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Turbinas eólicas, motores de vehículos Tesla y pantallas de iPhone, pero también capacitadores para multitud de elementos tecnológicos, sistemas de armas, radares, infrarrojos, misiles de crucero, aeronaves F-35 y hasta las aletas que permiten maniobrar a los misiles hipersónicos a temperaturas extremas. Las aplicaciones de las tierras raras tanto para la transición energética como para la industria armamentística son innumerables. ¿El problema? La enorme dependencia estratégica que sufre la Unión Europea de China, uno de los pocos países que se han encargado de monopolizar la extracción y el refinado de estos productos. Tiene el 70 % de la producción mundial y casi el 90 % de la capacidad de procesamiento.

De la problemática ecuación tampoco queda fuera el temor que despierta la estrategia de Donald Trump de quedarse con parte de las extracciones de los yacimientos de Europa, como los que Dinamarca posee en Groenlandia –disparatada (y fracasada) oferta de compra mediante– o los de Ucrania, con cuyo presidente, Volodímir Zelenski, se reunió el viernes con objeto de firmar un acuerdo de explotación conjunta de sus recursos minerales, entre los cuales se encuentran tierras raras y materiales críticos. Finalmente, tras un esperpéntico espectáculo frente a la prensa, no llegaron a puntos en común.

Europa depende desde hace décadas de las importaciones extranjeras de tierras raras y el caudal que le suministra China –el 98 % del total– es cada vez más inestable. La independencia estratégica, actualmente, no existe. Tampoco se vislumbra un horizonte de cambio a corto plazo. Ante tal tesitura, países como España, Finlandia o Noruega, ricos en estas tierras, se postulan como potenciales candidatos para convertir la adversidad en una oportunidad. Y, en el caso español, la esperanza se encuentra en yacimientos como los de Ciudad Real, Galicia y Fuerteventura

Donald Trump en el Despacho Oval, en Washington, el pasado 25 de febrero.

Donald Trump en el Despacho Oval, en Washington, el pasado 25 de febrero. Europa Press

El primero de ellos, situado cerca de la comarca ciudadrealeña de Campo de Montiel, frente al cerro de Matamulas y cerca de municipios como Valdepeñas o Torrenueva, ha acaparado especialmente la atención de las empresas dedicadas a la actividad minera. Es el único de los tres para el cual se han pedido permisos de extracción. Tras ellos se encuentra Quantum Minería, empresa que dirige Javier Merino, expareja de Mar Flores. El empresario pretende sentar un nuevo precedente en la industria de las tierras raras. Las 250 hectáreas que quiere explotar en Matamulas a través de su proyecto 'Neodimio' son su 'El Dorado' particular.

"La Comisión Europea baraja dos escenarios de cara a 2030", sentencia Merino en conversación con EL ESPAÑOL. "El primero, que necesitemos 1.500 toneladas de neodimio al año para la fabricación de coches, de aerogeneradores y de armas. El segundo escenario, más ambicioso, es el de las 5.000 toneladas. Nuestras primeras prospecciones apuntan a que el 100 % de las necesidades españolas podrían cubrirse con Matamulas y que podríamos facilitar incluso más del 50 % de las necesidades europeas en el primero de los dos escenarios. Todo con una única mina". 

Merino considera que las concentraciones de tierras raras de las que goza Ciudad Real son muy valiosas porque su radioactividad es baja –explicaremos esto más adelante– y porque su situación geográfica la hace ideal a nivel logístico. Además, al tener una gran concentración de algunos de sus elementos, "con cinco camiones al día" de material podría ser posible una producción óptima. No descarta tampoco la creación de un hub tecnológico que garantice no sólo la extracción, sino el procesado del material, algo que no existe en Europa y que, fuera de esta, sólo hacen China y Australia.

"Otra ventaja tremenda es que en las minas de roca dura debes perforar, meter explosivos y después moler y separar el material. Pero en este caso hablamos de extraer con retroexcavadoras dos metros y medio de suelo, llevarlo a una planta y, sin aditivos, sólo con agua, cribar el material. La normativa europea, como es extremadamente exigente en temas medioambientales, te obliga a dejar después todo como estaba. De una tonelada de material extraído podemos conseguir 3 kilos de monacitas y devolver los 997 kilos restantes a su lugar".

