Montaje del pueblo aragonés y Gustavo Adolfo Bécquer.

Montaje del pueblo aragonés y Gustavo Adolfo Bécquer. 1ngm

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El bonito pueblo aragonés que sirvió de inspiración a Gustavo Adolfo Bécquer: el poeta quedó impresionado por sus leyendas 2d2z4r

Bécquer se alojó en el Monasterio de Veruela para escribir algunas de sus obras más conocidas, atraído por las leyendas del único pueblo oficialmente excomulgado de España. 696j2p

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Zaragoza
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De Bécquer todos aprendimos en el colegio la poesía de las golondrinas, pero su obra va mucho más allá. El poeta, una de las figuras más representativas del Romanticismo español, escribió por ejemplo, Cartas desde mi celda, nueve epístolas inspiradas durante su estancia en un bonito rincón de Aragón.

El autor de Rimas y Leyendas pasó varios meses en Vera de Moncayo, concretamente en el Monasterio de Veruela. Este cenobio cisterciense fue abandonado en 1835 tras la Desamortización de Mendizábal, convirtiéndose con el tiempo en un romántico destino veraniego, ideal para curar los males con el aire puro del Moncayo. A finales de 1863, Gustavo Adolfo llegó allí acompañado por su hermano, el pintor Valeriano Bécquer.

Pero Bécquer no ha sido el único nombre ilustre que ha paseado entre los muros del monasterio. Por allí han pasado artistas de la talla de Montserrat Caballé, Serrat, Los Secretos, Kiko Veneno, Javier Bardem, Natalie Portman o Rosalía. Cada uno por motivos distintos.

El monasterio de Veruela es un remanso de paz, una joya cisterciense enclavada a los pies del Moncayo. Un sitio que, además de historia, rezuma arte: en sus instalaciones se han rodado películas y cada verano acoge conciertos y actividades culturales. Un auténtico plató natural y musical.

Pero su historia también está marcada por leyendas. El Moncayo, imponente y silencioso, ha sido durante siglos escenario de relatos sobre brujas y criaturas mágicas que habitan sus bosques. Su cercanía a Trasmoz le confiere un aura aún más misteriosa.

Trasmoz 6a2t3f

Trasmoz es un pueblo singular, único en España por un motivo insólito: está oficialmente excomulgado. Esta condición, que arrastra desde hace siglos, no ha sido levantada y convierte al pueblo en un lugar legendario. Su historia está impregnada de relatos sobre brujería, maldiciones y enfrentamientos con la Iglesia.

Todo comenzó en la Edad Media, con conflictos por el uso de recursos naturales como la leña y el agua entre los habitantes de Trasmoz y el Monasterio de Veruela. El pueblo, al no estar sujeto a las normas eclesiásticas, mantenía una posición laica que irritaba a los monjes. La tensión escaló hasta que el monasterio emitió una excomunión, a la que la Iglesia Católica añadió una maldición formal en 1511. Desde entonces, Trasmoz permanece simbólicamente maldito.

Bruja de Trasmoz. Foto: Guía Repsol.

Bruja de Trasmoz. Foto: Guía Repsol.

Estas circunstancias avivaron su fama de pueblo de brujas. Durante siglos, se creyó que en Trasmoz habitaban hechiceras, lo que contribuyó a consolidar su leyenda. Bécquer, como buen romántico, sentía una atracción irresistible por las historias oscuras y sobrenaturales, y en Cartas desde mi celda dejó constancia de algunas de las más célebres leyendas del pueblo, como las protagonizadas por la Tía Casca o la Dorotea. Así ayudó a alimentar la imagen de Trasmoz como el pueblo de las brujas.

Hoy, el Monasterio de Veruela cuenta con un espacio dedicado a los hermanos Bécquer. El "Espacio Bécquer" permite al visitante recorrer las habitaciones que ocuparon y descubrir, a través de una exposición, cómo su estancia en Veruela marcó profundamente su obra literaria y artística.

Qué hacer en Trasmoz 313s4j

Una de las visitas obligadas en Trasmoz es su castillo, que se alza en lo alto del pueblo con unas vistas espectaculares del Moncayo. Aunque está parcialmente en ruinas, ha sido rehabilitado para acoger eventos y visitas guiadas.

Allí se celebran actividades ligadas a su historia más oscura: brujería, inquisición y leyendas locales. Subir hasta allí, recorrer sus estancias y asomarse desde las murallas es una forma muy directa de conectar con el espíritu del lugar.

También merece la pena hacer la Ruta de las Brujas, un pequeño recorrido por el pueblo con es que explican algunas de sus leyendas más conocidas. Y si tienes algo más de tiempo, puedes visitar el Museo de la Torre, el Caballero y la Brujería. Está en una antigua torre del pueblo y recoge objetos, textos y curiosidades sobre la historia de Trasmoz, su relación con el castillo y, por supuesto, con las brujas. Es una visita sencilla pero con encanto, ideal para completar la experiencia.

Cómo llegar a Trasmoz 4o3w2v

Llegar a Trasmoz es bastante sencillo desde Zaragoza. En coche es poco más de una hora, lo que hace un lugar perfecto para una excursión de domingo. En caso de que viajes desde Zaragoza, hay que tomar la A-68 en dirección a Alagón/Logroño. Luego, sigue por la N-122 en dirección a Borja y Tarazona. En el cruce hacia Vera de Moncayo, gira a la derecha para tomar la A-1202. Sigue las señales hacia Trasmoz, que se encuentra a unos 15 km de Tarazona.

Por su parte, si lo haces desde Madrid, coge la A-2 en dirección a Zaragoza. En Calatayud, desvía hacia la N-234 en dirección a Soria. Sigue por la N-122 hacia Tarazona y toma la A-1202 hacia Vera de Moncayo y Trasmoz. Lo ideal para que el viaje merezca la pena, es visitar el pueblo y el Monasterio.