
El escritor Eduardo Mendoza, ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025. Foto: Iván Giménez k2f6o
Eduardo Mendoza, Premio Princesa de Asturias de las Letras: el broche a 50 años dando "felicidad a los lectores" 1n4g68
El autor de ‘La verdad sobre el caso Savolta’, ‘La ciudad de los prodigios’ y ‘Tres enigmas para la Organización’ suma este reconocimiento al Premio Cervantes que recibió en 2016. 3t436a
Más información: Eduardo Mendoza: "La Novela con mayúsculas está muerta, anda por ahí como un zombi, harapienta" 1o562u
El escritor Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) ha sido galardonado este miércoles con el Premio Princesa de Asturias de las Letras, una de las distinciones literarias más importantes que concede España, tanto a autores nacionales como extranjeros y en cualquier lengua.
El jurado, presidido por el director de la Real Academia Española, Santiago Muñoz Machado, ha concedido el galardón a Mendoza "por su decisiva aportación a las letras en lengua española del último medio siglo con un conjunto de novelas que combinan la voluntad de innovación con la capacidad de llegar a un público muy amplio, y que gozan de extenso reconocimiento internacional".
El fallo, leído por Muñoz Machado, también destaca que "su prosa clara engloba tanto el lenguaje popular como los cultismos más inesperados", y que "en sus libros sobresalen el sentido del humor y la visión desenfadada y humanista de la existencia".
"Eduardo Mendoza es un proveedor de felicidad para los lectores, y su obra tiene el mérito de llegar a todas las generaciones, que hoy se reconocen en sus luminosas páginas", concluye el acta del jurado, que ha estado integrado Xuan Bello Fernández, María Sheila Cremaschi, María Dueñas Vinuesa, Jesús García Calero, Pablo Gil Cuevas, Francisco Goyanes Martínez, Lola Larumbe Doral, Inés Martín Rodrigo, Ana Santos Aramburo, Marisol Schulz Manaut, Sergio Vila-Sanjuán Robert y, en el papel de secretario, Fernando Rodríguez Lafuente.
Al conocer la noticia del premio, Mendoza ha hecho una breve declaración compartida por la Fundación Princesa de Asturias: "Necesito tiempo para encontrar las palabras justas. Emocionado, honrado y agradecido me parecen adecuadas, pero obvias. He dedicado toda la vida a lo que más me gusta y ahora recibo este premio tan especial. Soy un hombre feliz".
Este premio le llega a Mendoza casi una década después del Premio Cervantes —el premio más importante de la literatura en lengua española—, que recibió en 2016.
Caracterizado por su pulso narrativo, su humor, su ironía y mirada crítica sobre la sociedad, Mendoza ha practicado diversos géneros, desde la novela histórica hasta la sátira y la parodia, y ha logrado lo que muy pocos autores consiguen: el aplauso de la crítica y un enorme aprecio por parte de los lectores.
Su colega y amigo Pere Gimferrer, en declaraciones a El Cultural tras la noticia del premio, apunta: "Nuestras trayectorias son inseparables. Nos conocemos desde que empezamos a escribir. Publiqué su primer libro y muchos más. La evolución personal y literaria entre los dos es indisoluble, es parte de mi vida. Desde el primer momento, demostró una enorme capacidad verbal e inventiva. El homenaje y la glosa irónica de su escritura es deudora de una tradición muy extensa. No hay muchos casos de un escritor en prosa tan completo. Le debemos ser el escritor más consciente del recorrido del idioma, de las escuelas y los géneros. Además, posee una conciencia enorme de la actualidad y la renovación".
De su trayectoria, Gimferrer destaca la primera novela y la última, La verdad sobre el caso Savolta y Tres enigmas para la Organización. "Son como la apertura y el cierre momentáneo de una trayectoria que se basta y se sobra a sí misma", ha afirmado el poeta.
