Di María vuelve a su origen: un regreso triunfal a Rosario Central tras sufrir amenazas de los narcos argentinos 1r2u1c

Ángel Di María está de vuelta en el club de su vida. 18 añis después de salir rumbo a Europa, el fídeo regresa a Rosario Central para poner punto final a una carrera excepcional y llena de éxitos.

La vuelta del extremo zurdo marca el regreso a Argentina de uno de los ídolos más grandes de los últimos tiempos, siendo una figura vital en la Albiceleste desde su debut hace ya casi dos décadas.

"Nada como volver a casa. Bienvenido 'Fideo' al fútbol argentino", escribió la Liga Profesional de Fútbol de Argentina en sus redes sociales, junto a un vídeo con imágenes de Di María durante sus inicios en el fútbol profesional.

Por su parte, el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia, señaló: "Sin duda, la vuelta de un crack y campeón del mundo como lo es 'Angelito' seguirá jerarquizando al fútbol argentino. Estoy feliz por vos, 'Fide', que vas a poder cumplir tu sueño de vestir nuevamente la camiseta del club que te vio nacer", añadió.

Su problema con los narcos 3h2y6p

A mediados de 2023 Di María estaba formalizando su regreso a Rosario Central. Sin embargo, varios mensajes intimidatorios dirigidos a su entorno acabaron frustrando su fichaje. 

Lo más grave ocurrió cuando una cabeza de cerdo con una bala incrustada fue dejada en las inmediaciones de un negocio vinculado a la familia del jugador. A ese acto mafioso lo acompañaba una nota: si Di María regresaba a Rosario, habría consecuencias.

En este contexto, la familia de Di María (su esposa y sus hijas) se convirtió en una variable decisiva. El jugador, conmovido por la situación, optó por priorizar su seguridad y la de los suyos, suspendiendo su regreso a Rosario Central a pesar del deseo compartido con la hinchada.

El caso expuso un problema mucho más profundo que una simple disputa futbolística: la incapacidad del Estado para garantizar condiciones mínimas de seguridad incluso a figuras de fama mundial. También dejó al descubierto cómo el crimen organizado puede condicionar decisiones privadas y públicas a través del miedo.

Durante ese período, tanto desde el club como desde sectores políticos se intentó generar un marco de protección que eventualmente permitiera su vuelta. Aunque no hubo detenciones inmediatas vinculadas al caso, las amenazas funcionaron: Rosario se quedó, por entonces, sin la vuelta de uno de sus ídolos.