado en un moderno suelo de linóleo, y el viejo mostrador tras el que acechaba La Patrona ahora es una enorme barra de bar con luces de neón. ¡Sorpresa! Estás en Pensión Mimosas, la coctelería clandestina de Marc Álvarez, uno de los mejores bármanes del mundo.
El proyecto echó a andar en noviembre de 2024 impulsado por el propio Marc (cofundador de la catalana Sips, nombrada mejor coctelería del mundo en 2023) y sus socios Juan Falcón y Alessio Beltrami, todos ellos reconocidos profesionales del sector.
Entre los tres y junto a Daniel Regajo y Daniela Correia han diseñado la carta de cócteles de este particular establecimiento, la cual combina ingredientes exóticos con destilados de calidad. Entre las creaciones más destacadas se encuentran el Blue Milk (12 €), una reinterpretación galáctica de la piña colada, y la Jerezana (12 €), que fusiona Saint Germain, fino sherry, soda, pera, menta e hinojo.
El cóctel 'Blue Milk'.
El diseño del local es obra de la artista Pilar Zeta y fusiona elementos futuristas y nostálgicos, dando lugar a una suerte de atmósfera vaporwave de lo más sugerente. Pensión Mimosas cuenta con tres plantas: la principal, con la barra de neones; la primera planta (aún en construcción), donde planean armar una propuesta más sofisticada y relajada en la que los comensales podrán saborear un menú degustación basado únicamente en cócteles (con un precio que rondará los 60 €); y la planta baja, un alocado mix de discoteca y spa.
En este último espacio, tanto las paredes como la barra están decoradas con los típicos azulejos de piscina, emulando a una sauna vintage; e incluso en un extremo hay una enorme recreación de una concha de ostra perlífera que hace las veces de excéntrico photocall para los clientes.
La planta baja de Pensión Mimosas.
Tal y como cuenta Alessio a Cocinillas EL ESPAÑOL, la particularidad de la sala ha propiciado que el actor y director Paco León decidiera grabar allí una escena de su última película, Aída y vuelta. Y no es el único famoso que ha querido aprovechar la originalidad de esta habitación: la exactriz porno María Lapiedra organizó hace unos meses un evento en el que participó como DJ.
El arte de desaparecer 3d211u
Pensión Mimosas no es un caso aislado. En los últimos años Madrid ha visto florecer otros bares clandestinos, como Satán, El Anfitrión, o el misterioso Jack's Library, que se oculta bajo la apariencia de una librería antigua. El tipo de sitios a los que no sólo se acude por los tragos, sino también por el contexto, donde los parroquianos sienten que forman parte de una especie de conspiración sensorial.
@fooditeando Esto solo pasa en @Mimosas Madrid 😳 esta experiencia no es para débiles! Y tú? Que esperas para visitar esta coctelería secreta? #cocteleriasecreta #madrid #pensionmimosas #fooditeando ♬ Love Tonight - Edit - Shouse
Mimosas juega con el atractivo de la ocultación, con la fascinación del trampantojo, aunque desea ser vista, oída y vivida por todos los medios, como demuestran las miles de visualizaciones que acumulan en redes sociales los vídeos de influencers que visitan el local.
En el fondo, el desdén de La Patrona (que funciona de lo lindo como reclamo publicitario) es como ese crío que te estira del pelo y te pone la zancadilla para llamar tu atención porque le gustas, porque te necesita. La Patrona no es La Patrona si nadie acude a su pensión. No dejes que languidezca su desprecio y pídete el cóctel Palomatrix (uno de los favoritos) mientras saboreas el travieso regocijo de la clandestinidad soft.