17 elementos variables y esquivos 4g486l

Llegados a este punto, resulta imprescindible definir qué son las tierras raras y diferenciarlas de los materiales críticos, ya que fuera de la jerga especializada estos a veces se suelen confundir. Los segundos, los críticos, son una serie de elementos de escasa producción, como el cobalto, el grafito o el coltán, muy utilizados para las nuevas demandas energéticas, como la fabricación de baterías o dispositivos móviles. Son materiales que generalmente provienen de otros países –eminentemente de África– y sin cuya importación parte de la industria no podría fabricar.

Ahora bien, dentro de los materiales críticos hay un subtipo conocido como tierras raras. Se trata de un grupo de 17 elementos químicos –15 de ellos lantánidos– que tienen la peculiaridad de encontrarse en el subsuelo formando silicatos o fosfatos. Su separación, hasta hace dos o tres décadas, era extremadamente complicada mediante la tecnología disponible. "Eso cambió tras empezar a conocerse sus propiedades de conductividad, lo cual generó un gran interés y comenzaron a investigarse sus posibles aplicaciones", señala Ester Boixereu, geóloga especialista en recursos minerales y vocal del Colegio Oficial de Geólogos de España.

Óxidos de tierras raras, en el sentido de las agujas del reloj desde el centro superior: praseodimio, cerio, lantano, neodimio, samario y gadolinio.

Óxidos de tierras raras, en el sentido de las agujas del reloj desde el centro superior: praseodimio, cerio, lantano, neodimio, samario y gadolinio. Europa Press

"Tienen un gran número de aplicaciones en todo lo que tiene que ver con la transición energética. Sin tierras raras, esa transición no será posible. También son imprescindibles para teléfonos móviles, drones, proyectiles, todo lo que tenga que ver con defensa. El neodimio, por ejemplo, sirve para hacer imanes fortísimos que se usan en el interior de los aerogeneradores; el ytrio se emplea en la construcción de láseres".

El lantano mejora la eficiencia de las baterías y las aleaciones para el sector aeronáutico; el praseodimio, los materiales superconductores y los dispositivos de almacenamiento cuántico. El prometio es útil para desarrollar baterías nucleares y fuentes de radiación en instrumentos médicos. Un uso, el médico, que comparte con el tulio, ideal para láseres y detectores de radiación utilizados en sistemas de imagen avanzada y tecnologías de diagnóstico. Completan el indescifrable alfabeto químico el cerio, el samario, el europio, el gadolino, el terbio, el disprosio, el holmio, el erbio, el iterbio, el lutecio y el escandio.

Los 17 elementos químicos que componen las tierras raras no se encuentran siempre juntos. La proporción de cada mezcla varía según la zona y el tipo de geografía. Además, existen dos subtipos dentro de ese tornasol de nombres imposibles: las Tierras Raras Ligeras (LREE) y las Tierras Raras Pesadas (HREE). Las primeras son las más comunes en España; las pesadas, que contienen una mayor concentración de disprosio y de terbio, son las que predominan en China. 

Una última pincelada informativa. Las tierras raras se extraen de minerales como la monacita, la bastnasita y la xenomita. Esta última es un fosfato que se encuentra en depósitos de Brasil, Malasia, China y Birmania. La bastnasita, por el contrario, es un fluorocarbonato de tierras raras que se encuentra principalmente en los depósitos de China y de Estados Unidos. Es el principal mineral explotado para la obtención de tierras raras.

El empresario de Quantum Minería, Javier Merino.

El empresario de Quantum Minería, Javier Merino. Europa Press

La monacita, y, concretamente, la monacita gris, que es la que se encuentra en grandes cantidades en Ciudad Real, es un fosfato que contiene una mezcla de elementos ligeros y pesados. "Las monacitas pueden ser de dos tipos. El primero, de origen íngeo, con lo cual su concentración de torio varía entre el 15 % y el 25 %, y eso es radioactivo", explica el geólogo director de operaciones de Quantum Enrique Burkhalter.

