La maldición de la gasolinera por la que protestan los vecinos de Móstoles: ahora también construirán un colegio al lado 374c5d

El pasado mes de enero comenzaron unas de las obras más polémicas para los vecinos del barrio de El Soto, en el municipio madrileño de Móstoles: la construcción de una gasolinera. No parecería que fuera un problema salvo por una cuestión, que se encuentra a unos "40 metros de las viviendas construidas hace 20 años".

Ahora, además, la controversia se ha visto agravada por otra situación. La parcela que se ha cedido para la creación del nuevo colegio de Educación Especial de la localidad se encuentra próxima a la que será la nueva gasolinera, una vez finalizada su construcción, que continúa en proceso.

Este hecho, precisamente, ha revivido los dos años de quejas vecinales contra la ubicación elegida para esta estación de servicio, en el casco urbano, en la confluencia de las calles Iker Casillas y Benito Pérez Galdós y frente al Parque Finca Liana. Tanto las asociaciones del barrio como Ecologistas en Acción se mostraron en contra de que se abriera una gasolinera a menos de 50 metros de las viviendas.

Y es que, en 2015, "durante el mandato del Partido Popular en Móstoles, la normativa recogía que la distancia mínima para construir una instalación de este tipo no podía ser inferior a 50 metros", tal y como señalan fuentes municipales.

Sin embargo, el anterior Gobierno municipal, formado por PSOE y Podemos (el actual es la coalición PP y Vox), "modificó, en mayo de 2021, la normativa urbanística para permitir que se pudieran instalar gasolineras a 20 metros de las viviendas". "Es decir, este proyecto de gasolinera con la normativa del PP, que estaba vigente hasta 2021, no se habría podido llevar a cabo", apuntan desde el Ayuntamiento de la localidad.

Ayuntamiento de Móstoles

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Por lo tanto, señalan que la concesión de la licencia para poder construir en dicha parcela era legal. Por otra parte, la ubicación cedida (una parcela cercana de más de 8.000 metros cuadrados elegida entre tres opciones) a la Comunidad de Madrid para el futuro colegio de Educación Especial, afirman, "reúne todos los requisitos imprescindibles que requiere un alumnado con las características especiales que presentan".

"Está situada en una de las entradas de la ciudad, lo que facilita el desde otras localidades, además de que se encuentra cerca de centros sanitarios como el Hospital y el centro de salud del Soto, Esto es algo imprescindible dada la tipología del alumnado de este tipo de centros", explican desde el Ayuntamiento.

Ante esto también se ha posicionado el grupo político Más Madrid, que solicitó hace unas semanas buscar "otra parcela que se le pueda ceder a la Comunidad de Madrid para llevar a cabo este centro" y así evitar que el nuevo colegio se ubicara en la parcela contigua a la nueva gasolinera que se está construyendo en el barrio.

"No en vano, la Universidad de Murcia ha demostrado, mediante estudios científicos, que compuestos orgánicos volátiles como el benceno, un carcinógeno para los seres humanos, está presente en un radio de al menos 50 metros alrededor de las estaciones de servicio y que desaparece por completo en torno a los 100 metros", argumentaba el concejal de Más Madrid Móstoles, Jesús Arrabé, en el Pleno municipal.

Paralización de las obras 4x5r6c

"En un principio se dijo que la parcela sería un centro comercial. Luego los propietarios me dijeron que sería solamente para vehículos eléctricos, pero resulta que es una gasolinera al uso, con seis centros de repostaje y una zona de lavado de coches", explica Ricardo Zamora, presidente de la Asociación de Vecinos El Soto de Móstoles.

Se trata de uno de los grupos que se ha estado manifestando desde el principio contra esta nueva estación de servicio. Y es que las pancartas pegadas en las fachadas colindantes lo dejan claro: los vecinos no querían una gasolinera cerca de sus casas.

"Cuando nos enteramos de que no se le iba a dar un uso comercial, lógicamente nos posicionamos en desacuerdo. Entendemos que ninguna gasolinera hoy en día debería estar a 20 metros de ninguna vivienda. Y mucho menos, ahora, de un colegio", expresa Zamora.

Por eso, tanto esta asociación como la plataforma '¡No a la gasolinera!', nacida ante esta situación, junto al grupo Ecologistas en Acción, realizaron acciones contra su construcción, sin más resultado que la paralización durante unos días el pasado mes de febrero "por carecer de cierta documentación preceptiva", según señalaba la última organización en ese momento en un comunicado.

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La asociación ecologista señalaba, al respecto, que "en abril de 2024 habían denunciado el proyecto a la Fiscalía por la posible comisión de ilícitos penales". "En octubre, dicha Fiscalía comunicó que estaban en proceso de investigación de dos posibles delitos sobre la ordenación del territorio y de prevaricación. En noviembre, los mismos vecinos presentaron toda la documentación al respecto. Según la investigación de la misma, todo apunta a la posible comisión de irregularidades en la adjudicación de la gasolinera".

Unas semanas después de su paralización, el pasado 1 de marzo, una de las vecinas se levantó "con el ruido de unas motosierras" en los terrenos, donde se "habían talado ya más de 15 árboles". "Se llamó a la Policía Municipal. Se han personado con el fin de filiar a los operarios que han sido invitados a abandonar el recinto y se han vuelto a cerrar este terreno", comentaba una de las vecinas.

En contraposición, fuentes del Ayuntamiento de Móstoles confirmaban a Efe que los agentes municipales se personaron en las obras para "constatar que estaban todos los permisos en regla" y que, al comprobar que estaba todo correcto, los trabajos se reanudaron "con normalidad".

"Entendemos que ya tiene difícil solución", añade Zamora. "Hemos intentado negociar y no ha habido posibilidad de hacer nada". Ante esto, solo le queda exponer su esperanza de que "se comprueben todos los requisitos de seguridad". Algo con lo que serían "muy estrictos", según les aseguraron desde la concejalía de Urbanismo.