Vicente Armengol, ante un local de Se Alquila en el centro de Alicante.

Vicente Armengol, ante un local de Se Alquila en el centro de Alicante. M.H. z241u

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La compra del local, el reto del pequeño comercio en Alicante: la mitad lamenta los alquileres excesivos 2h652c

Cor d'Alacant presenta las tendencias con que trabajan sus asociados y los retos a los que se enfrentan en la ciudad. 5a21p

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¿Comprar o alquilar? Esa es la clásica pregunta a la que se enfrenta cualquiera que tiene un negocio entre manos. En la ciudad de Alicante los que no compraron en su momento se enfrentan a un mercado en el que no deja de subir el precio del alquiler.

Vicente Armengol, presidente de la asociación de comerciantes Cor d'Alacant, se ha encargado de encuestar a sus para tomar la foto del sector en estos momentos. "Alquiler es lo que gana con diferencia", destaca, "sobre todo, alquiler con renta actual, que es la que nos preocupa".

La ciudad está ahora mismo en una tendencia al alza en el mercado inmobiliario, al que no es ajeno el de los locales. Si en 2019 el precio medio era de 7,6 euros el metro cuadrado, en 2024 llegó a los 12, según los datos del portal Idealista. "No está subiendo de manera estable", apunta Armengol.

El contrato de alquiler más habitual, como prosigue, tiene una duración de cinco años, lo que se traduce en una generalización del aumento de precios señalado antes. Los que peor lo tienen que afrontar son quienes lo revisan cada dos años y, en el otro extremo, quienes logran un periodo de diez años.

Estos arrendamientos de una década son los que sirven al presidente para valorar la importancia de la relación que se establece entre las dos partes. "Son un poco partícipes, incluso puedo llamarles como socios", apunta.

Un caso que solo se produce cuando se habla de particulares, puntualiza, porque con grandes tenedores "buscan el aquí y ahora y la máxima rentabilidad, les da igual si están tres meses o seis meses".

Y ahí Armengol aprovecha para subrayar la ventaja de los contratos de medio y largo plazo, que define como una forma de premiar la fidelidad, y que ofrecen también al arrendador el flujo constante de entrada: "De alguna manera asegura el futuro". Frente a ello los que dejan pasar años sin inquilinos comerciales mientras tienen que asumir los pertinentes pagos tributarios.

En la zona centro, con calles como Gerona o Teatre, el precio por un local de 50 a 60 metros cuadrados en el rango inferior está en los 1 500 euros. Una cifra que se duplica para los más cotizados, indica. Los que lo cuadruplican por un mayor espacio hasta los 6 000 o incluso 7 000 euros, "cada vez quedan menos". Un reflejo del cambio comercial en las dos últimas décadas.

Con estas cifras parece fácil pensar en la compra como mejor opción. "Al final dices que realmente el alquiler es como tirar el dinero por la ventana", razona, "de la otra manera, me aseguro mi plan de pensiones". Y ese planteamiento lo encuentran en asociados que pasan a ser arrendadores para nuevos negocios.

Armengol aconseja la negociación para los pequeños comercios que están en proceso de actualización de precios de su alquiler: "Siempre recomendamos la negociación porque al final el comercio que queda es estable: no tienen un año, ni dos, ni tres; tiene una trayectoria".

Pese a ello, Armengol detalla que la mitad de los asociados que participan en esta pequeña encuesta consideran los precios excesivos, una cifra ligeramente inferior respecto a los que sí están satisfechos con lo que pagan cada mes, que lo destacan como adecuado al mercado.