"No obstante, en Matamulas hay sólo un 0,2 % porque las monacitas grises son de origen metamórfico. Tanto el Consejo de Seguridad Nuclear como la Universidad de Sevilla han emitidos sendos informes que así lo certifican. No hay radiación", apuntala el geólogo, quien recuerda que la monacita de Ciudad Real es un material similar al que se encuentra en la mina que Lynas Rare Earth tiene en Australia.

"Radioactividad. La gente lo escucha y se pone nerviosa", resta importancia Ester Boixereu. "En la sierra de Madrid hay zonas de granito con una gran radioactividad natural que se puede acumular en los sótanos. En Barcelona hay edificios hechos con piedras de Montjuic que también la tiene. Hay un fondo natural de radioactividad en nuestro entorno". La diferencia está en la concentración de los elementos radioactivos que hay en las tierras raras, como el torio o el uranio, y en el caso del subsuelo de Matamulas, todo apunta a no hay ningún peligro por radiación.

Ucrania, Trump y China, un trío complicado 1c194r

En 2021, Úrsula von der Leyen, en el marco de la European Raw Materials Alliance, potenció un acuerdo de asociación de materias críticas con Ucrania, uno de los países más ricos en tierras raras. Con ello, Europa pretendía financiar su propio Green Deal basado en energías renovables, lo cual habría sido suficiente para asegurar las cadenas de suministro de parte de sus empresas armamentísticas y la elaboración de sus propios elementos tecnológicos. La guerra de Ucrania interrumpió cualquier posible asociación.

"Ucrania tiene potencial en tierras raras porque es un país muy extenso y con gran potencial minero", recuerda Boixereu. "Aparte del cereal, sus aportes en minería son gigantescos. ¿Qué es lo primero que invadieron los rusos? Mariúpol, donde se encuentran sus minas, el puerto por donde entra y sale el mineral y que más yacimientos de carbón tiene desde el siglo XIX. Tiene gas, grafito, útil en las baterías, berilio, imprescindible en la industria aeroespacial y de defensa, y tierras raras". 

Además, como señala el experto en geopolítica Juan Manuel Chomón en su libro La era de las tierras raras (Ed. Tecnos) el país también cuenta con una inmensa capacidad metalúrgica gracias a gigantes como Zaporizhstal. La zona del este de Ucrania fue la cuna de la metalurgia en Europa junto con la de Inglaterra, y su cultura siguió desarrollándose hasta producir elementos tan críticos como el uranio para su central nuclear de Zaporiyia. El mayor obstáculo, recuerda el experto, es obtener tierras raras y conseguir separar el torio y el uranio que van asociadas a ellas.

Quizás eso explique, tal y como infieren las fuentes consultadas, que Estados Unidos esté interesada en una resolución favorable a la istración Trump del conflicto en Ucrania. La reciente ofensiva republicana sobre el gobierno de Zelenski ha forzado a que el país eslavo acabase cediendo a firmar un acuerdo para ceder la explotación conjunta de sus materiales. El acuerdo no ha prosperado. En cualquier caso, no está tan claro que Ucrania tenga tantas tierras raras como Trump piensa.

"Ucrania no tiene nada interesante. Lo que puede marcar un antes y un después en Europa es Ciudad Real", sostiene Merino. "El problema es que si no nos damos prisa, Trump va a venir y se va a llevar también Ciudad Real".

La estrategia de Estados Unidos de tantear a Ucrania ha sido impulsada, entre otros motivos, por el hecho de que en febrero de 2025 China impuso una prohibición de exportación de productos a más de dos docenas de contratistas de defensa estadounidenses, incluyendo a Lockheed Martin y Raytheon. En teoría, apuntan los analistas, eso podría responder a que Estados Unidos ha vendido armas a Taiwán. Una mengua en el caudal de suministros implica reducir la velocidad de producción, algo que los de Trump no pueden permitirse.

Sabedora de que las dependencias extranjeras deben reducirse cuanto antes en este contexto geopolítico, la Unión Europea lanzó en 2022 la regulación Critical Raw Materials Act para fomentar la exploración y explotación de tierras raras para asegurar su suministro y no depender de China ni, eventualmente, de Estados Unidos. "Las materias primas críticas son indispensables para la economía de la UE y un amplio conjunto de tecnologías necesarias para sectores estratégicos", señaló entonces el documento de la Comisión Europea.

