Una mujer abraza cariñosamente a su mascota.

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Perros que detectan bajadas de azúcar o que le avisan antes de un ataque de epilepsia: así son las mascotas de alerta médica 524i1

A través de un adiestramiento exhaustivo y su gran olfato, estos animales son capaces de alertar con tiempo a sus dueños ante estas circunstancias. 3u2h5t

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Cuando pensamos en un héroe, a menudo imaginamos a alguien con capa, poderes extraordinarios o con una destreza sobrehumana. Sin embargo, en numerosos hogares españoles —y del resto del mundo—, el héroe cotidiano tiene cuatro patas, un pelaje suave y un olfato prodigioso. Hablamos de los perros de alerta médica que, además de acompañar, actúan como auténticos guardias.

Gracias a un adiestramiento previo, son capaces de detectar cambios químicos en el cuerpo de sus dueños y emiten una señal en cuanto perciben un indicio de peligro. Así, se adelantan a lo imprevisible y ofrecen un margen de maniobra vital frente a enfermedades crónicas como la diabetes tipo 1 o la epilepsia.

Si bien es cierto que, en el caso de la diabetes, los avances tecnológicos han permitido la creación de sensores subcutáneos que miden el nivel de glucosa en sangre cada cinco minutos, estos dispositivos aún no logran anticipar con suficiente antelación las hipoglucemias o hiperglucemias repentinas. Es ahí donde entra el papel de los peludos, quienes son capaces de avisar de una bajada o subida inminente de azúcar hasta 20 minutos antes de que las máquinas lo detecten.

La epilepsia, un trastorno neurológico caracterizado por descargas eléctrica anómalas en el cerebro, genera convulsiones imprevisibles que puede derivar en pérdida de consciencia y lesiones. Y aunque la comunidad científica trabaja para mejorar la vida de quienes la padecen, todavía no existe un dispositivo capaz de dar la alerta. Sin embargo, los perros de alerta médica han demostrado una habilidad sobresaliente para intuir estos cambios y avisar a sus dueños con varios minutos de margen.

La 'policía' del azúcar 661h67

Conocidos internacionalmente como DAD (Diabetic Alert Dogs), estos perros de alerta de diabetes son capaces de detectar olores particularmente producidos por cambios químicos en el cuerpo. Investigadores del Instituto de Ciencia Metabólica Welcome Trust-MRC y de la Universidad de Cambridge identificaron el isopreno como marcador olfativo de hipoglucemia.

Se trata de un compuesto que el cuerpo libera antes de que el nivel de glucosa en sangre descienda peligrosamente y los peludos, gracias a su olfato (entre 10.000 y 100.000 veces más agudo que el humano) avisan de la caída del azúcar hasta 20 minutos antes de que suceda.

En la Fundación Canem, por ejemplo, su adiestramiento se organiza en dos etapas. Primero, en el laboratorio, el animal asocia el olor al estímulo de alerta y aprende que, al percibir isopreno, debe emitir una señal concreta, como podría ser ladrar. En la segunda etapa, se crean entornos simulados —un dormitorio, un salón o una cafetería— y se reproduce esa acción en situaciones reales.

Una vez concluidas ambas fases, el perro se integra en el hogar de su familia y sus cuidadores reciben un curso específico para interpretar la alerta y reaccionar adecuadamente, bien sea a través de la comprobación de la glucemia, un tentempié azucarado o la istración de insulina si fuera necesario.

La epilepsia a un 'guau' 4c3r

En el caso de la epilepsia, existen dos perfiles de perros de asistencia: los detectores de crisis y los peludos como respuesta. Los primeros prevén el ataque gracias a su olfato, percibiendo los compuestos orgánicos volátiles que el cuerpo libera antes de la convulsión.

De hecho, diversos estudios internacionales, como los realizados por la Universidad Queen's de Belfast, confirmaron que perros sin experiencia previa reaccionan de forma natural ante muestras de olor tomadas minutos antes de una crisis. En el caso de los que están adiestrados, su alerta suele producirse entre ocho y quince minutos antes, dando tiempo suficiente para que la persona se siente, pida ayuda o istre la medicación de rescate.

Aquí los procesos de entrenamiento pueden durar hasta 18 meses y son intensivos: se trabaja con bioquímicos, psicólogos y médicos para seleccionar las muestras de olor y enseñar al perro la respuesta apropiada, que puede ser ladrar, tocar al paciente o traer un objeto. En España, por ejemplo, la Universidad de Alicante, bajo la dirección de Carmen Carretón, ha diseñado un programa de certificación que garantiza que cada perro cumpla con determinados estándares.

@embracingecho It’s quite embarrassing to post this but I think it’s good advocacy for Epilepsy During this video, Echo brought preventative medication but it was too late An “aura” had presented and I was beginning to enter a seizure. Echo barked to alert that a big seizure was happening. He laid on my body to prevent dislocations. During seizures, I have no idea what’s happening. Echo is the reason for my safety and independence when I’m alone or in public. My seizure became a little more aggressive but he stayed regardless and im proud of him. I had to cut the video quite a bit because the seizure was longer and the video was over 3 hours. #seizureawareness #servicedog #epilepsy #seizureresponse #assistancedog #seizurealertdog ♬ what was I made for? - Instrumental - Wheeler

Los perros respuesta, por su parte, se centran en auxiliar durante la crisis. Pueden apartar objetos peligrosos, buscar ayuda o incluso accionar dispositivos de emergencia. En líneas generales, ambos tipos de intervención —prevención y socorro— confluyen en un mismo objetivo: infundir confianza.