Aniversario de una catástrofe: 55 años del mayor desastre medioambiental de la Ría de Vigo 3al1v

Muchos en Galicia son los que conocen la historia y las consecuencias del Prestige, pero pocos los que saben que la ría de Vigo sufrió su propio desastre natural a menor escala y cuyas consecuencias todavía son palpables a día de hoy.

Todo ocurrió el 5 de mayo de 1970, cuando el petrolero Polycommander, que navegaba con bandera noruega transportando 49.414 toneladas de petróleo crudo desde el puerto libanés de Sidón hasta Francia, tuvo que desviarse al puerto de Vigo para que una de sus tripulantes recibiera asistencia médica. Sin embargo, cuando se disponía a abandonar la ría, el petrolero encalló en un arrecife en la Isla de Monteagudo, en las Islas Cíes.

Al parecer, tras salir del fondeadero, la embarcación debería haber virado a estribor para evitar las Cíes, sin embargo se cometió un error y no realizó la maniobra con la suficiente antelación. Esto produjo que, durante la madrugada del 5 de mayo, el buque encallara y se abriera un gran boquete a babor, en dos tanques de carga, que vertieron cerca de 15.000 toneladas de crudo al mar.

Rápidamente, el combustible se incendió, causando una densa humareda negra que cubrió ambos lados de la ría y las llamas se fueron extendiendo progresivamente por todo el casco. Las labores de extinción duraron dos días. Según recoge un informe del Tribunal Marítimo Central, en el salvamento participaron siete buques de la Armada, tres remolcadores civiles y otros seis buques también civiles, además de aviones T-4 y T-9 del Ejército del Aire.

Finalmente, los 39 tripulantes que viajaban en el Polycommander sobrevivieron a la catástrofe, incluidos los familiares de los marineros.

Una gran marea negra en la ría 613md

Las circunstancias que rodearon al incidente fueron polémicas y se señalaron a diversas partes como culpables. Por una parte, se culpó al capitán de la embarcación, que es el responsable en todo momento de la seguridad de su buque. Sin embargo, también se señaló al práctico del puerto de Vigo, que acompaña al buque hasta su salida de la ría, y que conocía perfectamente la ruta de navegación que debía seguir el petrolero.

Sin embargo, finalmente solo resultaron condenados el capitán y el primer oficial, a 3 meses y 1 mes respectivamente, así como al pago de 21 millones de pesetas por los daños ocasionados por el vertido.

Las 15.000 toneladas de crudo vertidas al mar causaron una marea negra que afectó a cerca de cinco kilómetros de costa que ni la espuma anticontaminación ni las barreras de contención instaladas pudieron impedir. Afectó al litoral de Baiona y Panxón y a la playa de Samil; y la densa nube de humo negro cubrió con una capa de cenizas negras diversos pueblos del litoral de la ría. Con todo, el gobierno franquista negó la existencia de una marea negra.