"La demanda de metales de tierras raras se va a multiplicar por seis en 2030 y por siete para 2050. Europa depende de las importaciones, a menudo de un solo tercer país [es decir, China] [...] Esta ley garantizará el de la UE a un suministro seguro y sostenible de materias primas críticas, lo que permitirá a Europa cumplir sus objetivos climáticos y digitales para 2030". 

Europa, hasta ahora, se ha quedado atrás en la carrera de las tierras raras. Salvo en Groenlandia, cuya mina está parada porque se intentó vender a China, lo cual derivó en una grave crisis política en la isla, no cuenta con explotaciones, sólo con yacimientos potenciales o bloqueados por motivos políticos o medioambientales. En caso de que estos reciban luz verde para ser finalmente explotados, podrían otorgar al continente cierta autonomía estratégica, aunque no total.

Juan Manuel Chomón ilustra que el problema no es sólo tener tierras raras, sino tratarlas posteriormente. China se ha erigido no sólo en el gran extractor de estos químicos, sino que ha sabido crear un cuello de botella por el que pasan la mayoría de los materiales, y lo ha hecho a través de sus fábricas de separación, refinado y fundición. Una vez manejada la cadena de suministro, la utiliza para desarrollar su industria de energías renovables, vehículos eléctricos, robótica y de defensa.

Relata Chomón que cuando una empresa encuentra el mineral, el proceso que sigue para tratarlo se acaba convirtiendo en un valioso secreto industrial. Cada material es distinto y necesita un tipo de procesamiento. Un país cuyo tejido industrial cuenta con años de experiencia en el sector sabe cuáles son los ácidos, las bases, los procesos hidrometalúrgicos necesarios para dar con el conocido como diagrama de flujos, es decir, la fórmula mágica.

La única empresa con una cadena de suministro completa fuera de China es la de la australiana Lynas Rare Earth. Hasta Estados Unidos, que cuenta con algunos yacimientos de tierras raras, ha tenido que exportar a China su material para tratarlo y fabricar las aleaciones necesarias. Ese espíritu independiente es el que sirve de referencia al equipo de Quantum, que quiere crear toda la cadena de producción e incluso desarrollar un hub asociado a las extracciones.

De hecho, fuentes de la Comisión Europea han confirmado a EL ESPAÑOL que en los próximos años anunciarán una lista de proyectos estratégicos europeos y que cuentan con España como uno de los países con mayor potencial en esa línea.

Medioambiente vs. autonomía estratégica 3t656v

Ante esta tesitura, lo lógico sería pensar que un proyecto minero como el de Matamulas saldría adelante con facilidad. No obstante, la oposición a las extracciones en Ciudad Real lleva siendo notable desde hace casi una década, en parte por la cruzada que ha llevado a cabo contra Quantum Minería la asociación Sí a la Tierra Viva, la cual, apoyada por cooperativas locales, ha logrado que la Junta de Castilla-La Mancha niegue los permisos de extracción solicitados hasta ahora por los de Merino.

Sí a la Tierra Viva considera que el proyecto de Quantum Minería puede tener un impacto negativo en el sector productor, en la salud pública y en las comunidades locales, perjudicando el futuro de la actividad agraria, dañando el medio ambiente y suponiendo un factor de riesgo para los recursos hídricos de la región. Merino lo niega. Asegura que los materiales no son radioactivos y los informes científicos así lo certifican; también que cumplirá con los estándares medioambientales y que el agua utilizada será mínima.

Además, por mucho que los planes de Quantum sean volver a colocar la tierra en su lugar tras la extracción, este tipo de actividades, señala la organización, "pueden provocar erosión de la cobertura edafológica, pérdida de biodiversidad y, en definitiva, desertificación, impactando negativamente en la productividad agrícola y la seguridad alimentaria". Bodegas regionales, como Vinícola de Castilla o Yuntero, y Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, que agrupa a 456 entidades, han presentado alegaciones contra los planes de Quantum y han pedido al gobierno regional que no autorice el nuevo proyecto de Merino, Neodimio.

El CEO de Quantum, no obstante, espera que las palabras de Von der Leyen de 2023, en las que arengaba a los países a explotar al menos un 10 % de sus recursos naturales, suponga un giro de 180 grados. "A pesar de esta cruzada por parte de Sí a la Tierra Viva estamos a la espera de la decisión de la Junta", incide Javier Merino.

