Elon Musk apoya al candidato conservador a la Corte Suprema de Wisconsin con un queso en la cabeza. Vincent Alban Reuters 5ys1t
Las primeras elecciones tras el regreso de Trump certifican su pérdida de popularidad: "Es una señal de alarma" 1v6r3m
Los republicanos culpan a Elon Musk por haber perdido la Corte Suprema de Wisconsin y muestran su preocupación tras ganar dos escaños vacantes en Florida con menos ventaja de la esperada. 22a6y
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Nadie esperaba una victoria del Partido Demócrata en el primer y el sexto distrito de Florida, donde los ciudadanos estaban llamados este martes a votar el reemplazo de los congresistas republicanos Matt Gaetz y Mike Waltz en la Cámara de Representantes tras abandonar su escaño al ser nombrados del gabinete de Donald Trump.
Y nadie la esperaba por una sencilla razón: ambos distritos son bastiones republicanos. De modo que un cambio de tornas estaba prácticamente descartado. Ahora bien: los candidatos republicanos a reemplazarlos tenían dos formas de hacerse con la victoria: arrasando –tal y como hizo el propio Trump en las elecciones de noviembre– o sin arrasar. Lo cual significaría que el presidente está perdiendo popularidad.
Es lo que ha sucedido. En la contienda en torno al escaño del primer distrito de Florida –correspondiente al noroeste del estado; tocando Alabama– el republicano Jimmy Patronis consiguió imponerse ante Gay Valimont, la candidata del Partido Demócrata, con el 57% de los votos. Un resultado que podría considerarse satisfactorio de no ser porque en el último cuarto de siglo ningún republicano había ganado ese escaño con menos del 64% de los votos.
Lo del sexto distrito –cuyo epicentro se encuentra en Daytona Beach– resulta todavía más preocupante desde la óptica del Partido Republicano: Randy Fine, su candidato, ha obtenido catorce puntos de ventaja sobre un profesor de instituto llamado Josh Weil… en una región donde hace apenas unos meses Trump le sacó treinta puntos de ventaja a Kamala Harris.
Todo ello parece indicar, teniendo en cuenta la ausencia de rumbo de un Partido Demócrata que carece de liderazgo, algo que ya han señalado algunas encuestas: hay cierto desencanto en torno a cómo ha empezado Trump su segundo mandato por parte de sus bases. Máxime cuando el propio Trump había advertido a sus votantes de que las elecciones al primer y sexto distrito de Florida iban a ser entendidas como un referéndum “crucial” en torno a su persona cuyos resultados podrían, en caso de ser negativos, ayudar a “la izquierda radical”.
Con todo, las victorias de Jimmy Patronis y Randy Fine han conseguido apuntalar la mayoría del Partido Republicano en la Cámara de Representantes, donde ahora mismo los conservadores cuentan con 220 escaños frente a los 213 que retiene el Partido Demócrata.
Wisconsin versus Elon Musk 6q3c57
Más allá de los comicios de Florida, en el extremo opuesto del país cinco millones de personas estaban llamadas este martes a las urnas para determinar la composición de la Corte Suprema de Wisconsin. Un swing state o estado bisagra que se decantó por Trump en noviembre pero cuyo máximo tribunal lleva alojando una mayoría de jueces progresistas –cuatro frente a tres– desde el 2023.
En una papeleta figuraba el nombre de Susan Crawford, una jueza del condado de Dane respaldada por el Partido Demócrata, y en la otra aparecía el nombre de Brad Schimel, un juez del condado de Waukesha y el antiguo fiscal general de Wisconsin; un cargo al que se postuló como republicano.
Schimel, y he aquí una de las claves de esta peculiar noche electoral, no solo contaba con el apoyo del Partido Republicano sino que también contaba con el de Elon Musk. El hombre más rico del mundo, que también ejerce de lugarteniente de Trump en la Casa Blanca, se trasladó el pasado domingo a Wisconsin para hacer campaña por él. Y previamente había donado decenas de millones de dólares a la causa.
Pues bien: con más del 95% de los votos escrutados a la hora de escribir estas líneas, Crawford ha obtenido el 55% de las papeletas frente al 45% conseguido por Schimel. Un resultado por el que, según dicen los comentaristas políticos estadounidenses, Musk debería asumir parte de la responsabilidad.
“Estoy impactada”, declaró Pam Van Handel, presidenta del Partido Republicano en el condado de Outagamie. “Pensé que Musk sería un activo, pero si bien la gente ama a Trump no parece amar tanto a quienes lo apoyan”. Por su parte Rohn Bishop, alcalde de Waupun y expresidente del Partido Republicano en el condado de Fond du Lac, ha advertido que este resultado “es una señal de alarma de cara a las mid”.
Las mid, o elecciones de medio mandato, son unos comicios que tienen lugar en el ecuador de cada presidencia. En ellos se somete a las urnas la totalidad de la Cámara de Representantes, un tercio del Senado y no pocos gobernadores. Pese a no arrastrar la fama internacional de las elecciones presidenciales, las mid son importantes más allá de lo simbólico dado que determinan qué partido controlará el Congreso de Estados Unidos durante los dos últimos años de la presidencia de turno.
“Pensé que la llegada de Musk animaría a la gente a votar”, continuó diciendo Bishop en unas declaraciones recogidas por la revista Politico. “Y creo que su presencia ayudó a movilizar votantes… pero en nuestra contra”.
“Musk se erigió como la gran baza del Partido Demócrata”, señalaba la crónica aparecida de madrugada en el New York Times. “En lugar de convertir la contienda en un referéndum en torno a la Casa Blanca y la figura de Trump, el Partido Demócrata centró su campaña exclusivamente en Musk”.
Ya lo señalaba Nate Silver, el gurú de los pronósticos, en una conversación mantenida la semana pasada con EL ESPAÑOL: “Los anuncios más efectivos del Partido Demócrata son los que van dirigidos contra Musk –acusándole de querer desmantelar Medicare o la Seguridad Social– y no contra Trump”. Y añadía: “Musk le causa muchos problemas a Trump”.