La candidatura de Mendoza, propuesta por Alejandro Nuevo Gómez, director del Museo Nacional de Escultura, ha competido contra otros 23 autores de 16 nacionalidades. El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre en Oviedo, en una solemne ceremonia presidida por los Reyes de España, acompañados por la Princesa de Asturias y la Infanta doña Sofía.
Medio siglo de éxitos 5m552z
El galardonado es autor de novelas fundamentales de la literatura española del último medio siglo, incluyendo su debut, La verdad sobre el caso Savolta, que acaba de cumplir exactamente cincuenta años. Aquella novela, un thriller policial ambientado en la Barcelona de finales de la década de 1910 en el contexto del pistolerismo y los conflictos entre la clase obrera y la alta burguesía, se alzó con el Premio de la Crítica.
“Pocas veces, en la historia literaria española, se ha producido una tan perfecta coincidencia del autor adecuado con el libro adecuado en el momento adecuado. Lo más irable, sin embargo, es que, medio siglo después, ese autor y ese libro conserven intacta su vigencia”, opinaba el crítico literario Ignacio Echevarría hace unas semanas en El Cultural, con motivo de la efeméride.
En los años siguientes, Mendoza se consagraría con una serie en la que mezcla la novela negra con la gótica, en tono de parodia, protagonizada por un detective anónimo. Sus primeras entregas fueron El misterio de la cripta embrujada (1979) y El laberinto de las aceitunas (1982), y continuaría la serie casi dos décadas después, con La aventura del tocador de señoras (2001), El enredo de la bolsa y la vida (2012) y El secreto de la modelo extraviada (2015).

Sobre la importancia del humor en su obra, el propio Mendoza se expresaba así en una entrevista de El Cultural del año pasado: "El humor es parte de mi obra. No sabría escribir en otra clave. Forma parte de mi manera de ver la realidad y, por lo tanto, de mi manera de contarla. Además, me proporciona una distancia que me permite abordar la realidad de un modo menos riguroso, más intuitivo".
En 1986 publicó La ciudad de los prodigios, que muchos consideran su obra maestra y fue elegida por la revista sa Lire como el mejor libro de 1988, año de su publicación en el país vecino. La novela, ambientada en Barcelona como casi todas las de Mendoza, muestra la evolución de la ciudad entre las dos exposiciones universales que se celebraron en ella, la de 1888 y la de 1929. En 1999 fue adaptada al cine por Mario Camus, con los actores Emma Suárez y Olivier Martínez.
El desarrollo urbano y el retrato social de Barcelona son elementos clave de otra de sus novelas más populares, la desternillante Sin noticias de Gurb, protagonizada por un atónito extraterrestre perdido en una ciudad llena de zanjas y obras porque se está preparando para los Juegos Olímpicos de 1992. Una novela que por su amenidad, su humor y su calidad literaria ha sido leída por varias generaciones de estudiantes de educación secundaria.
En 2010, Eduardo Mendoza ganó el Premio Planeta, el más cuantioso de los que conceden las editoriales españolas —601.000 euros aquel año—, con Riña de gatos. Madrid 1936, donde cambiaba de escenario para contar una historia en la convulsa primavera que precedió a la guerra civil española. La premisa argumental de la novela era la llegada a España de un joven inglés especialista en pintura española para tasar un posible cuadro desconocido de Velázquez.
En 2015, Mendoza se convirtió en el primer español en recibir el Premio Kafka. Entre 2018 y 2021, publicó la trilogía Las tres leyes del movimiento, protagonizada por el investigador Rufo Batalla y compuesta por las novelas El rey recibe, El negociado del yin y el yang y Transbordo en Moscú.
En 2024, el autor regresó a la parodia del género policiaco con Tres enigmas para la Organización, una tronchante novela detectivesca protagonizada por pintorescos agentes secretos que investigan varios casos sospechosos. En ella, además, hacía una caricatura de la burocracia al idear un organismo sin nombre ni registro oficial fundado en la alta posguerra, que ha sobrevivido tanto tiempo camuflado en las galerías de la istración pública, y su “inoperancia y su invisibilidad garantizaron su pervivencia”.
