Un médico especializado en urología atiende a su paciente.

Un médico especializado en urología atiende a su paciente. PonyWang Istock 5s446m

Historias

Salud urológica a los 30, 40 y 50 años: esto es lo que debe tener en cuenta, según los expertos 5g1e1z

Carlos Balmori, urólogo especialista en medicina sexual, reproductiva y regenerativa en Quirónprevención Príncipe de Vergara, nos resuelve las dudas.  e63s

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Mariana Goya
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La salud urológica masculina hace referencia al cuidado del aparato urinario, donde se incluyen los riñones, la vejiga, los uréteres y la uretra, y el aparato reproductor masculino, que abarca la próstata, los testículos y el pene. A partir de ahí, los expertos se encargan de abordar cuestiones como las infecciones, los cálculos, la hiperplasia prostática —cuando la glándula de la próstata se vuelve más grande—, la disfunción eréctil y los diferentes tipos de cánceres urológicos

Carlos Balmori Boticario, urólogo especialista en medicina sexual, reproductiva y regenerativa en el centro médico Quirónprevención Príncipe de Vergara, explica que existen muchas enfermedades urológicas, sobre todo malignas, como el cáncer de próstata, de testículo o de vejiga, que pueden no dar síntomas en las fases iniciales. Razón por la que la detección precoz se vuelve determinante a la hora de acceder a tratamientos más efectivos y menos invasivos.

Pese a ello, los informes de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) señalan que tan solo el 13% de los hombres acude a su cita anual con el urólogo. E indican que cada año son diagnosticados una media de 30.000 nuevos casos de cáncer de próstata, situándolo entre los primeros según incidencia y mortalidad en la población masculina en nuestro país y a nivel mundial. 

La salud urológica a los 30 1j6r2l

A partir de los 30 años, explica Balmori Boticario, "la próstata comienza a crecer, aunque los síntomas suelen aparecer más adelante". Entre las patologías más frecuentes de esta década, destacan "las infecciones urinarias, los cólicos renales por litiasis y, en menor medida, la disfunción eréctil". Aunque, añade, "también es la edad más habitual para descubrir problemas de fertilidad". 

Síntomas como la dificultad para orinar, el aumento de la frecuencia urinaria, sangre en la orina o el semen y dolor lumbar deben ser tenidos en cuenta. Según el urólogo especialista en medicina sexual, reproductiva y regenerativa en el centro médico Quirónprevención Príncipe de Vergara, "pueden ser señales de alerta de patologías importantes". Y alerta de que "la disfunción eréctil puede ser un paso previo a episodios cardiovasculares". 

Para prevenirlo, Balmori Boticario recomienda "mantener una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el alcohol, hacer ejercicio regular, controlar el peso, establecer relaciones sexuales con la debida protección y acudir a revisiones médicas periódicas". 

¿Qué cambia al cumplir 40? 4la1m

Al pasar de década y alcanzar los 40 años, el cuerpo sufre cambios. "Aumenta el tamaño de la próstata, lo que puede provocar síntomas urinarios miccionales como la dificultad para orinar o el aumento de la frecuencia. También se incrementa el riesgo de la disfunción eréctil y de enfermedades oncológicas como el cáncer de próstata", apunta el especialista. 

Doctor atiende a un paciente en la consulta de urología.

Doctor atiende a un paciente en la consulta de urología. peakSTOCK Istock

Es precisamente por este motivo que "se recomienda comenzar los chequeos urológicos preventivos entre los 40 y los 50 años, o antes si hay antecedentes familiares o síntomas". ¿Qué pruebas se aconsejan? Balmori Boticario habla del PSA (antígeno prostático específico) en sangre y el tacto rectal para evaluar la próstata. 

Incluso en los casos en los que no hay síntomas, se aconseja la realización de una ecografía que, asegura el doctor del centro médico Quirónprevención Príncipe de Vergara, "es sencilla, no invasiva y aporta muchos datos". Señala, además, la importancia de la "autoexploración testicular" y la equipara a la de mama para la mujer. 

Cómo actuar a partir de los 50 386e3

Una vez llegada la cincuentena, los controles mencionados anteriormente (es decir, la prueba de PSA y tacto rectal, así como el análisis de sangre y la ecografía de aparato urinario) se vuelven imprescindibles. Llegado este momento, no se puede postergar más la valoración de los riñones, la vejiga y el volumen prostático. 

Se aconseja una revisión anual a partir de los 50 años, o antes si hay factores de riesgo. Y es que, a través de estas pruebas, se pueden detectar patologías como el cáncer de próstata. Aunque, si hay sospecha, indica Balmori Boticario, "se realiza una resonancia magnética multiparamétrica de próstata y, según los resultados, una biopsia de fusión". 

¿Qué no se puede ignorar? Según el especialista, hay que prestar especial atención a la dificultad o dolor al orinar, a la presencia de sangre en la orina o el semen, el dolor lumbar o pélvico persistente y la disfunción eréctil. 

Cuidarse a uno mismo 5t4019

En términos generales, subraya Balmori Boticario, en la década de los 30 es importante establecer hábitos saludables, prestar atención a las posibles infecciones y hacer seguimiento a la salud reproductiva. En los 40, recomienda iniciar los chequeos preventivos y el control de síntomas urinarios. Por último, de los 50 en adelante, aconseja revisiones urológicas anuales y vigilancia activa de la próstata. 

  • Dieta. Consumir frutas, verduras y alimentos ricos en antioxidantes ayuda a reducir la inflamación y protege la próstata, mientras que una dieta alta en carnes procesadas, grasas y azúcares aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer de próstata y los cálculos renales. El especialista recomienda, además, "beber suficiente agua y reducir el consumo de sodio" para prevenir infecciones y problemas relacionados con el riñón.
  • Estrés. Padecer estrés crónico, indica el doctor, "puede alterar la función de la vejiga y los riñones, incrementar la frecuencia urinaria, favorecer la incontinencia y debilitar el sistema inmunológico". Esto, dice, "aumenta el riesgo de infección" y puede "afectar negativamente a la función sexual masculina y a la prostática"
  • Ejercicio. La actividad física regular, indica Balmori Boticario, "ayuda a mantener un peso saludable, mejora la circulación y reduce la inflamación, lo que beneficia la función urinaria y prostática". Se trata de una herramienta eficaz para "disminuir el estrés, contribuyendo así a una mejor salud urológica en general". 

Se recomienda "beber suficiente agua, evitar el sedentarismo, dejar de fumar, reducir grasas saturadas, practicar sexo seguro y acudir al urólogo, aunque no haya síntomas". Y es que el urólogo especialista en medicina sexual, reproductiva y regenerativa en el centro médico Quirónprevención Príncipe de Vergara está convencido de que los pequeños cambios pueden marcar la diferencia.