
Experto en mecánica.
Soy experto en mecánica y este es uno de los secretos mejor guardados de los estafadores de km: "Está a la orden del día"
Se trata de una práctica fraudulenta muy común en coches como, por ejemplo, el Audi SQ7.
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En la era digital, la manipulación del cuentakilómetros ha evolucionado con tanta sofisticación que hoy ya no se trata solo de "bajar" los kilómetros recorridos, sino de impedir que se registren desde el primer momento.
Así lo ha denunciado recientemente Serhiy Savchak, un conocido experto del mundo del motor y colaborador de la cuenta de Instagram Needcarhelp, quien ha arrojado luz sobre esta práctica fraudulenta.
Savchak explica en uno de sus vídeos que actualmente se emplean dispositivos denominados stop filters, unos pequeños aparatos que se instalan detrás del cuadro de instrumentos del vehículo.
Este tipo de manipulación se da con especial frecuencia en vehículos de alta gama, como el Audi SQ7, donde el valor de reventa y el estado aparente del coche juegan un papel crucial.
"La verdad es que a estos coches los kilómetros ya no se les bajan, sino que de primeras los paran", afirma con claridad.
Según detalla, estos dispositivos se activan mediante una sencilla combinación de botones y permiten alterar el conteo de kilómetros recorridos por el vehículo.
"Con este aparato puedes hacer 100 kilómetros y que el coche registre cero. O que registre solo 50. Incluso 30. Es decir, el coche ha hecho físicamente esos 100 kilómetros, pero su ordenador dice otra cosa", continúa Savchak.
El objetivo, según él, no es otro que engañar a futuros compradores ocultando el verdadero desgaste del coche.
Este tipo de manipulación, lejos de ser anecdótica, se ha convertido en una práctica habitual, especialmente en vehículos potentes y caros.
"Es una maravilla de la ingeniería, sí, pero se utiliza para estafar y engañar", denuncia el experto. El propósito es claro: reducir artificialmente el kilometraje para mantener el valor del coche en el mercado lo más alto posible.
El caso del Audi SQ7, un SUV diésel de altas prestaciones, ilustra perfectamente esta problemática.
"Este coche está hecho para hacer muchísimos kilómetros de manera muy cómoda. Por eso es precisamente en estos modelos donde más se recurre a estos métodos", añade Savchak.
La lógica es sencilla: cuanto más kilometraje real acumule el vehículo, más se devalúa, pero si ese kilometraje no se registra, se puede vender como si prácticamente no hubiera salido del concesionario.
La denuncia no solo pone en entredicho la ética de quienes instalan y utilizan estos dispositivos, sino que plantea serias preguntas sobre la regulación y los controles en el mercado de vehículos de segunda mano.
Aunque manipular el cuentakilómetros es ilegal en la mayoría de países europeos, incluida España, la tecnología para hacerlo sigue circulando con facilidad y discreción.
En este contexto, la transparencia y la trazabilidad del historial de los vehículos se vuelven más necesarias que nunca.
El kilometraje es uno de los principales indicadores del estado y valor de un automóvil, y su manipulación compromete no solo la confianza de los compradores, sino también la seguridad vial.
Mientras tanto, expertos como Savchak continúan haciendo públicos estos métodos en redes sociales, en un intento de concienciar y advertir tanto a compradores como a profesionales del sector.
Porque, como él mismo concluye en su vídeo, "esto está a la orden del día".