Camila, camarera en Madrid: "La reducción de la jornada laboral es imposible, ya no hacemos tantas horas extras" 6p4d

La reducción de la jornada laboral es el gran objetivo de Yolanda Díaz para esta legislatura. La vicepresidenta segunda y de Trabajo animó a movilizarse a sindicatos y trabajadores durante un acto en Sevilla este domingo.

"Vamos a ganar la jornada laboral, tardemos lo que tardemos", aseguró la vicepresidenta. Tras la aprobación del Gobierno para reducir la jornada de 40 a 37,5 horas, la última palabra la tiene el Congreso. Serán los diputados los que decidirán si sale adelante el proyecto de ley que acordó el Ejecutivo tras unas intensas negociaciones entre el Ministerio de Economía y de Trabajo.

El Ministerio de Trabajo estima que la rebaja de la jornada laboral beneficiará a alrededor de 12,5 millones de trabajadores. No obstante, uno de los sectores donde más complicado parece implantar esta medida es en la hostelería y la restauración.

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La hostelería es una de las profesiones donde más horas diarias se trabaja para atender las necesidades de los clientes. El programa 120 minutos de Telemadrid ha entrevistado a Camila, una camarera de un bar de Ciudad Lineal.

Preguntada sobre la posibilidad de que se implante la reducción de la jornada laboral en la hostelería, Camila ha sido tajante: "No, es imposible". La camarera asegura que "tienes que hacer un turno de muchas horas", por lo que no es posible que se aplique.

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No obstante, Camila también asegura que en la actualidad no están haciendo "tantas horas extra". Algo que puede relacionarse con el registro de la hora de entrada y salida en el trabajo: "Ahora por las mañanas estamos muy controlados, hacemos 7 horas y media u 8 y luego vamos a comer tranquilamente".

La camarera aseguró que su punto de inflexión fue al cambiar de negocio. "Me cambié de bar y en este estoy mejor con las horas que hago, estoy más cómoda". Camila reconoce que antes "hacía muchísimas horas más".

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Telemadrid también preguntó a la trabajadora sobre si es fácil la conciliación familiar al trabajar de camarera. Camila no respondió y se limitó a una sonrisa irónica con la que lo dice todo.