José Luis Ábalos, en su etapa de ministro, sonríe en el Congreso al pasar por delante de Pedro Sánchez.

José Luis Ábalos, en su etapa de ministro, sonríe en el Congreso al pasar por delante de Pedro Sánchez. EFE 706c4c

Política

El Gobierno intenta convertir los mensajes con Ábalos en una campaña de acoso a Sánchez y minimiza su contenido 2d2q5j

Los socialistas entienden que los wasaps no dan indicio alguno de que el presidente del Gobierno estuviera al tanto de alguna actividad ilícita o censurable de su entonces mano derecha. 721h65

Más información: El PSOE no denunciará la filtración de los mensajes de Sánchez a Ábalos y la atribuye a "la frustración de la derecha" 70405q

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"Si solo tienen esto…. No es agradable ver una conversación privada publicada y ninguno resistimos que se revele una conversación de ese tipo, pero no se ha revelado nada nuevo, ni comprometido para el presidente", asegura un destacado miembro del Gobierno.

Se refiere a la publicación en El Mundo de conversaciones por WhatsApp del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el que entonces era su número dos, José Luis Ábalos, en las que descalifica a tres barones del PSOE y en las que rehacen su relación tras sacarle del Ejecutivo y de la dirección del partido.

Intentan poner el foco en la filtración y el origen más que en el contenido y, por eso, lo enmarcan en una "campaña de erosión" de Sánchez de la que hablan desde la campaña electoral de 2023 y, sobre todo, cuando se abrieron procesos judiciales que afectan a su entorno personal y político.

El propio Sánchez incluyó un mensaje suyo el domingo en el chat a dirigentes del partido en el que habla de "gravedad" en la publicación de los mensajes, que según asegura, vulnera su derecho a la privacidad.

Los socialistas explican que "no es ningún secreto su discrepancia con esos barones y viceversa, de hecho, por eso hizo lo posible para cambiarlos. Y habría que ver lo que decían ellos en privado de Pedro".

Moncloa se refiere sobre todo en su crítica a que haya salido a la luz un material que ha sido requisado por la Guardia Civil, pero que no está ni judicializado aún. Y critican por eso más la filtración que la publicación y, por supuesto, no ven preocupante o comprometido el contenido.

En los mensajes, Sánchez se refiere expresamente al aragonés Javier Lambán, al extremeño Guillermo Fernández Vara y al castellanomanchego Emiliano García Page. Sólo este último sigue en su cargo, afianzado en una sólida mayoría absoluta, mientras que los otros dos fueron apeados de sus cargos de presidentes autonómicos en las elecciones de 2023.

Page no disimula públicamente desde hace años su distancia con Sánchez y éste no hace el menor esfuerzo en público por aliviar ese enfrentamiento y simular el más mínimo acercamiento.

En el Gobierno y el PSOE quitan importancia a las conversaciones porque, además, está claro que la posición de los barones críticos es minoritaria en el partido y, de hecho, Page apenas ha tenido apoyo en sus críticas a Sánchez.

Las fuentes citadas, además, restan importancia al mensaje en el que Sánchez rehace su relación con Ábalos, seis meses después de destituirle al frente del Ministerio de Transportes y de su cargo del partido.

De hecho, remarcan que Sánchez llama "infundios" a las acusaciones que empezaban a contarse sobre Ábalos, lo que, en su opinión, muestra que el líder socialista desconocía cualquier actividad censurable de quien fue su mano derecha.

No obstante, aún queda por explicar claramente las razones de la doble y sorprendente destitución en julio de 2021.

Distinto de Bárcernas 302969

Los socialistas se esfuerzan en aclarar que esa conversación no tiene nada que ver con el SMS de Mariano Rajoy a Luis Bárcenas en el que el entonces presidente del Gobierno decía a su extesorero: "Luis, sé fuerte".

Explican que Bárcenas ya estaba investigado y en esos días la dirección del PP negociaba una salida para el exresponsable de sus finanzas.

Los socialistas iten que, de todos los casos de corrupción que afectan al Gobierno, el que preocupa realmente por su previsible evolución es el que atañe a Ábalos -a pesar de que, según explican, no hay indicios de que sea cierta la existencia de comisiones por adjudicaciones de grandes obras públicas- o la entrega de dinero en metálico al responsable de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Ambas cosas serían demoledoras para Sánchez, pero no se han producido.

Sí hay inquietud por la posible aparición de nuevas conversaciones o datos incómodos para el presidente del Gobierno.

De hecho, hay temor a que alguno de los imputados en el caso pueda abrir la puerta a ese tipo de revelaciones incómodas que, aunque no impliquen al presidente, sí afecten a su imagen. Hay que tener en cuenta que en la mayoría de casos de corrupción la Fiscalía termina pactando con los imputados para que colaboren con la Justicia a cambio de alguna reducción de condena.

En este caso, entienden que el punto más débil ahora es Koldo García, el asistente para todo de Ábalos. Las conversaciones publicadas se supone que proceden de copias del móvil del exministro que Koldo García guardaba y que habrían sido incautadas por la Guardia Civil.

La siguiente ficha en caer sería la de Ábalos que, como mínimo, es testigo privilegiado de casi toda la carrera política de Sánchez. Por el momento, niegan que haya algún tipo de negociación o pacto con el que fue número dos del PSOE y ministro de Transportes. Ni siquiera que haya algún mensaje emitido por Ábalos hacia el Gobierno.

Por eso, también niegan que Ábalos esté amenazando o advirtiendo al PSOE y a Moncloa sobre filtraciones futuras si no se le ayuda.

Material no judicializado 6k2n16

La respuesta pública del Gobierno y del PSOE, según emiten desde Moncloa y Ferraz, será la de no entrar en el fondo de las conversaciones publicadas y sí denunciar persecución y acoso hacia el presidente del Gobierno con material no judicializado.

Dirán que su contenido no tiene nada que ver con lo que se investiga y, por tanto, tenía que haber sido protegido por la Guardia Civil y por el juez para que no se conozca el contenido, porque puede dañar a personas que no están siendo investigadas y a opciones políticas legales. En su opinión, deja al PSOE en inferioridad de condiciones frente a sus rivales políticos porque revela datos internos estratégicos vitales.

Es decir, lo meten en el saco de las instrucciones del caso de la esposa del presidente, Begoña Gómez, y de su hermano. En ambos casos, Moncloa y el PSOE critican abiertamente las decisiones de los jueces.

Lo ven igual que el caso en el que está imputado el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en el que, según explican, no hay dato alguno de que él revelara secretos sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso y también se han difundido conversaciones y datos reservados.

Los socialistas y Moncloa se volcarán estos días en intentar debilitar a Alberto Núñez Feijóo, aprovechando la convocatoria del congreso del PP para el mes de julio.