Irene Montero en la quinta asamblea ciudadana de Podemos, tras ser designada candidata a las elecciones generales.

Irene Montero en la quinta asamblea ciudadana de Podemos, tras ser designada candidata a las elecciones generales. podemos 1w30e

Política PODEMOS

Podemos designó a Montero candidata porque cree que Sánchez convocará las generales en 2026 junto a las andaluzas sd1w

El partido de Belarra no ve con malos ojos un adelanto electoral, e incluso está dispuesto a precipitarlo, porque cree que le permitiría cobrar ventaja respecto a Sumar. 4a156n

Más información: Podemos activa el modo electoral con Irene Montero como candidata y amenaza con tumbar los pactos PSOE-Junts 4q5t2l

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Podemos no improvisó al anunciar por sorpresa, el pasado día 6 en un acto "contra la guerra", la decisión de Irene Montero de ser candidata a la Presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales.

La tesis sobre la que trabaja el equipo de Ione Belarra es que el presidente Pedro Sánchez intentará mantenerse durante los próximos meses con los Presupuestos prorrogados de 2023 y, ya sin margen de maniobra, adelantará los comicios generales a la primavera de 2026, para hacerlas coincidir con las andaluzas.

La coincidencia de ambas citas electorales podría mejorar las expectativas de la vicepresidenta María Jesús Montero, que en las últimas semanas se ha sometido a un incansable maratón de actos de partido como nueva secretaria general del PSOE de Andalucía.

Una gira en la que la vicepresidenta de Hacienda se ha metido en todos los charcos, protagonizando innumerables polémicas: consiguió que todas las asociaciones de jueces y fiscales condenaran sus palabras, por negar el principio constitucional de la presunción de inocencia en el caso del futbolista Dani Alves.

Una vez conquistada la Generalitat a manos de Salvador Illa, los estrategas del PSOE centran su ofensiva en otros tres territorios, que serían decisivos para intentar mantener la Moncloa tras las próximas elecciones generales.

Buscan quebrar las mayorías absolutas de Juanma Moreno en Andalucía y de Isabel Díaz Ayuso en Madrid (en ello se centra el ministro Óscar López como nuevo líder del PSOE madrileño) y derribar a Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana, con la gestión de la dana como principal argumento.

El primer asalto de esta estrategia son las elecciones andaluzas, previstas para junio de 2026, en las que Juanma Moreno confía revalidar su mayoría absoluta.

Podemos no ve con malos ojos un adelanto de las elecciones generales, e incluso está dispuesto a precipitarlo bloqueando las principales iniciativas del Gobierno en el Congreso, porque considera que la cita en las urnas le permitirá cobrar ventaja respecto a Sumar.

Porque un posible adelanto electoral encontraría a Sumar sin bases y sin apenas estructura de partido: comenzó a ponerla en marcha en su asamblea estatal del pasado mes de marzo, en la que Yolanda Díaz dio paso a una suerte de gestora en manos de Lara Hernández y Carlos Martín: tienen el cometido de intentar atar la frágil alianza de partidos que hoy corre el riesgo de desintegrarse.

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha allanado el terreno en Suiza para lograr que Junts apoye los Presupuestos Generales de 2025, aunque el acuerdo aún está lejano. Pero el apoyo de los cuatro diputados de Podemos sigue siendo imprescindible para sacar adelante las cuentas del Estado en las Cortes.

Y el partido de Ione Belarra no sólo ha dejado claro que no apoyará el aumento del gasto militar prometido por Sánchez a la UE y a la OTAN.

Además ha puesto condiciones inasumibles para dar su voto a las cuentas del Estado: exige que el Gobierno rompa relaciones diplomáticas con Israel y que rebaje por ley un 40% el precio de los alquileres de la vivienda.

El voto de Podemos es imprescindible también para sacar adelante las principales reformas legales exigidas por Bruselas para que España pueda recibir los 114.000 millones de euros que aún restan de los fondos europeos Next Generation, como informa hoy EL ESPAÑOL.

Ambos factores, Junts y Podemos, son los que hacen inviable la legislatura, que Sánchez ha prometido agotar hasta 2027 (una promesa a la que no da crédito el partido de Belarra). Y a todo ello se suman los escándalos de corrupción que cercan al Gobierno: el más letal, el protagonizado por el exministro José Luis Ábalos, que era el número dos del PSOE en el ascenso de Sánchez a la Moncloa.

Este escenario es el que explica los últimos movimientos que ha protagonizado Podemos en las últimas semanas.

La eurodiputada y exministra de Igualdad Irene Montero anunció por sorpresa el pasado 6 de abril su voluntad de encabezar las listas de Podemos a las elecciones generales. Y abrió la puerta a alcanzar alianzas con otras fuerzas de izquierdas en torno al "No a la guerra".

Pero la coalición Sumar de Yolanda Díaz ya ha quedado excluida de esta posible alianza, tal como se ha encargado de recalcar Pablo Iglesias en la ronda de entrevistas que ha concedido para presentar su nuevo libro, Enemigos íntimos.

Sin duda Yolanda Díaz encabeza la nómina de Enemigos íntimos de Iglesias, quien considera que la vicepresidenta de Trabajo le traicionó al vetar la presencia de Irene Montero (y de otros dirigentes morados como Pablo Echenique) en las listas de Sumar en las elecciones generales del 23-J.

La invitación lanzada por Irene Montero en la presentación de su candidatura va dirigida, más bien, a representantes de la sociedad civil que puedan encarnar el rechazo de la extrema izquierda a la espiral "belicista" en la que, sostiene Podemos, se ha embarcado el presidente Pedro Sánchez, arrastrado por sus socios europeos.

Sin Yolanda y sin Más Madrid 605og

Podemos tampoco descarta repescar, para la nueva plataforma que quiere liderar en las elecciones generales, a algunos de los socios de Sumar que hoy se muestran desencantados con el liderazgo de Yolanda Díaz.

El nuevo secretario general de IU, Antonio Maíllo, ya ha marcado distancias con Sumar y afirma que si su partido participa en una nueva coalición, el reparto de poder en las listas debe acordarse mediante unas primarias (la fórmula que Podemos exigía en 2023).

Maíllo está convencido de que la implantación territorial de IU le garantizará un papel preponderante en la nueva coalición.

En cambio, hay que descartar cualquier entendimiento entre Podemos y Más Madrid, cuyos principales cuadros acompañaron a Íñigo Errejón (hoy apartado de la política entre acusaciones de acoso sexual) en su traumática escisión del partido morado.