Quien tampoco está de acuerdo con la postura de Quantum es el doctor en Geología Antonio Aretxabala, quien considera que apelar a los reclamos de Europa no es suficiente excusa para poner en marcha el proyecto. "Cuando Von der Leyen dijo que era urgente que Europa pujase por la minería interna para no depender de los chinos, sugirió que las zonas periféricas –entre ellas, España– debían sacrificar su territorio para impulsar la industria. Es un disparate".

Aretxabala ve en este tipo de prácticas extractivistas un peligro medioambiental notable. "Implica triturar cordilleras para sacar el material. En China lo han hecho, pero no porque tengan una mayor concentración de tierras raras que nosotros, sino porque sacrifican su territorio sin problemas. Lo hacen a cielo abierto, contaminando todo, dejando territorios inhabitables. En 2018, China ha empezado a cansarse de suministrar estos materiales a Europa para que haga su transición limpia".

El geólogo advierte de que las garantías medioambientales de Quantum tampoco son realistas. "Cumplir con el medio ambiente no producirá la rentabilidad económica esperada ¿Por qué explotamos África y Latinoamérica? Porque sale barato. ¿Por qué se bajan los estándares medioambientales si queremos una transición verde? Porque no paramos de promocionar intereses económicos de sectores que destrozan nuestros territorios sin pudor. Hablamos empresas buscadoras de subvenciones. La mayoría de compañías vinculadas a proyectos como el de Quantum son especulativas, recién creadas, y lo único que buscan es vender futuros sin posibilidades".

Plataforma Sí a la Tierra Viva ha apelado recientemente a Emiliano García-Page, presidente autonómico, para que "ejerza y haga cumplir desde su Gobierno el 'no rotundo' a la actividad extractiva", tal y como expresó en su anterior legislación. Y ha recordado que esta misma semana el presidente canario, Fernando Clavijo, cerró cualquier puerta a la explotación de los recursos de Fuerteventura. "Nadie va a venir a desvalijar las materias primas y riquezas de Canarias", aseguró el líder de Coalición Canaria.

Boixereu, del Colegio Oficial de Geólogos de España, sale en defensa de la mina de Ciudad Real. Asegura que este tipo de proyectos son mucho más sostenibles que importar materiales de China. "No entiendo por qué no le dieron el permiso medioambiental. No le veo el sentido. Lo que es una vergüenza es lo que ha hecho Occidente con las tierras raras. Vieron que les salía a cuenta externalizar los servicios e importar de China. Han hecho un dumping ecológico, cuando los chinos no han tenido ni el más mínimo cuidado medioambiental ni laboral. Eso sí supone un desastre ecológico bestial".

Por lo tanto, secunda que estas iniciativas se sigan explorando, eso sí, cumpliendo de forma estricta todos los estándares medioambientales. "El problema es que si hay grupos que se oponen de entrada, pase lo que pase, no hay forma de dialogar. Yo en este caso me pregunto por qué Castilla-La Mancha cuenta con todas las bendiciones para abrir la mina de wolframio, una de las más grandes de Europa [y del mundo entero], y no ha dado la autorización a Quantum".

Javier Merino, empero, respira tranquilo. Ve en la estrategia de Trump en Ucrania y en los movimientos de los dos últimos años de la Unión Europea el argumento perfecto al que aferrarse para que aprueben su proyecto. "Veo difícil que no nos acaben concediendo la licencia de explotación sabiendo que lo que tenemos es, primero, inocuo, y, segundo, estratégicamente imprescindible. Sería una irresponsabilidad tremenda no hacerlo y una deuda imperdonable con Europa. Creo que cuando hicimos las primeras peticiones nadie era consciente de lo que implicaba; ahora sólo hace faltar coger cualquier periódico para comprender por qué lo hacemos".

Y zanja: "Trump está pujando y Europa debe tener sentido común. Matamulas es un caso único en Europa. Una oportunidad tremenda. No sólo de extracción, sino de crear una cadena de valor sólida para apoyar la soberanía estratégica y para poner la provincia de Ciudad Real ya no sólo en el punto de mira europeo, sino mundial".