El nutricionista Luis Zamora.

El nutricionista Luis Zamora. 5g49l

Nutrición

Luis Zamora, nutricionista: "Desayunar antes de las 8 y cenar antes de las 20 horas es un seguro de vida en España" 135y71

Adelantar el horario de la primera comida del día y la última puede ayudar a prevenir los problemas de corazón y regular el azúcar en sangre. 6k4l1p

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J. Rodríguez
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Es una verdad universalmente reconocida que, en comparación con el resto de los europeos, nuestros horarios para hacer las comidas son muy diferentes. Lo habitual en otros países es acercar lo más posible el desayuno a la hora del amanecer, y en la misma medida, se cena cuando se va el sol. En España no solo se tiende a hacerlo más tarde, sino que se toman desayunos más ligeros y cenas más contundentes. Y eso tiene implicaciones dentro de la crononutrición.

Esta nueva disciplina evalúa los efectos de la alimentación en función del horario, y España es uno de los polos de investigación sobre la crononutrición, explica el nutricionista Luis Alberto Zamora. El especialista acudió a Y ahora Sonsoles, para asegurar que la hora a la que comemos puede determinar que suframos un mayor o menor riesgo cardiovascular, y nos puede ayudar a controlar mejor nuestro peso corporal a través de la regulación de los niveles de azúcar en sangre.

"Debemos desayunar cuando ya nos haya dado una hora de luz solar", sostiene el nutricionista, apuntando a que el cuerpo contiene unas "células-reloj" que reconocen y activan ciertos procesos al recibir la luz exterior. "Una hora después de que haya salido el sol, sobre las ocho de mañana, es una de las mejores horas para desayunar. El cuerpo ya se ha despertado, las hormonas están preparadas y el cortisol está en su punto álgido", apunta Zamora.

Exponerse a la luz solar durante el día es importante para que se inicien los procesos de nuestro reloj interno y que, además, son muy importantes para conciliar el sueño por la noche. Otras hormonas, como la famosa melatonina, también están muy relacionadas con estos procesos. Ahora bien, no sólo el desayuno tiene su hora ideal, según Zamora es importante que también comamos antes de lo que solemos hacerlo. Pero, ¿cuándo? Lo ideal sería que tuviera lugar antes de las dos de la tarde.

"La comida la deberíamos hacer más temprano. A la una y media de la tarde es perfecto, o antes de las dos. El cuerpo a esta hora está más preparado y habría menos resistencia a la insulina, menos picos de azúcar. El cuerpo tiene todas las hormonas preparadas, la insulina sería más efectiva", enumera este experto, que añade que los estudios en crononutrición han apuntado a que las comidas más tempranas se han asociado a un mayor control de la glucemia en nuestra sangre y también de nuestro peso corporal.

Tanto la diabetes como la obesidad son factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular y, por tanto, reducir las posibilidades de que aparezcan repercute en una mejor salud del corazón. De hecho, Zamora también recomienda adelantar la cena porque "cenar más allá de las nueve de la noche se asocia con un 28% más de riesgo cardiovascular. Es decir, más riesgo de que tengamos un infarto o un ictus". En general, el experto explica que no deberíamos irnos a la cama con la digestión sin hacer. "Las personas que desayunan antes de las 8 y cenan antes de las 20 horas tienen un seguro de vida", resume.