Aunque la novela ha sido su principal ocupación, Mendoza también ha escrito tres obras de teatro —Restauración, Gloria y Grandes preguntas—, así como varios ensayos. Entre ellos figuran Nueva York, Barcelona modernista —coescrito con su hermana Cristina Mendoza—, la biografía Baroja, la contradicción, su libro autobiográfico Por qué nos quisimos tanto y Las barbas del profeta. En este último, Mendoza explora cómo las historias de la Biblia, en particular la "Historia Sagrada" que el autor estudió en la escuela, influyeron en su formación como escritor.
Hijo de un fiscal y sobrino del escritor e historiador Ramón Garriga Alemany, Mendoza estudió Derecho en la Universidad de Barcelona, licenciándose en 1965. Posteriormente, obtuvo una beca para estudiar Sociología en Londres.
Tras ejercer brevemente como abogado en el Banco Condal, en 1973 se trasladó a Nueva York para trabajar como traductor en la ONU, experiencia que influyó en su perspectiva cosmopolita y en su estilo literario. En 1983 regresó a Barcelona y continuó su carrera como traductor simultáneo en organismos internacionales.También ha impartido clases en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y es colaborador habitual de varios medios de comunicación.
En el ámbito personal, tuvo dos hijos con su primera esposa y, posteriormente, mantuvo una relación con la actriz Rosa Novell, quien falleció en 2015. Actualmente, reside entre Barcelona y Londres, y continúa escribiendo.
En su última entrevista en El Cultural, con motivo de la publicación de Tres enigmas para la Organización, Mendoza, con su agudo sentido para la diagnosis social, afirmó: "Vivimos en una época dominada por la crítica, la queja y la indignación. Son actitudes propias de la clase media, siempre con el agua al cuello. Los pobres bastante tienen con subsistir y los ricos pasan de todo. La publicidad nos muestra un mundo maravilloso y eso fomenta la frustración y la envidia.
Sobre la situación de Barcelona y Cataluña —a la que dedicó un ensayo en 2017, ¿Qué está pasando en Cataluña?—, declaró: "Barcelona ha cambiado. Todas las ciudades cambian y en los últimos tiempos los cambios se han acelerado y acentuado, especialmente en las ciudades atractivas. En los años 80 Barcelona soñaba con ser cosmopolita. Ahora lo es, y ya se sabe lo que pasa cuando los sueños se hacen realidad. Del cambio hay muchas causas y alguna culpa suelta".
En cuanto al procés independentista, opinaba: "Fue un bache, pero no creo que influyera demasiado en la inmigración, en el turismo y en la gente de otros países que se ha establecido en Barcelona por decisión propia. Por supuesto, el sueño libertario quedó atrás, no sé si para bien o para mal. Sinceramente, ya no sé cómo es Barcelona. Llevo una vida retirada y una generación más joven ha tomado la plaza".
En cuanto a la siempre anunciada muerte de la novela, Mendoza declaró: "Se siguen escribiendo novelas, algunas muy buenas. Pero La Novela, con mayúscula, muerta está. Anda por ahí, como un zombi, harapienta, polvorienta y con riesgo de ser devorada por el colectivo de los académicos. Este diagnóstico no tiene nada de apocalíptico. Se sigue escribiendo y leyendo, como siempre, o quizá más. El debate es bizantino".
Y sobre su propia decisión de dedicarse a la literatura, afirmó: "En cuanto aprendí a leer y a escribir me puse a imitar lo que leía: cuentos ilustrados, historietas. Y ya no paré, hasta hoy. Me hice escritor, en un sentido más específico del término, cuando pensé que podía vivir de la escritura. Un paso decisivo y, en mi caso, acertado. Se vive en la inseguridad, pero también en la libertad. Hago lo que me gusta y soy mi propio jefe. Un lujo".