Felipe VI y Letizia acuden a la misa funeral de Serafín Sedano, capellán del Palacio de la Zarzuela, fallecido a los 92 años 2v5k6g

Día difícil y agridulce el de este jueves, 22 de mayo, para los reyes de España, Felipe VI (57 años) y Letizia (52), pues al tiempo que han festejado, en la intimidad de su hogar, su 21º aniversario de boda, se conocía una triste noticia en forma de fallecimiento.

Ha perdido la vida, a los 92 años, Serafín Sedano, quien fuera su capellán durante más de tres décadas. Este profesional, que anunció su despedida de la Casa Real tras 30 años guardando los secretos de la Institución, ha perecido con la misma discreción con la que vivió y conformó su vida.

Sus restos mortales se han instalado este jueves en la Capilla de los Alabarderos del cuartel El Rey de la Guardia Real. Ha estado abierta para todo el mundo y, cómo no, los monarcas, a última hora de la tarde, se han acercado hasta el templo para rendir tributo y acompañar a la familia en tan delicado trance.

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Felipe VI y Letizia, llegando a la misa, este jueves. Gtres

De negro riguroso, Felipe VI y Letizia se han desplazado a la capilla y, al encontrarse con la prensa, no han dudado en saludar y en bajar la ventanilla. Mientras que el Rey mostraba un rostro serio y cariacontecido -pese a su cordial saludo con la mano-, Letizia, con el mismo pesar, sí ha esbozado una tímida sonrisa.

"Mi vínculo con la Familia Real va más allá de lo religioso, hay una relación humana", dijo Sedano Gutiérrez, tiempo atrás, en El Diario Montañés, añadiendo que siempre se le ha dispensado un trato "como uno más", y que, en La Zarzuela, son "personas con las que convivo día a día".

La reina Letizia saludando a la prensa. Gtres

Por manifestaciones así, qué duda cabe que Felipe VI y Letizia, muy a pesar de la carga especial que tiene este 22 de mayo para ellos en su ámbito más privado, han hecho un alto y han modificado su hoja de ruta para estar y hacer presencia donde debían.

Se ha tratado de un acto público, a puerta abierta, pero el entierro se celebrará este viernes, día 23, en la más estricta intimidad en su Ruijas natal, perteneciente al municipio cántabro de Valderredible.

Serafín, huelga decir, no sólo fue capellán y confesor, sino que los Reyes nunca olvidarán que él estuvo presente en días clave, marcados en rojo, en sus vidas. A bote pronto, Sedano estuvo muy presente en las vidas de la princesa Leonor de Borbón (19) y de la infanta Sofía (18).

Vínculo con Casa Real 2v6x44

Además, este capellán formó parte del bautizo de la Princesa y de la Infanta. Sea como fuere, el deceso de Serafín Sedano ha marcado el fin de una era en la relación entre la monarquía y la Iglesia.

A lo largo de más de 30 años, Sedano desempeñó un papel clave en la vida espiritual de los de la familia Borbón, convirtiéndose en una figura de confianza y discreción dentro del Palacio de la Zarzuela.

Serafín Sedano fue el encargado, además, de oficiar las misas dominicales en Zarzuela, a las que asistían regularmente la reina Sofía (86), la princesa Irene de Grecia (83) y el rey Felipe VI.

Su relación con los Borbón y Grecia trascendía lo estrictamente religioso. Como confesor de la Familia Real, Sedano fue testigo de innumerables confidencias y situaciones privadas.

Su papel exigía una absoluta discreción, algo que él mismo reivindicó en su carta de despedida, donde se definió como una "persona privada con derecho a una intimidad".

Su retiro oficial se produjo en 2024, cuando la salud comenzó a cobrarle el precio de los años entregados sin medida. En una carta dirigida al rey Felipe VI, solicitó que se designara un sucesor para su cargo, poniendo fin a una etapa de servicio ininterrumpido.