Enrique Rojas, psiquiatra.

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Estilo de vida

Enrique Rojas, psiquiatra: "El secreto de la felicidad consiste en tener mala memoria" 1p705j

La salud mental no depende, en gran medida, de la capacidad de gestionar con inteligencia emocional nuestros recuerdos, pensamientos y experiencias. 6a522b

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Ser feliz es fácil. Según los múltiples expertos que han escrito sobre el tema, la felicidad se consigue cuando encontramos aquello que nos da placer, nos sentimos satisfechos, cuando nos rodeamos de personas importantes para nosotros y cultivemos una actitud optimista. En la teoría, todo esto es maravilloso; sin embargo, en el día a día tenemos que enfrentarnos a una de las personas responsables de que todo lo anterior no valga para nada: nosotros mismos.

La felicidad puede ser influenciada por factores internos y externos. Si bien aspectos como la salud, la situación económica o el entorno social tienen un papel importante, las investigaciones han demostrado que gran parte de nuestra felicidad depende de cómo interpretamos y procesamos las situaciones que enfrentamos, así como de todos los pensamientos que no nos permiten estar satisfechos. 

Debido a ello, cada vez más expertos inciden no solo en cómo influyen los pensamientos en nuestra felicidad, sino en como podemos controlarlos para permitirnos ser feliz. Según el psiquiatra Enrique Rojas, "la felicidad consiste en tener salud y mala memoria: saber olvidar y superar las adversidades, es salud mental".

La felicidad según Enrique Rojas 2gwb

Los pensamientos son una herramienta que moldea nuestra percepción de la realidad. Se dice que las personas podemos tener una media de 60.000 pensamientos al día, de los cuales la mayoría son automáticos y repetitivos y, de todos ellos, un porcentaje muy alto son negativos. Lejos de ser un simple dato, la realidad es que la presencia constante de estos últimos son los que, en gran medida, nos impiden ser felices.

La manera en que interpretamos los eventos, tanto positivos como negativos, determina en gran medida cómo nos sentimos y reaccionamos ante ellos. Aquellas personas que tienen una perspectiva optimista suelen encontrar más motivos para sentirse satisfechas con su vida, incluso en medio de las dificultades.

Desde la neurociencia, esta es una idea muy presente y cada vez más expertos investigan acerca de cómo controlar nuestros pensamientos negativos. Según Suzun Utara, Nobel de la Paz, "es posible aprender a controlar los recuerdos dañinos, modificando la forma en que se activan y se reproducen en nuestra mente". Esto no quiere decir borrar las experiencias traumáticas o dolorosas, sino gestionarlas de una forma que no interfieran en nuestro equilibrio emocional.

Según el psiquiatra Enrique Rojas, esto es gracias al hipocampo, la parte del cerebro que está directamente relacionada con los procesos de aprendizaje y memoria. Esta estructura cerebral es como una especie de archivo donde se guardan los recuerdos importantes a largo plazo; sin embargo, no trabaja solo, se conecta con la corteza prefrontal.

La corteza prefrontal nos ayuda a pensar, planificar y tomar decisiones. Gracias a esta conexión, la memoria no guarda todo como una cámara de video, sino que selecciona, interpreta y reorganiza lo que vivimos, dándole un significado personal a cada experiencia. "Si yo soy organizado, el contenido se almacena correctamente", indica Rojas.

Sin embargo, la gran mayoría de veces, el caos mental y la desorganización emocional favorecen la fijación de recuerdos negativos, que nos impiden avanzar y, sobre todo, se repiten constantemente en nuestra cabeza. En cambio, quienes aprenden a priorizar sus vivencias, relativizando y reinterpretando aquello que viven, pueden limitar el impacto de los momentos dolorosos, sin permitir que vivan constantemente en sus recuerdos.

Enrique Rojas y la felicidad.

Aquí es donde entra en juego la declaración del psiquiatra, la felicidad consiste en tener salud y mala memoria, no como una enfermedad, sino como una forma de inteligencia emocional. Tenemos que aprender a olvidar selectivamente aquellos recuerdos que nos hacen daño, y que nos obligan a entrar en un bucle de pensamientos negativos. 

No se trata de fingir que algo no ocurrió, sino de darle un lugar menor en nuestro cerebro o simplemente, tratar de identificarlo como un pensamiento negativo y que no influya en nuestra felicidad. Algo así como lo que ocurre en la película de Inside Out con las bolas de cristal de colores. 

La terapia psicológica, las prácticas de atención plena, la escritura introspectiva y la reflexión guiada son herramientas que permiten reorganizar nuestra memoria emocional. Así como cuidamos lo que comemos, también deberíamos cuidar lo que recordamos.